Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo especializado de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que tiene como objetivos la promoción de la justicia social y el reconocimiento de las normas fundamentales del trabajo, el empleo informal es todo trabajo remunerado, sea el autoempleo o el empleo asalariado, que no está registrado, regulado o protegido por marcos legales o normativos, así como también trabajos no remunerados llevados a cabo en una empresa generadora de ingresos. Agrega que los trabajadores informales no cuentan con contratos de empleos seguros, prestaciones laborales, protección social o representación de los trabajadores.
En México este tipo de empleos es muy común, cada vez el número de personas que se dedican al autoempleo va en aumento, esto es un síntoma de que el país está en una grave crisis económica por la que los ciudadanos no tienen un empleo que les garantice un salario digno y suficiente para satisfacer las necesidades de la familia, la educación de los hijos, la alimentación y salud, mucho menos tener una vivienda que cuente con los servicios básicos, como el agua, drenaje y energía eléctrica. Es más, es muy común encontrar en las calles de las principales ciudades, en los centros comerciales, en los lugares turísticos a personas con alguna carrera universitaria de taxista o que se dedican al llamado comercio informal.
Según la OIT, el mayor porcentaje de personas que practican esta actividad son los hombres, teniendo como característica que la mayoría son jóvenes que oscilan entre 15 y 24 años y los adultos mayores arriba de los 65. A nivel mundial, el sector productivo que más trabajadores informales emplea es la actividad agrícola, en nuestro país, la característica principal de este sector, el agrícola, se distingue por emplear a personas de muy bajo nivel educativo que es uno de los sectores más vulnerables, que sufren despidos, los someten a jornadas prolongadas, que viven en condiciones deplorables, sin atención médica.
En México, ocho de cada 10 trabajadores agrícolas desempeñan su trabajo en estas condiciones. Con relación al auto empleo, la situación está casi igual, deis de cada 10 ciudadanos se dedican al comercio informal; según la Encuesta Nacional y Ocupación de Empleo (ENOE) son 32.2 millones de personas que se dedican al comercio informal.
El comercio informal es otro medio que utiliza un buen porcentaje de ciudadanos para hacerse llegar de los recursos para las familias, por ejemplo, en el estado de Guerrero, los datos que registra el ENOE, del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), dice que, en el tercer trimestre de este año, Guerrero registró, que un millón 214 mil 231 personas trabajan en la informalidad, lo que representó un aumento de 38 mil 799 trabajadores más, comparado con el mismo período del 2021.
La misma encuesta que realizó este instituto dice que la taza de la informalidad en Guerrero es el 79.3 por ciento de la población ocupada y solamente es superado por Oaxaca que tiene el 81.7 por ciento, mientras que Chiapas alcanza el 77.7 por ciento. Esto es debido a que, no solo es la falta de generación de empleos, sino que también se debe al cierre de establecimientos, principalmente los micronegocios ya establecidos a falta de un tipo de financiamiento por parte del gobierno federal durante la pandemia, los dueños se vieron en la necesidad de cerrarlos por resultar incosteables, dejando prácticamente en la calle a los empleados, al desaparecer sus fuentes de empleo.
En el tercer trimestre de 2021, la entidad tenía 654 mil 160 micronegocios registrados. Al finalizar el mismo periodo del 2022, es decir de julio a agosto, sólo estaban registrados 601 mil 549, por lo que nos da como resultado que en ese tiempo cerraron 54 mil 611. Así de grave esta la situación de la economía en la entidad y se prevé que muy difícilmente se recupere, pues la crisis económica, en lugar de disminuir esta sigue elevando los precios de los productos básicos y de primera necesidad; hay otro dato que debería de preocuparnos, de julio a septiembre del 2022, el estado tenía una población económicamente activa de un millón 557 mil 236 personas, 30 mil 421 más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, en el 2022, del total de la población económicamente activa, un millón 530 mil 471 estaban ocupadas y 26 mil 765 desocupadas.
El autoempleo, el comercio informal y los trabajadores informales son fenómenos que no dejarán de existir mientras vivamos en un régimen capitalista, con un gobierno alejado de la realidad social de los mexicanos, pues tanto el sistema como la clase política no les preocupa el bienestar de la sociedad a la que gobierna, a los dueños de los medios de producción les conviene que siempre halla manos de obra barata, al gobierno, principalmente el que encabeza Andrés Manuel López Obrador; entre sus prioridades no está el pueblo ni sus problemas, por eso debemos luchar por un mejor país, cambiar al modelo económico neoliberal, por un gobierno más justo, salido de la clase trabajadora, y no que esté al servicio de la clase que es dueña del dinero.
México es un país rico, no solo por sus recursos naturales, sino también por su gente, si muchos de ellos se dedican al comercio y al trabajo informal es porque es gente trabajadora valiosa y creativa. La tarea de la clase trabajadora es organizarse y cambiar a la clase gobernante actual, conquistar el poder para cambiar el modelo económico actual por otro que sea capaz de crear fuentes de empleo bien pagados.
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