Chihuahua, Chih. "¿Cuál debe ser el papel del estudiante en la lucha ideológica actual?" Tal fue el tema, difícil de abordar y más difícil para lograr y mantener la atención de trescientos chiquillos y jóvenes inquietos que aceptaron atender la invitación de la Federación Nacional de Esudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) y del Movimiento Antorchista, para asistir a la conferencia que impartió uno de los líderes antorchistas.
Bellas poesías, hermosos cantos, se sucedieron frente a la concurrencia este jueves bajo la sombra del domo monumental de la cancha en el hermoso y recién remodelado Telebachillerato "General Lázaro Cárdenas", sede de esta conferencia que dio el dirigente del Seccional Sierra del Movimiento Antorchista, Juan Santiago Tolentino.
Después de que definió que el lugar de la ideología y de la lucha ideológica es la superestructura de la sociedad, arriba de las bases económicas, es decir, del basamento material y económico, el conferencista argumentó la necesidad de que los estudiantes en la actualidad, deben tomar una posición, y de acuerdo a su origen de clase, tomar un lugar del lado del pueblo organizado para transformar a la sociedad y cambiar el modelo económico injusto que oprime a las masas trabajadoras.
"¿Cuál debe ser el papel del estudiante en la lucha ideológica actual?" Resistir el golpe, oponerse a los golpes, a las campañas que día con día asesta el gobierno al pueblo, a sus propios padres, a ustedes mismos, por un lado con los recortes a rubros tan delicados como las obras públicas, que desaparecieron prácticamente en el presupuesto federal, con la cancelación al financiamiento de estancias infantiles, albergues y comedores para los necesitados, el corte sangriento a los apoyos que se daban a las casas de huérfanos, a los albergues y comedores para estudiantes indígenas, la cancelación de la mayoría de los programas de apoyo a los campesinos pobres, etcétera.Resistir, por otro lado, a la campaña ideológica que pretende justificar el desmantelamiento de la organización popular, y que pretende también ocultarnos los fundamentos económicos de la sociedad capitalista.
"Se equivocó el maestro Marx", nos dice el presidente, sin que se moleste en mostrarnos el estudio, la tesis, el libro, el ensayo de su autoría, con el que demuestre que superó a Marx, que en México se presentó una "excepción histórica", porque asegura sin ningún fundamento- acá los ricos, los empresarios, la burguesía, no se ha enriquecido por la vía de extraerle a los trabajadores la plusvalía en el proceso de producción, como en todo el mundo capitalista, sino que los ricos son ricos ¡gracias a la corrupción! ¡Gracias a los favores que han recibido de parte de los sucesivos gobiernos, hágame el favor!
¿Cuál debe ser, entonces, el papel del estudiante en la lucha ideológica actual? Pues estudiar, estudiar el temario que impone la academia, pero también estudiar a la sociedad, dominar el método científico y aplicarlo en la explicación de los fenómenos sociales, económicos, para que cuando un demagogo nos diga que los ricos son ricos porque en la esfera de la circulación, ese rico fue objeto de favores, yo sepa con certeza que está equivocado, y sepa yo que la riqueza no se produce en el comercio ni en el intercambio "inmoral" de favores, sino dentro de la esfera de la producción de los bienes materiales, donde los dueños de los medios de producción, o sea, los dueños del país, le chupan al trabajador la plusvalía, el plusvalor que el obrero aporta en ese proceso con la aplicación de su fuerza de trabajo.
Desde la Presidencia de la República viene el golpe demoledor, en la forma de una serie de políticas que, vistas en conjunto, nos dan una idea muy clara de que lo que se persigue es acabar con todas las organizaciones independientes, ahogar el mínimo atisbo de iniciativa que provenga del pueblo, y nos damos cuenta de que se nos quiere meter con calzador una argumentación teórica que, aunque carece de bases científicas, el mero hecho de que se le machaque a la gente un día sí y otro también, la idea de que el gobierno puede y debe ser el proveedor único de bienestar social, sin que nadie más intervenga, so pena de ser calificado como "corrupto" y "conservador", es parte de la guerra ideológica y política que se emprende contra las clases desposeídas para adormecerlas y poder manipularlas al antojo de los poderosos.
Hay que preguntarse: ¿es progresista, es un partidario del pueblo trabajador, alguien que pregona y predica que nos debemos conformar con migajas, con verdaderas limosnas aventadas hacia nosotros para que las atrapemos en el aire o en el suelo con nuestra mejor cara de devoción y de agradecimiento a nuestros "benefactores", mientras que por otro lado, ese gobierno, ese presidente, va y le lame las botas a los banqueros a Acapulco, y forma grupos para que lo aconsejen empresarios prominentes, los dueños del país? ¿Es progresista, es de izquierda verdadera aquél que se calla ante nuestros salarios, los más bajos y miserables entre todos los países de la OCDE, organismo al que pertenece México?
Los llamo a ustedes a resistir, a que concienticemos que el origen de estos ataques a todo lo que huele a organización popular, se derivan de la concepción autoritaria que se nos quiere imponer por la fuerza desde el gobierno federal, para que el ciudadano se inmovilice y renuncie a las evidentes ventajas de luchar de manera organizada, para que se resigne a estar solitario, alejado de sus iguales, de sus compañeros y vecinos, para que se quede sentadito en su casa esperanzado a que las ayudas a su pobreza le caigan desde el cielo, y que él solamente espere a que lleguen, hasta el sillón de su sala, los morenistas, como si fueran ángeles bajados del cielo, a llevarle de esa curiosa manera todo lo que necesita para ser feliz en esta tierra.A eso nos oponemos, a eso es a lo que, nunca en la vida, los luchadores sociales nos vamos a resignar.
Y estudiar, prepararse, investigar, hacer ciencia, practicar deporte, hacer arte, gustar de las bellas artes, es ponerse del lado del pueblo.También hacer ciencia social y practicar la lucha social en su forma más avanzada, es ponerse a la vanguardia en esta lucha ideológica de la que, repito, nos podremos desentender, pero nunca quedar al margen.Si elegimos mirar hacia otro lado, la política y la ideología de las clases dominantes, con ello, ya me atraparon, lo quiera yo o no lo quiera, lo sepa o no lo sepa.Así que, compañeros estudiantes, la elección es de ustedes: o se ponen del lado de sus padres y de sus iguales los pobres de este país, o se ponen del lado incorrecto de la lucha.
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