Todas las mañanas, quienes carecemos de transporte privado, vemos que desde las 05:00 horas se comienza a formar la fila de los que tomamos el transporte público, esperanzados en que llegue de manera puntual. La situación no cambia desde hace mucho tiempo; un paseo por el tiempo nos demuestra que, desde que el entonces gobernador José Calzada Rovirosa (2009-2015) intentó una estatización del transporte público urbano en la capital queretana, alrededor de un millón de ciudadanos sufrieron un calvario. Tres decenas de concesionarios dejaron de recibir cerca de 30 mil pesos mensuales por unidad. Otros muchos, políticos y sindicalistas de extracción priista, aplaudieron la decisión calzadista pues presumiblemente fueron recompensados con placas para taxi.
A viejas y destartaladas unidades se les cambió únicamente la cromática, a conductores de taxis se les obligó a tomar cursos que tuvieron un costo de 10 mil pesos, además de la promesa que cientos de nuevas concesiones serían sorteadas entre trabajadores del volante. Si así fue, no se conoció a ningún chófer beneficiado.
Pasa un sexenio, y el priista Calzada entregó el gobierno al panista Francisco Domínguez Servién, quien prometió mejorar y brindar un servicio de calidad en materia de transporte urbano. Con bombo y platillo, además de un costoso despliegue publicitario, Pancho anunció la compra millonaria de unidades chinas para sustituir a los destartalados camiones que prestaban servicio de transporte. Creó la empresa Qrobus manejada por su gobierno.
Llegaron a la capital queretana, por lo menos, tres tipos de unidades, al tiempo que se iniciaron los trabajos del carril confinado en la avenida Constituyentes. Los autobuses de fabricación china de inmediato fueron criticados, pues están diseñados para personas de complexión muy alejada de los mexicanos, eso sí todas equipadas con pantalla de plasma. Se implementó el sistema de pago con tarjeta, mismo que resultó un robo en despoblado. Además de que tuvo un costo, visitantes de otros lugares se vieron impedidos a trasladarse dentro de la ciudad y si a esto le agregamos que las máquinas que registran el cobro por viaje, en muchas ocasiones vacían el saldo del usuario; otro pequeño detalle, las pantallas de plasma han desaparecido de las unidades.
La percepción de que el Qrobus era caja chica de los últimos gobiernos crece; el entonces director de la empresa, Gerardo Cuanalo Santos, se había sacado la rifa del tigre, aunque sobre su robusta humanidad recae el repudio ciudadano al pésimo servicio del sistema de transporte público. Nefasta herencia de los intereses y componendas políticas del gobierno panchista.
Al final de la administración de Domínguez Servién, existían 74 rutas, las cuales tardaban más de una hora en pasar, y cuando lo hacían no levantan pasaje pues las unidades iban con sobrecupo. El Instituto Queretano del Transporte, reportaba 600 unidades que brindaban servicio a 300 mil usuarios por día. Se redujo el número de operadores, pues por diferendos económicos de Pancho Domínguez y el intermediario en la compra de unidades chinas, no hay refacciones para lo que resultó una flotilla desechable de camiones.
El día 8 de octubre de 2022 iniciaron las operaciones del programa "Moviendo a Querétaro", los cuales pretendían reducir los tiempos de espera y de traslado en hasta un 30 por ciento, se modifican números de rutas, colorimetría y recorridos, todos esto trajo consigo confusión en la ciudadanía y para el 21 de diciembre del mismo año fue publicada y entró en vigor la Ley de la Agencia de Movilidad y Modalidades de Transporte Público para el Estado de Querétaro, extinguiéndose así el Instituto Queretano del Transporte, personal, funciones y patrimonio pasa a formar parte de la nueva Agencia de Movilidad, pensando que esto mejoraría, sin embargo, todo sigue mal.
Hoy, en la administración de Mauricio Kuri, aunque le hayan cambiado de nombre de la dependencia, renovado algunas unidades, incluso nuevo personal en algunos casos, el problema persiste, hay retraso en la llegada de las rutas, el tránsito en la capital queretana y municipios aledaños es lento, a esto se suma que los conductores exhiben su irresponsabilidad frente al volante.
Y así seguimos en la fila de los que los que tenemos que trasladarnos al centro de trabajo, algunos en su desesperación toman un taxi para evitar el retardo en el trabajo, todo esto porque que las autoridades no han encontrado o más bien han fracasado en la búsqueda de un servicio de movilidad eficiente a la población queretana.
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