El diccionario define saña como: violencia y crueldad provocada por un enfado muy grande. Insistencia cruel en un daño provocado por un sentimiento de odio.
Inició mi colaboración trayendo a cuentas tal definición porque considero que el caso lo amerita y no constituye ninguna exageración emplear esa palabra para describir lo acontecido con Martha Delia González Olivas, quien desde hace 14 años se desempeña como directora del Plantel Trancoso del Colegio de Bachilleres (Cobaez).
En ocasiones anteriores me he referido a la historia y vicisitudes que enfrentaron estudiantes, padres de familia y campesinos organizados en el Movimiento Antorchista para materializar una institución con condiciones dignas que trabaja integralmente la academia, la cultura y el deporte.
Toda vez que se siguen sumando agravios, quiero dar elementos de juicio a efecto de que nadie pueda pensar siquiera por error que estamos ante un acto caprichoso de González Olivas y de quienes la respaldamos; creo que no es así y hay elementos de juicio que prueban una larga lista de abusos y arbitrariedades. Veamos.
Primero. Con el objetivo de participar en la evaluación correspondiente, como tiene derecho cualquier maestro y así lo atestiguan algunos directivos que participaron en el proceso y ahora continúan en su cargo, incluso en el mismo plantel donde se desempeñaban, sucede que a la maestra Martha como le llamamos sus compañeros, no quisieron recibirle sus documentos, pues a juicio de los encargados no cumplía con lo establecido.
Y cuando solicitó que la respuesta negativa se la dieran por escrito, petición hecha también a la maestra Mirna del Rocío Garza, directora general del Cobaez, simple y llanamente funcionarios menores se la negaron, ¿causa, razón o motivo?, ninguna, la consigna era excluirla.
¿Podemos hablar de saña o sevicia? Desde mi modesta opinión no hay duda de que la hay y resulta muy difícil saber la causa de ello, ¿quizá se deba a su militancia política?, ¿quizá sea su arduo trabajo con la juventud?
Segundo. Producto de las gestiones ante la Unidad del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (Usicamm), nos informaron que toda vez que su nombramiento es previo a la Reforma Educativa de 2013 que evalúa a los docentes y considerando que en el 2018 fue derogada, tal modificación a la ley no podría surtir efecto retroactivo, por lo tanto, quienes fueron designados previamente se mantenían en sus cargos hasta su jubilación.
Pues bien, aquí de nuevo se trataba de imponer la voluntad de alguien y aunque también hay casos análogos en otros planteles en los que se les mantiene por antigüedad, el respeto a este concepto aplica para otros, pero no para nuestra compañera sin causa o explicación válida.
Tercero. Ante tanto atropello se acudió a la justicia federal y se concedió la suspensión provisional para que González Olivas se mantuviera en el cargo, se intentó hacer del conocimiento de los directivos del Cobaez y en una burda maniobra legaloide no quisieron recibir la notificación debido a que estaban de vacaciones; pero el 4 de agosto realizaron una ceremonia pública para designar nueva directora en Trancoso, nada valió que se pretendiera entregar el amparo a Mirna del Rocío Garza, cerraron los ojos y dijeron no existe, no existe.
Imagine usted amable lector que alguien se atraviese en la calle y al venir un autobús diga, no existe ¿con ello puede evitar ser atropellado?, pareciera que esa es la táctica legaloide de moda, con ello una vez más se prueba el abuso de poder.
En suma, le impiden evaluarse a Martha Delia González, le aplican una ley retroactivamente vulnerando sus derechos y para colmo esquivan y evaden la orden de un juez. ¿Podemos hablar de saña o sevicia? Desde mi modesta opinión no hay duda de que la hay y resulta muy difícil saber la causa de ello, ¿quizá se deba a su militancia política?, ¿quizá sea su arduo trabajo con la juventud?
Desconozco en absoluto las razones, pero es claro que estamos ante un claro abuso de poder, por ello de nueva cuenta quiero llamar la atención de la maestra Maribel Villalpando Haro, secretaria de Educación estatal, a efecto de que intervenga y evite tales excesos.
Repito no estamos ante un capricho, se trata de garantizar los derechos de una docente que ha desempeñado el trabajo institucional, es alguien que ha servido a la educación con fe y esperanza de que las nuevas generaciones adquieran una formación integral, por eso espero que mi llamado no sea en vano y se detenga la violación de los derechos de Martha Delia González Olivas.
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