Entre los problemas que afectan a nuestro país, no se puede ignorar la situación alarmante que enfrenta Chilpancingo durante la temporada de estiaje. Esta época del año, caracterizada por la falta de precipitaciones pluviales, ha dejado a la población de esta ciudad sumida en una profunda crisis de abastecimiento de agua potable, generando un sufrimiento constante para sus habitantes.
A pesar de que el problema de escasez de agua es recurrente y las autoridades han intentado abordarlo en ocasiones, las medidas tomadas hasta ahora no han dado los resultados esperados. Los presupuestos destinados para construir obras que ayuden a remediar esta situación parecen desvanecerse en el aire, mientras la población sigue padeciendo las consecuencias de la ineficacia gubernamental.
La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH) ha sido objeto de constantes protestas debido a que, a pesar de que los ciudadanos pagan puntualmente sus recibos, el vital líquido no llega de manera adecuada a todos los hogares. Durante el estiaje, esta insuficiencia se agrava significativamente, llevando a que se instalen bloqueos de calles en diversas colonias como una manera desesperada de exigir soluciones a las autoridades.
La magnitud del problema es alarmante y algunos estudiosos del tema señalan que Chilpancingo enfrenta un déficit actual de 300 litros de agua por segundo, con el riesgo de que esta cifra aumente a 500 para el año 2025 si no se toman acciones inmediatas. Sin embargo, hasta el momento, no se ha evidenciado que la presidencia municipal o la CAPACH tengan planes concretos para resolver esta crisis que va en aumento año tras año.
Ante esta situación, es fundamental que las actuales autoridades asuman el reto que representa la escasez de agua en Chilpancingo y trabajen de manera conjunta con los gobiernos estatal y federal. La magnitud del problema demanda la realización de grandes proyectos hídricos que incluyan la perforación de pozos profundos, la construcción de una represa en Amojileca y la rehabilitación de la presa "Cerrito Rico", entre otras alternativas.
Es momento de que los ciudadanos se unan y exijan a las autoridades una solución definitiva a esta problemática. Las constantes manifestaciones y plantones deben transformarse en una fuerza poderosa que obligue a las autoridades a actuar de manera contundente y efectiva.
En este sentido, recordemos las palabras del líder revolucionario Fidel Castro: "La historia absolverá a aquellos que luchan toda la vida", y es precisamente la lucha constante y organizada de los ciudadanos lo que puede marcar la diferencia en la búsqueda de una solución duradera a la escasez de agua en Chilpancingo.
Nuestra querida capital merece una respuesta urgente a esta problemática, y es responsabilidad de las autoridades hacer frente a este desafío. No podemos permitir que la falta de agua potable siga generando sufrimiento e incertidumbre en la vida diaria de los habitantes de Chilpancingo. Es momento de actuar, de transformar las palabras en acciones y de trabajar en conjunto para garantizar un futuro donde el agua sea un derecho para todos.
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