Nadie se imaginó que el año nuevo traería un virus nuevo y que menos de cuatro meses después estaríamos enclaustrados en casa temerosos de ser contagiados, tampoco nadie del común imaginó que a los capitalistas que rigen el mundo les caería como anillo al dedo para justificar el desempleo causado por su crisis económica, para mandar a paro forzoso a decenas de millones de trabajadores de todo el mundo, y que, para dicha del capitalismo, se irían contentos a casa, dando prácticamente gracias por quedarse sin trabajo y llevando en mente como un deber humanitario familiar y personal desemplearse (confinarse, nos pidieron que le llamáramos) para no contagiar ni contagiarse.El virus era real, pero también era real la crisis económica mundial: y más real se volvió la realidad del hambre que ya padecía el pueblo sonorense, perdonando el énfasis.Luego, cuando ya se había detenido lo suficiente la anárquica producción, cuando ya era preciso volver a producir, entonces volvería a imponerse "la razón de que el confinamiento no podría ser para siempre".Es maravilloso el capitalismo: aparte de explotar al hombre y ser el más eficaz productor de riqueza que la humanidad haya conocido, también ha perfeccionado sus formas de manipular, de enajenar a los trabajadores y hacer que se dañen gustosos; ahora mismo está tejiendo sus argumentos para hacernos repudiar el enclaustramiento aún a costa de nuestra propia salud y tiene una poderosa arma a su favor: el hambre.En Sonora, Antorcha no ha parado de dar la lucha contra el hambre en pro de los trabajadores y sus familias, y ha sucedido así a grandes rasgos:
Hacia el 13 de abril la gobernadora Pavlovich decretó el confinamiento obligatorio, y comenzó para nosotros otro calvario aparte de la pobreza que ya de por sí se padecía.Los antorchistas pronto nos dimos cuenta de que había que tomar medidas y lo primero que hicimos fue acatar las órdenes de confinamiento dictadas por las autoridades y suspendimos nuestro concurso estatal de declamación el 17 de marzo y la carrera deportiva estatal que habíamos organizado; el 18 de marzo anunciamos que suspenderíamos actividades masivas dejando sólo la posibilidad de comisiones pequeñas y gestiones controladas.Luego, el 23 de marzo iniciaba por fin la construcción de la Casa del Estudiante Sonorense (que a la fecha sigue en construcción) y el 26 iniciaba la instalación de postes de alumbrado público en la colonia Humberto Gutiérrez de Hermosillo, implicando ambos logros numerosas gestiones, llamadas, coordinación de acciones, todo ello ya con miras al confinamiento definitivo.
Tan temprano como el 27 de marzo anunciamos a través de nuestra página de facebook estatal Movimiento Antorchista de Sonora y del portal nacional movimientoantorchista.org.mx, que los sonorenses confinados ya requerían de apoyos y a partir de ese momento no hemos descansado de insistir sobre ello.Ingrese usted a esos sitios electrónicos y podrá comprobar que el 29 de marzo lo dijimos en Guaymas y en Hermosillo y, ademas, solicitábamos condonaciones de adeudos a la CFE, sabedores de lo que se venía encima para el pueblo (y ya ve usted cómo respondió la CFE en manos de Morena, ¡no perdonó nada!).El 1 de abril exhortamos a la población a no llevar a cabo saqueos y a conducirnos siempre legalmente al tiempo que insistimos en que la gente requería ayuda en casa.Ya desde esos días habíamos llegado como organización nacional a la conclusión de que lo que se requería para ayudar verdaderamente al pueblo era de la instrumentación de un plan nacional de distribución de alimentos, instrumentable y viable solo con el poder del Estado federal, demanda que hasta la fecha seguimos enarbolando.Desde los primeros días de abril realizamos comunicados públicos para solicitar a las autoridades que se entregaran alimentos a la población más humilde de toda Sonora; así, con plenistas y activistas desde la colonia Café Combate y desde el Sur de Hermosillo, y luego los diferentes dirigentes revolucionarios, todos sin excepción hicieron pronunciamientos en el mismo sentido, dirigidos a los tres niveles de gobiernos grabados y transmitidos por nuestros medios electrónicos.A partir de esas primeras declaraciones públicas no cesamos de hacerlas en diferentes foros y en todos los lugares que pudimos y de iniciar un contacto telefónica, además de vías Whats, facebook y Twitter con la mayoría de nuestros compañeros como nunca y que no ha cesado.
En vista de que cumplíamos ya un mes de estar insistiendo en ello y no había respuesta seria, el día 16 de abril decidimos realizar una protesta frente a los palacios de gobierno y del ayuntamiento.A partir de ese día también y hasta la fecha tanto el dirigente estatal, Bernardino Domínguez, como diversos activistas y miembros del Comité Estatal de nuestra organización, estuvieron redactando artículos y análisis semanales dirigidos a la población para mejor comprensión de lo que ha estado pasando: nuestros mejores cerebros dedicaron sus humildes esfuerzos a educar y concientizar a nuestro pueblo, combatiendo ahora con la pluma de escribir en el terreno de las ideas.Desde esos días también comenzaron a aparecer en dichos medios numerosas cartas y hasta la fecha no han cesado, fotografías, y videos donde el propio pueblo organizado se manifestaba en el mismo sentido que sus dirigentes.Dichos documentos proceden de las más variadas zonas de Sonora, lo cual viene a reforzar lo expresado por los dirigentes.Particularmente conmovedora fue la participación del pueblo antorchista en la iniciativa ciudadana de colgar trapos blancos como medida de protesta y de solicitud de ayuda al mismo tiempo, misma, que también a la fecha no ha cesado de producir documentos testimoniales.
