El pasado 14 de enero se dio a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) exoneraba al exsecretario de la Defensa Nacional General Salvador Cienfuegos Zepeda de las acusaciones derivadas de su detención en los Estados Unidos. Al siguiente día, en su mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador avaló la decisión de Alejandro Gertz Manero titular de la FGR, acusando, además, a la DEA (Administración de control de drogas del Departamento de Justicia de los Estados Unidos) de fabricar delitos a Cienfuegos y de afectar consciente o inconscientemente la relación bilateral. "…es una decisión que toma la FGR pero que el gobierno que represento secunda, es decir, avala, respalda&rdquo, dijo AMLO. El primer mandatario aseguró que la desestimación de los cargos interpuestos por el país vecino al general Cienfuegos, en noviembre pasado, se determinó porque se trata de una acusación fabricada por la DEA.
Sin embargo, todo mundo recuerda que el pasado 19 de noviembre, un día después de la llegada de Cienfuegos a México, el canciller de relaciones exteriores, Marcelo Ebrard afirmó que "sería un suicidio político traer a Cienfuegos y no hacer nada.” Pues bien, casi dos meses después, resulta que no se hizo nada y cínicamente se pretende dar carpetazo a este vergonzoso tema de seguridad nacional.
Y, como dicen los abogados "a confesión de parte, relevo de pruebas”. Efectivamente, esta decisión de exonerar al General Cienfuegos es, a cinco meses de la contienda electoral que decidirá si Morena sigue en el gobierno o se pasa a retirar, prácticamente un suicidio político. En efecto, si de por sí no han podido acabar con el problema de la corrupción (principal punto programático del Morenismo) y lejos de aminorarlo los ha rebasado, surgiendo de manera avasalladora en sus propias filas, ahora con este fallo increible, más se pondrá en duda la sinceridad en la decisión de acabar con la corrupción. Y esque nunca se había tomado preso a un exsecretario de la Defensa Nacional en Estados Unidos, acusado de cometer delitos tan graves. Pero lo extraño en este asunto, si hacemos abstracción de la política, es que días después se le retiren los cargos y se le entregue al gobierno de México. Y ¿qué hace el gobierno de la 4 T? Olímpicamente lo exonera de todos los cargos, acusando a su acusador de haber fabricado los cargos. Pero aquí cabe la pregunta, ¿qué gana la DEA con culpar a un inocente de haber realizado los delitos que le imputaron al General Cienfuegos? Además, recordar que entre las pruebas testimoniales esgrimidas en contra del exsecretario, hay audios cuyo contenido difícilmente lo pueden liberar de las acusaciones que se le imputan.
En fin, este caso constituye una raya más al tigre, sin lugar a dudas. Y, tal vez únicamente superado por la actitud negligente del gobierno morenista ante la pandemia. No obstante, de la larga serie de actos suicidas que ha realizado la 4 T, no se sabe a ciencia cierta si éste es el último o aún nos van a sorprender con otro u otros antes de las elecciones. Lo que sí podemos concluir desde ahora, es que la exoneración del General Cienfuegos es una razón más para que los pobres de México no vuelvan a votar por Morena, nunca más. Salvo su mejor opinión, amable lector, creo que con tantas acciones u omisiones políticas contrarias a los intereses del pueblo trabajador, el suicidio político de Morena está consumado. Que así sea, por el bien de México.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario