La gran desatención que presentan los centros de salud en el estado deja ver la poca importancia que el gobierno actual le da a este tema tan relevante para la integridad de las familias vulnerables, toda vez que los más afectados son la población marginada que vive en las zonas rurales y las periferias, los que deberían ser de los sectores que mayor inversión económica y atención por parte del gobierno debiera tener, al respecto, el gobernador Carlos Joaquín González muy poco ha destinado para mejorar la calidad de vida a los quintanarroense.
Conforme lo anterior, encontramos que los centros de salud en Quintana Roo han venido deteriorándose poco a poco, de tal forma que en numerosas ocasiones las camas de hospital son insuficientes para atender la demanda de pacientes, y lo mismo sucede con los espacios hospitalarios en general, lo cual ocasiona que el estado de salud de los enfermos se deteriore aún más y si le agregamos, que la infraestructura tecnológica es obsoleta y que el personal calificado resulta insuficiente para su operación, el panorama es de terror. Vamos de mal en peor.
Con la transformación del órgano de salud a partir del 2019, decretado por el gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, mediante el que se cambió del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), todo vino a empeorar.
Al respecto, datos recientes de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos del Hogar (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) y del Conejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) afirman que a nivel nacional, entre 2018 y 2020, se registró un aumento alarmante de la población con carencia en el acceso a los servicios de salud al pasar de 16.2 por ciento a 28.2 por ciento, lo cual representó un aumento considerable que comprende de 20.1 a 35.7 millones de personas en este periodo sin el servicio.
En este sentido, el INSABI no ha dado los frutos que tanto menciona el gobierno federal, a lo que se suma el recorte presupuestal al sector salud de Quintana Roo el cuál no se salva de las afectaciones negativas del gobierno federal, toda vez que en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2021, se redujo la inversión en materia de salud, al considerar ejercer en la entidad solamente 89 millones 723 mil 773 pesos, un 20 por ciento menos que en los años anteriores.
Cabe resaltar, que esta inversión no es suficiente para dar una cobertura a todas las localidades y a todas las necesidades, ya que de acuerdo con datos del INEGI, en Quintana Roo funcionan 257 unidades médicas, entre hospitales, clínicas y centros de salud, de los cuales 230 son operados por el gobierno del estado y en ellos laboran 11 mil 884 médicos, lo anterior indica que por cada 115 derechohabientes hay únicamente un médico, lo cual es insuficiente.
Asimismo, en toda la entidad se pueden observar centros de salud en mal estado, sin pintura, sin personal médico, sin medicinas, sin camillas, enmontados y sobre todo con pésimo servicio, esto principalmente en localidades marginadas y en condiciones de pobreza, que es donde es mayor la necesidad de servicios de salud de calidad.
Por tal motivo hago un llamado a la población consciente y comprometida por cambiar su situación actual, para que nos organicemos y levantemos la voz en actitud de lucha, con fuerza y vigor, para exigir al gobierno que invierta más en salud y que lo haga de forma eficiente, y que ya no permitamos que se sigan haciendo más recortes brutales inconscientes e irresponsables por parte del gobierno federal que encabeza López Obrador, tomemos conciencia de nuestros derechos y luchemos para demandar al gobierno que nos garantice centros de salud dignos, bien dotados de medicamentos y que sea gratuito como lo marca nuestra constitución. Va
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