Fue la que dictó hace unos días el Maestro Aquiles Córdova Morán sobre el tema "Lenguaje y poesía". No fue conferencia "magistral" porque la modestia del Maestro no lo permitió y yo respeto su decisión; no obstante, no debo dejar de subrayar de alguna manera la importancia, la inconmensurable aportación que su esfuerzo expositivo ha hecho para todos los que nos consideramos amigos del saber y partidarios sinceros del engrandecimiento humano. Amigo lector: muy difícilmente encontrará usted un esfuerzo así de documentado, así de ordenado, así de sencillo y, sobre todo, así de fundado en un auténtica y profunda identificación, en un amor intenso por el pueblo trabajador, para acercar a la gran masa que crea la riqueza material a conocer y disfrutar un poco de la riqueza espiritual que también ha creado y que ahora existe aparte, por encima y hasta en contra de ella, como el que, congruente con la tarea de su vida, llevó a cabo el Maestro Aquiles Córdova Morán, explicando pacientemente el lenguaje y la poesía.
Desde sus primeras palabras, dejó el expositor claramente asentado el porqué de su conferencia y -si uno se fija- el porqué de su vida. Regresar al pueblo lo que es suyo, lo que su vida, su trabajo ha creado a través de los siglos; porque el arte ha surgido del pueblo, el artista -el Maestro citó a Juan Ramón Jiménez- es un gran plagiario, toma lo que existe, lo que ve y lo que oye de la actividad popular en la lucha diaria por el sustento. Tenemos que cerrar el círculo, insistió, porque el arte se ha convertido en una mercancía que el hombre no puede comprar, ni hay interés en que la compre porque al pueblo se le satura con material de muy mala calidad, con basura, el alejamiento del pueblo es causa y efecto de su sumisión. Por eso, con su conferencia el Maestro se propuso explicar al pueblo, educarlo, motivarlo, acercarlo al arte. Como Prometeo contemporáneo.
Les quiso dedicar en esta ocasión su conferencia a los declamadores antorchistas y a sus maestros porque los ha escuchado y visto innumerables ocasiones en las Espartaqueadas y en el Encuentro Nacional de Poesía que organiza anualmente el Movimiento Antorchista Nacional y considera, con sobrada razón, que es indispensable ayudarles a conocer mejor la materia en la que se desenvuelven para que obtengan mejores resultados, para que -como les argumentó- se comuniquen mejor con el pueblo a través del lenguaje y la poesía. Se dirigió también a los integrantes de la única organización política en México que se preocupa seriamente, que trabaja todos los días por elevar la educación y la cultura de todos sus integrantes, no por demagogia ni por imagen, por necesidad ineludible para cumplir con la altísima y trascendental tarea que se ha echado a cuestas: Es, les dijo, nos dijo refiriéndose al tema, la que debería ser la cultura común y corriente de cualquier antorchista.
Todo lo que produce el hombre es arte, la agricultura es un arte, pero aquí, dijo el Maestro Aquiles Córdova, hablaremos de las bellas artes, de una de las bellas artes, de la literatura, de la poesía. Por el momento -espero que en efecto, sólo por el momento- el Maestro no se ocupó de las otras bellas artes, pero reveló aspectos interesantísimos de las otras bellas artes y no dudo -y no me achico- que haya algún experto que se tome la molestia de leerme o, incluso, de escuchar la disertación del Maestro Córdova Morán y que diga que con muy poco nos impresionamos, no me achico, repito, e insisto en que me parecieron interesantísimos, poco o nada dichos al gran público. Por ejemplo, se dijo que los edificios bellos son un libro, que la desnudez del David es su indefensión ante el gigante, que el Rapto de Perséfone es una escultura que no tiene frente o bien todo son frentes y representa movimiento al igual que Laocoonte y sus hijos y El nacimiento de Venus, que reflejan, en fin, magistralmente el movimiento pero no la historia, el devenir en el tiempo, como puede hacerlo la literatura.
La poesía se puede leer, pero también se puede escuchar. Esta afirmación del Maestro -meto mi cuchara- es también atrevida. La poesía está en los hechos prohibida al pueblo, pero también la declamación, muy pocos intelectuales o poetas la practican o promueven, a lo más que llegan es a aceptar la lectura de poemas, más no la declamación. El Maestro Aquiles también desafía esta costumbre en boga y dice lo que queda escrito y asegura que el buen declamador le da vida al poema, revive el instante creativo del poeta y puede transmitir el mensaje oculto dentro de la poesía.
Ante la música, que transmite emociones, sentimientos profundos, pero con un lenguaje no muy claro, ciertamente difícil, la literatura usa -en general- un lenguaje menos difícil, más comprensible. La literatura es la expresión más bella, más profunda del alma del pueblo y no en un momento, sino a lo largo de toda su historia, la literatura refleja la vida del hombre, de los pueblos. Y dado que según el Maestro Córdova Morán, poesía es el arte de crear belleza con la palabra, no sólo lo que está en verso es poesía, o sea, la forma en prosa y la forma en verso, son sólo dos formas de la literatura, son sólo dos formas de la belleza del lenguaje.
En fin, la conferencia del Maestro Aquiles Córdova Morán, fue un amenísimo torrente de sabiduría, de comprensión del mundo aplicada a su transformación, aplicada a la tarea de liberar, engrandecer y sublimar al pueblo trabajador y con él a la humanidad entera. Pergeñando estas ideas he querido animar a todo aquella amable persona que se atreva a leerme a escuchar y leer completa la invaluable cátedra del Maestro Aquiles Córdova Morán sobre el lenguaje y la poesía. Estoy seguro de que, si la Comisión Nacional de Publicaciones del Movimiento Antorchista no la ha colocado todavía en las redes a disposición de todos los interesados, muy pronto habrá de hacerlo. Le aseguro al amable lector que será un acontecimiento de esos que uno siente que le cambian la vida.
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