Ante el arriesgado regreso a clases, el cual aseguraban López Obrador y su secretaria de Educación, sería seguro para los padres, alumnos y personal educativo, nos enfrentamos como mexicanos ante un nuevo problema, la distribución de gasto público, o sea el PEF. La repartición de este no está bien planeada y mucho menos está enfocado a mejorar la calidad de vida del pueblo de México. En este escrito nos enfocaremos al tema educativo, el cual tiene una representante que poco trabajo para pelear un mayor presupuesto o al menos uno mejor enfocado. A estas alturas de la pandemia sabemos que la Covid-19, y sus riesgos no son cuestión de costumbre sino de ciencia, es por eso que la estadística está contemplando una gran deserción escolar, debido a la falta de apoyos reales para los alumnos, esto sin contar la falta de una buena infraestructura o el seguro de salud dentro de las aulas, aún falta tiempo para que los menores de edad sean vacunados. La unidosis suministrada al personal docente ya pasó el periodo de efectividad, el sistema educativo en México se encuentra a la deriva, debido a que la representante no es una verdadera gestora que está preocupada en satisfacer las necesidades de la comunidad escolar.
La educación en el país va cuesta abajo, y la titular no está haciendo nada para detenerlo. A raíz de la pandemia surgieron muchos problemas que no están siendo atendidos de manera correcta, la falta de un buen plan educativo en línea propició la deserción escolar, se ignoró la petición que hicieron los estudiantes adheridos a la FNERRR de internet para todos, y el único resultado obtenido fue que miles de estudiantes dejaran la escuela por falta de oportunidades, la mala atención médica y la ignorancia a las verdaderas necesidades de la nación, hicieron que la maestra Delfina Gómez, enfoca todo su tiempo en repartir becas que no llegan en tiempo y forma, además de ser en esencia una campaña publicitaria para el presidente.
Ella misma ha aceptado que “sí se le ha quedado a deber, no solamente a los estudiantes, a los padres de familia, a los maestros, a las escuelas, desde hace mucho tiempo”. Sin embargo, no ha tomado ningún plan de acción para cambiarlo, ahora con la distribución del gasto público permitió que la mayor parte de lo que le toca al área educativa se dirija a las becas para de esta forma seguir controlando el interés público a su conveniencia.
La respuesta que se da antes las exigencias deja mucho que desear pues afirma que “faltó empatía hacia lo que se necesitaba como institución y que, yo digo, lamentablemente ahorita tenemos que estar reconociendo todos, porque es el producto, efectivamente de esa desatención que tuvo durante muchos años”.
Por eso, es importante que el gobierno y la Secretaría de Educación diseñen un plan de aprendizaje, vacunación y distribución que cubra todos los puntos anteriores con mejoras y análisis, donde todos los aspectos que inciden en la educación y salud de los jóvenes y niños, sean tomados en cuenta no solo las materias desatendidas por el sistema educativo porque la enseñanza no se centra solo en la cantidad de conocimientos que debe poseer una persona, sino que se debe desarrollar un plan integral para satisfacer todas las necesidades económicas, sociales, emocionales y de salud del estudiante.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario