Monipodio es el nombre del jefe de un grupo de hampones que retrata Don Miguel de Cervantes Saavedra en su novela ejemplar titulada "Rinconete y Cortadillo"; es también, en la definición de la Real Academia Española, el "convenio de personas que se asocian y confabulan para fines ilícitos".
Pues bien, yo afirmo que, en el estado de Puebla, un grupo de delincuentes entronizados en el poder estatal calumnian y persiguen, torciendo la ley, a ciudadanos honestos, cuyos únicos delitos reales son no estar de acuerdo con el mal gobierno de Miguel Barbosa Huerta, representar a los sectores más pobres de esa entidad y, el más grave, pretender registrar un partido político local capaz de disputarle exitosamente el poder al partido gobernante, es decir a morena.
El jefe de esa cofradía es el gobernador poblano, sobre cuya factura moral nos hablan los siguientes hechos: se declaró pobre cuando apareció la pandemia; mintió en su declaración patrimonial al afirmar que había adquirido la casona de Coyoacán que perteneció al expresidente, Miguel de la Madrid, en 10 millones, cuando su costo real está es de 45 millones de pesos; fue señalado también por Emilio Lozoya por haber pactado, siendo senador de la República, a cambio de 100,000 dólares, el no hacer movilizaciones en contra de la reforma energética, cuando se aprobó ésta.
Los miembros más destacados de esa cofradía son los integrantes del llamado por los poblanos "grupo Chiapas", pues son personajes pertenecientes al grupo político del exgobernador de esa entidad Juan Sabines, uno de los cuales, Raciel López fue fiscal en aquel estado y renunció siendo señalado por proteger la mafia de trata de personas; otro, Yassir Vázquez, no debería ocupar cargo alguno pues le fue girada orden de aprehensión en la averiguación previa 153/2015 en aquella entidad, pero se desempeña como subsecretario de Transporte en Puebla; y, el tercero, Florencio Madariaga, ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez, fue detenido por la interpol y estuvo preso en Madrid y en Chiapas por la malversación de 900 millones de pesos.éste último es el "cerebro", si se le puede llamar así, encargado de fabricarle los delitos a los líderes antorchistas (y a todo el que se oponga al gobierno de Barbosa) y de armar los expedientes correspondientes; trabaja en el drenaje y, por tanto, no ostenta cargo público de alto nivel.Estas son, en Puebla, las "ternuritas" encargadas por la 4T de destruir el prestigio y, si se puede, de encarcelar a los opositores al gobierno estatal y, particularmente, a los líderes antorchistas.Ni más ni menos que la cofradía de Monipodio.
Este grupo delictivo cuenta con todo el apoyo, no faltaba más, de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que dirige Santiago Nieto, dependencia que después de congelarle las cuentas a los agricultores de Chihuahua que se oponen a que el agua de la Presa "La Boquilla" se vaya a los Estados Unidos, en lugar de beneficiar a los connacionales, ha dejado en claro ante todos los mexicanos que tienen ojos para ver, que está siendo utilizada por el gobierno de la 4T como un instrumento de represión política en contra de los opositores.
¿Quiénes sufren la calumnia y la persecución de Monipodio y cofrades? Los líderes más destacados del antorchismo poblano, hombres y mujeres transparentes; que llevan toda una vida luchando por una patria mejor al lado y codo a codo, con los más pobres de aquella entidad que, por lo mismo, los respaldan y apoyan.
Barbosa y su grupo han fabricado en contra de ellos delitos tan absurdos como el "robo de despensas", hasta otros muy graves, por ser de orden financiero; en este último caso se recurre a la estrategia de presentar los ingresos que arrojan los negocios legítimos, completamente lícitos que ha levantado la organización a lo largo de más de 35 años de trabajo económico, como "de procedencia ilícita".Pero, ni han probado ni pueden probar nada al respecto, pues es una calumnia.
Sin embargo, dado que esos inquisidores carecen de todo escrúpulo moral, no se descarta que en un golpe de poder se pretenda privar de su libertad a algunos de nuestros queridos y respetados líderes poblanos.
Por ello, considero necesario cerrar esta colaboración con una advertencia y una reflexión.
La advertencia a los aprendices de Torquemada: los líderes perseguidos por la 4T en Puebla no están solos.Cuentan con el respaldo de más de dos millones de antorchistas a nivel nacional, si tocan a uno, tocan a todos.
La reflexión: la versión de la lucha de la honestidad contra la corrupción que ha utilizado la 4T para perseguir a sus enemigos, al conjuro de las palabras del presidente, tantas veces repetidas en las mañaneras: "No somos iguales"; "No es lo mismo de antes" "La corrupción se acabó", se está cayendo a pedazos, perdiendo toda credibilidad en la gente desprejuiciada.
Los videos de Pio recibiendo dinero de un funcionario de Chiapas (de los cuales se dice hay cuando menos 14 más); los señalamientos contra la esposa de Ramiro López Obrador, Concepción Falcón Montejo, que en el cargo de ¡Síndico de Hacienda! del municipio de Macuspana, convalidó el desvío de más de 230 millones de pesos, en menos de dos años, hecho por el cual el alcalde de ese municipio y todo el cuerpo edilicio tuvo que renunciar y, para colmo, el robo al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, en el cual, según señalamientos de su Director.Jaime Cárdenas, está involucrado nada menos que el secretario particular de AMLO, Alejandro Esquer (remember el otro secretario particular, el señor de las ligas, René Bejarano), cuya hija, con un salario superior a 100 mil pesos, atiende una oficina de Pemex en Texas, encargada de compras por 1,500 millones de dólares anuales, han acabado con la imagen maniquea que se le ha querido vender al pueblo de México, de una 4T, toda honestidad, frente a sus adversarios, toda corrupción.
Frente a estos hechos crasos, no inventados por nadie, el pueblo mexicano debería recordar y aplicar la sentencia bíblica: "por sus frutos los conoceréis", esto es, por sus hechos, y no por los melifluos discursos que se lanzan en las mañaneras y, en consecuencia, tener claro que en el caso de la persecución de nuestros compañeros antorchistas poblanos, no se trata de ningún intento de hacer justicia, sino de una perversa acción de la cofradía del Monipodio poblano que pretende deshacerse de sus legítimos adversarios políticos, torciendo la ley.Que no nos engañen.
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