A nosotros mismos nos asombra el volumen de documentos que hemos sido capaces de recolectar, de escribir, de fotografiar, de videograbar y luego de publicar, todo ello hecho con el ánimo y la enjundia del pueblo organizado.No siento exagerar ni hacer una autoalabanza al afirmar que la parte del pueblo que lucha en las filas de Antorcha ha dejado grabada en esos documentos páginas de la historia de Sonora que algún día serán reconocidas como de las más combativas y aleccionadoras.Son otras historias que no se cuentan de regular en los medios de comunicación comunes, son "otros datos" que cuenta el propio pueblo a través de sus propios medios y que formarán parte de su herencia para los luchadores de mañana.
Nuevos pronunciamientos se hicieron el 24 de abril por los dirigentes, como el hecho por el Prof.Bernardino al frente de la oficina de la Delegación de Bienestar Social federal, donde, como es costumbre, no fue atendido.Cabe aclarar que entre unos y otros acontecimientos de los que aquí venimos describiendo, se sucedieron otra vez multitud de llamadas telefónicas, varias visitas a abandonadas oficinas, atención de diferentes peticiones urgentes de algunos compañeros en desgracia, incluso en el Oriente de Hermosillo durante las primeras semanas de reclusión doméstica los antorchistas de la zona estuvieron elaborando tortillas de harina que vendían al costo, solo por ayudar, pero tuvieron que abandonar su caritativa y solidaria labor debido al peligro del contagio.
Y de nueva cuenta, el día 11 de mayo, desde las alturas del cerro conocido como El Puerto, en la colonia Rinconada de La Cruz y del cerro en las inmediaciones de las colonias Coloso Alto y El Mariachi, con buena parte de Hermosillo a sus pies, el Prof.Bernardino Domínguez volvió a hacer urgentes llamados para que los gobiernos de los tres niveles ayudaran a los más necesitados con el plan de distribución de alimentos, alertando sobre las consecuencias de no hacerlo.
Vuelta a insistir, el 13 y el 17 de mayo se hicieron sendos mítines (guardando las estrictas medidas de seguridad sanitaria, desde luego) frente a la misma Secretaría de Bienestar Federal en tanto que por medios electrónicos y entrevistas se realizaban denuncias de la insuficiente ayuda que proporcionaron los gobiernos estatal y municipal.La abrumadora cantidad de videos, cartas, fotografías no paraba de llegar a la oficina de Publicaciones de Sonora, respaldando las acciones emprendidas por todo el país: un gran viento de unidad de acción por fin se levanta desde las profundidades del pueblo, sin la demagogia oportunista que la pregonó durante décadas, sin aspavientos, firme y decidida, verdaderamente como un solo hombre: todos los antorchistas decidimos darnos un enorme abrazo solidario.
El 21 de mayo de nueva cuenta salimos a la calle, sin interrumpir el tráfico vehicular y desde las banquetas del Centro de Gobierno de Hermosillo y el vado del río contiguo hicimos la denuncia a los tres niveles niveles de gobierno por su simulación, falta de solidaridad con el pueblo hambriento y los oídos sordos y el desapego a los principios morales de ayuda solidaria.Allí de nueva cuenta ante los medios periodísticos que no tuvieron miedo a cubrir nuestra valla humana, levantamos la voz para denunciar la insuficiencia y en muchos casos el abandono total a los hambrientos y exigimos una vez más la solución.
Hasta que finalmente, tuvimos que repetir la manifestación este 28 de mayo otra vez con la manifestación frente al Centro de Gobierno.Silencio, fue la enésima respuesta.Y los pobres siguen abandonados a su suerte, sin trabajo, sin ahorros, con hambre… sin esperanza en la falsa "Esperanza de México", que resultó el más grande fraude de su historia.
Sirva este relato para reafirmar al pueblo sonorense que Antorcha no se ha rajado, para reportarle a Sonora que hemos estado combatiendo incansablemente por los intereses de los más humildes; que lo hemos dado todo para la lucha, que aquí nos tiene, dispuestos a seguir dándole todo lo que sea necesario, que aquí tiene nuestro brazo presto a marchar junto con todos aquellos que estén dispuestos a cambiar esta situación política en la que nadie nos hace caso, en la que todos se escabullen de sus obligaciones gubernamentales, en la que los falsos profetas hablan mucho pero no se ve el progreso para el pueblo, al contrario.Podrá no ser todavía muy fuerte, pero los sonorenses más pobres deben saber que cuentan con la mano fraterna de los antorchistas.Hay muchas manos también fraternas en Sonora, no antorchistas, pero también progresistas, que están profundamente lastimadas por esta forma inepta y rapaz de gobernarnos pero andan sueltas y así son débiles.Unámonos en un frente común, en otro enorme abrazo solidario, todos los que queremos cambiar estas políticas que nos dañan; ya es tiempo, hay que dejar de vernos como enemigos y como monstruos creados por la propaganda.En ello nos va nuestra suerte, sonorenses.
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