En nuestro país, uno de los principales problemas ha sido el aumento de la pobreza laboral, la media nacional fue de 3.8 puntos durante el primer trimestre del 2021, comparado con el mismo periodo del 2020, ya que la pobreza laboral creció en 26 de las 32 entidades federativas. Solamente seis estados lograron una disminución.
En Durango incrementó el 2% tan solo durante el primer trimestre de este año, comparado con el 2020. Es decir, el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria durante el primer trimestre de 2020 era de 33.4%, mientras que en el mismo periodo de este año fue de 35.5, es decir, un aumento de dos puntos.
En lo que respecta al ingreso laboral real por persona a nivel nacional, en el primer trimestre de este año fue de mil 827.39 pesos, lo que representa una reducción de 4.8 por ciento con respecto al mismo periodo del 2020 en el que el ingreso total fue de mil 919.84 pesos. En Durango, la variación porcentual entre el ingreso laboral real, es decir, el poder adquisitivo laboral, fue de -4.3 por ciento.
El impacto que ha causado la emergencia sanitaria y de las pésimas medidas implementadas por el gobierno federal, para amortiguar los efectos de la pandemia, han sido poco efectivas pues según los indicadores del Coneval, Durango se encuentra entre los 10 estados con un incremento en el porcentaje de la población en pobreza laboral.
Pero además en nuestro estado, según datos de la última encuesta trimestral de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) existen 38 mil personas desocupadas, muchas de ellas están en la informalidad, es decir que han dejado de laborar menos horas que anteriormente lo hacían y eso implica que están teniendo menos ingresos y por consecuencia disminuye su calidad de vida.
En mi colaboración anterior mencioné sobre la creciente pobreza y pobreza extrema tomando como base los ultimos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), un informe en el que se da a conocer que entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población en situación de pobreza aumentó de 41.9 a 43.9%, lo que significó un aumento de 51.9 a 55.7 millones de personas, es decir 3.8 millones más. La población en extrema pobreza aumentó de 7.0% a 8.5%, un aumento de 1.5%, en número de personas pasó de 8.7 a 10.8 millones, es decir, un aumento de 2.1 millones de personas. Los mexicanos con ingresos inferiores a la línea de pobreza extrema por ingresos, aumentó de 14.0% a 17.2%, es la población que, aún destinando todo su ingreso a la compra de alimentos, no puede adquirir los productos de la canasta básica, aumentó de 17.3 a 21.9 millones de personas.
Pero ante estos datos que presenta un organismo del Gobierno federal, ¿Que hace el presidente de la república?, ¿Acaso ya empezó a tomar medidas concretas para el combate a la pobreza?, pues no, lamentablemente no es así, como es su costumbre no aceptó los datos que presenta el Coneval y burlándose dijo: “no acepto el resultado de esa encuesta, tengo otros datos”, aun cuando los mexicanos estan sufriendo en carne propia la creciente ola de desempleo, pero ademas, se dio el lujo de poner la canción “los caminos de la vida”, para declarar que la vida no es fácil, diciéndole a los mexicanos que no se quejen por los problemas que tienen, es decir pues; está evadiendo su responsabilidad para resolver las carencias sociales y de paso burlándose descaradamente de todos los mexicanos.
¿Qué debemos hacer los mexicanos?, ¿Debemos resignarnos a vivir con carencias sociales y a morir de hambre?, pues no, yo no estoy de acuerdo con la insensatez del presidente López Obrador, estamos frente a un gran circo en el que el principal espectador es el pueblo y al mismo tiempo al que se desprecia, pues solo nos toca ver como se despilfarra el dinero en obras faraónicas y deja sin recursos al campo, dejar sin recursos a los enfermos de cáncer y dejar sin empleos a miles de trabajadores, por eso no debemos permitirlo, somos una clase social y somos mayoría, démonos cuenta que estamos frente a un payaso que distrae a los que se dejan y solo elude a las exigencias sociales.
Los mexicanos no debemos olvidar que como clase social nuestra fuerza no reside en lo económico, sino en nuestra mayoria y nuestra organización, porque un pueblo activo, que se organiza y actúa para mejorar sus condiciones de vida y que defiende sus derechos, tarde que temprano saldrá victorioso, que nadie tenga duda de eso.
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