En los días que corren, el continente americano convulsiona entre multitudinarias manifestaciones de protesta.En países como Chile, Ecuador, Haití, Argentina, Honduras y Brasil, el común denominador es el mismo: la inconformidad social por las medidas económicas que flagelan a la clase trabajadora.
Por otro lado, en México, el actual presidente llegó al poder apoyado por el hartazgo de los ciudadanos ante la insultante injusticia social que predominaba.Pero hoy, a un año y cuatro meses del cacareado cambio, los sectores pobres han visto agravada su situación económica; se ha recortado drásticamente el gasto social; la ineficiencia administrativa y la imposición de los proyectos económicos del gobierno morenista, han colocado al país al borde de la recesión; la política revanchista del lopezobradorismo, instaura un gobierno autoritario, que con el discurso contra la corrupción y el intermediarismo, persigue a periodistas y exfuncionarios, encarcela a sus opositores, y a las organizaciones les niega el derecho a la gestión y a la representación, violando la Constitución o reformándola a modo; y por si fuera poco, el país se ahoga en un mar de crímenes por la guerra entre los grupos del crimen organizado, y de éstos contra el gobierno que está ya rebasado.Ante todo esto, el país se polariza, empiezan a darse brotes de inconformidad y por respuesta, sólo hay una peligrosa cerrazón del gobierno.Se ha desvelado el carácter demagógico del gobierno de la 4T.
Nuestro país ha transitado por episodios que han marcado su historia, y cuyos resultados han variado, según los protagonistas que los encabezan y que conviene tener presentes para saber qué decisiones tomar en esta coyuntura social y sobre todo, a futuro.Ante la insultante esclavitud que duró casi 300 años, la Independencia no fue alcanzada por los caudillos defensores de las clases explotadas, sino por un arreglo entre los españoles peninsulares y criollos que acordaron dejar a salvo los intereses de la Iglesia, los ricos y la casa real de España.Con la Reforma, la clase media dio la lucha para coronar los intereses de la burguesía; pero el pueblo volvió a quedar relegado.En la Revolución, que fue sin duda el primer movimiento social en la historia de México, en que las capas populares fueron protagónicas, las limitaciones políticas e intelectuales de sus principales caudillos, no permitieron superar la etapa de la espontaneidad; y los pocas libertades y derechos reconocidos, una vez estabilizado el país, fueron eliminados paulatinamente.
Vemos pues, que los movimientos de liberación no tuvieron la madurez necesaria para llevar al poder un gobierno que hiciera justicia al pueblo trabajador.En este contexto llega el actual gobierno como un nuevo intento de calmar la eterna inconformidad de los mexicanos, pero manteniendo el mismo estatus, el de los grupos de poder que han estado al frente de nuestro país.Sin embargo, la agitación política y social que empieza a manifestarse en México y que en otros países de nuestro continente, han llegado a la violencia social, demuestran que ya no es posible seguir manteniendo a la clase trabajadora en un eterno estado de pobreza; la pesada desigualdad que se recarga en las espaldas de los sectores vulnerables es ya insostenible.
Estando así las cosas, toma importancia la existencia del Movimiento Antorchista Nacional.Desde nuestro nacimiento como organización, hace 45 años, realizamos este análisis histórico, entendiendo cuáles fueron las causas que impidieron a los movimientos de liberación lograr sus objetivos, para superarlos, preparándonos con paciencia y esfuerzo constantes, forjando la estructura que tuviera los dos factores indispensables: una masa poderosa y politizada, preparada para luchar en defensa de sus derechos constitucionales, y los liderazgos, armados científicamente y sobre todo, con arraigo y autenticidad entre la masa, para que, llegado el momento, puedan tomar el poder por la vía pacífica, de una vez por todas, en favor de la clase trabajadora de nuestro país.Es cierto que la propaganda de los poderosos ha logrado generarnos una imagen tergiversada, para provocar aversión de las masas populares hacia nosotros, con el objetivo de evitar que se nos unan para mantener el poder y a los mexicanos en la pobreza.Por tanto, es necesario que se conozcan nuestros orígenes y trayectoria, pero sobre todo, nuestro proyecto de país.
El festejo de 45 aniversario en el estado de Puebla, el próximo 10 de noviembre, es la penúltima de 6 concentraciones masivas, que tienen por objetivo buscar que la nación entera pueda conocer nuestra realidad, nuestra lucha, nuestro tamaño real, y sobre todo, las cuatro propuestas de gobierno que tienen como eje fundamental mejorar la vida de los sectores pobres: primero, empleo digno para todos; segundo, salario bien remunerado, que permita adquirir la canasta básica a las familias; tercero, política de impuestos progresiva en la que pague más impuestos, quien gana más y menos impuestos, quien gana menos; y último, más inversión en infraestructura para sectores pobres.
Por ello, llamamos a todos los sectores relegados y agredidos, a las organizaciones, a los gobiernos locales, a los periodistas, a los ciudadanos con genuinas y limpias inclinaciones políticas y a la sociedad en general, que ha visto su vida deteriorada como producto de las políticas económicas erradas, a que vean en nuestros multitudinarios actos de festejo, lo que han tratado de ocultar y negar los poderosos del país, a saber, que Antorcha es una fuerza real, progresista, auténtica y con una trayectoria de 45 años trabajando al lado de los pobres.
A la luz de los acontecimientos actuales, debemos entender que los conflictos sociales en varios países, son producto de la desesperación y el hartazgo de los sectores pobres, que por falta de preparación política y de claridad, toman el camino de la violencia para exigir justicia, ante lo cual el Estado responde con represión, encarcelando y asesinando a los manifestantes.Antorcha propone a los mexicanos, por tanto, que saquemos las lecciones necesarias de nuestra historia, que para evitar que nos encaminemos por la vía de lo violencia y la radicalización social, debemos formar un partido político verdaderamente popular, que se prepare para tomar el poder definitivamente en favor de las mayorías maltratadas.
Este próximo 10 de noviembre, en el estado de Puebla, el Movimiento Antorchista Nacional les dice a todos los mexicanos deseosos de verdadero progreso, de justicia económica, política y social, que estamos listos para llegar honrosamente a nuestra cita con la historia.
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