Según datos publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que publicó en un estudio estimaciones de pobreza 2018-2020, el número oficial de pobres aumentó en el período mencionado de 51.9 a 55.7 millones, 3.8 millones más de pobres en 2 años de la 4T. La pobreza extrema, es decir, de aquellos mexicanos que tienen que buscar el sustento diario sin tener un trabajo seguro para obtenerlo y carece de elementales servicios, aumentó en 2 millones de personas, llegando a la cifra de 10.8 millones y de los que sufren por tener un raquítico salario que no cubre ni la canasta básica, se incrementó la cifra de 61.8 millones a 66.9 millones, estas cifras oficiales se comentaron por el Doctor Julio Boltvinik de El Colegio de México en entrevista para el Canal 6 Tv (el 6 de agosto pasado), donde sostiene que en realidad esta cifra llegó a 96.6 millones. López Obrador niega estos datos con claro afán de ocultar el fracaso de su política.
Pues bien, recordamos estos importantes números porque lo que ocurre en la sociedad, nada es casual, ni aislado, todo tiene su repercusión quiérase o no. A eso nos ha llevado la mala política económica del presidente al desaparecer el Ramo 33 que promovía la inversión en infraestructura y obra pública que daba vida y empleo a una buena parte de constructores y trabajadores del país, desapareció programas de incentivos a las pequeñas y medianas empresas, desapareció programas de apoyo a la producción en el campo, bloqueó la inversión de capitales como los de la producción de energía limpia (en la producción de electricidad), la inversión del nuevo aeropuerto internacional de Texcoco. En cambio, sostiene megaproyectos que se han convertido en barril sin fondo, en tiradero de dinero del erario público, de los que nunca dan cifras precisas de gasto; el más evidente es la construcción de la refinería de Dos Bocas en Veracruz, que por su ubicación se la pasa inundado, sin avances y se encarece cada vez más el proyecto, por todo esto tuvimos como resultado una caída del PIB del 8.5% al cierre de 2020.
Este recuento rápido de acciones equivocadas en materia económica la sacamos a cuenta porque como consecuencia lógica hay otros males que se agudizan, como es la salud. Ahora que se reaviva la pandemia con la tercera ola de contagios, por la covid-19 variante Delta, estamos en peores condiciones económicas que en fines de 2019 e inicios de 2020, y me refiero a la situación de la gente común y corriente, a la mayoría de los mexicanos, estamos más pobres, debido a los errores en materia económica del gobierno de la 4T.
Además, lejos de proteger a la población con vacunación total, dar mejor servicio y suficientes hospitales, siguen las carencias. Contrario a mejorar se ignora la realidad e irresponsablemente se llama a clases presenciales pidiéndoles una carta responsiva a los padres de familia. Reflexionemos un poco, si el regreso a clases en años pasados era un sufrimiento para las familias en lo económico, no hablemos ahora de otras tragedias sociales como la inseguridad, por los gastos que hay que hacer en útiles escolares, cuotas “voluntarias”; ahora si el hijo o los hijos se contagian ¿qué va hacer la gente, sin ingreso suficiente, sin trabajo? ¿con qué los va a curar? Esa es la realidad de la población, por muy sencilla que sea la persona sabe y entiende que sus hijos necesitan educarse, que es un derecho de todo mexicano, pero, sobre todo, entiende que es elemental para la obtención de un trabajo y para ser gente de bien. Pero por la situación de pobreza, por la falta de protección sanitaria ante la pandemia, es un crimen llamar a clases presenciales. Ni en San Luis Potosí, ni en el país hay las condiciones para esta medida.
No es ni tantito el México que ofreció al pueblo la 4T, queda cada vez más evidente que se llevó al gobierno a un político que supo endulzar la esperanza, pero que en los hechos está resultando muy malo en materia de desarrollo económico, maneja mal la pandemia y en educación, peor aún, quiere ahora poner en riesgo la vida de los niños y jóvenes del país.
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