El anuncio que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hizo con otro de los cambios dentro de su gabinete, en este caso el de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, comenzó a filtrarse desde las pasadas elecciones cuando Morena perdió el control total de la Ciudad de México (CDMX) y como parte de una maniobra política para castigar a Ricardo Monreal, actual presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado, por actuar, comentan, en contra de los candidatos de su mismo partido en el bastión de la “izquierda” y, así intentar bajarlo de sus aspiraciones rumbo a la Presidencia de la República en 2024 y cortar la posible alianza de él con Marcelo Ebrard para bloquear a Claudia Sheinbaum.
Y doña Olga, como en algunos casos de políticos que permanecen dentro de la 4T, regresará al Senado; y muy ingenuo será pensar que sólo permanecerá como una legisladora más, porque todo apunta que ella lleva la misión y la fiel encomienda de ser la nueva presidenta del Senado y concretar las próximas reformas que el Ejecutivo enviará para su aprobación. La orden presidencial encierra un solo objetivo: bloquear todo intento de la oposición por echar abajo los planes de AMLO y controlar al Legislativo como al inquilino de Palacio Nacional se le antoje.
Pero… el nuevo "personaje estrella" y quien no será sólo "un florero" es nada menos que Adán Augusto López Hernández, actual Gobernador de Tabasco, quien ocupará el cargo de Secretario de Gobernación; él es hermano de la esposa del Gobernador de Chiapas y principal promotor, gestor y operador de la “Ley Garrote” para reprimir a los tabasqueños en sus protestas y manifestaciones legítimas. Además, es un funcionario complice que inundó, junto con AMLO, a sus paisanos en noviembre de 2020 para que Villahermosa, la capital del estado, se inundara por completo. Aun recordamos aquella frase que se hizo viral: “Tuvimos que optar entre inconvenientes, no inundar Villahermosa o que el agua saliera por las zonas bajas, desde luego se perjudicó a los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión”, así las palabras de López Obrador durante un vuelo en un helicóptero militar durante la catástrofe.
Con dichas credenciales del nombramiento de López Hernández, el mensaje del presidente Obrador fue bastante claro: el giro de la política será más que dura, golpeadora y muy represiva; y si durante el medio sexenio de gobierno la política dictatorial de AMLO ha sido visible, ahora, con el nuevo inquilino de Bucareli, el diálogo entre gobierno y la llamada sociedad civil simplemente no existirá, eso sí, habrá más persecución y represión políticas y más control con la incorporación del grupo político tabasqueño a ese puesto clave, donde también el gobernador de Chiapas seguirá jugando con la baraja morenista. Así, Adán Augusto se suma a la lista de funcionarios tabasqueños que ocupan algún cargo dentro del actual gabinete en diversas áreas y que, según el presidente, son “leales a sus intereses”.
En suma, el giro que toma López Obrador se vislumbra peligroso para la oposición, pero también para el pueblo de México, que tanto ha sido ignorado y que fue él quien colocó al actual gobernante de México. En comparación con los enormes tentáculos que la política salinista tuvo en su época, la política obradorista rebasa los alcances del priismo, por lo que ahora será más difícil la estabilidad del país con la negociación y mediación de los problemas públicos en los que el gobierno Federal tenga que intervenir; o sea, la omisión del Estado ahora se ahondará y se le agregará un ingrediente más, un político que usará las oficinas de Bucareli como garrote para seguir fortaleciendo el poder "absoluto" que a AMLO tanto le gusta.
Por lo pronto, también es claro que don Adán Augusto se está moviendo políticamente para el lugar que le conviene y se aprovecha de su patrón; así, la Conago no le quedará otra opción, que enfrentarse a él y a la nueva encomienda presidencial para llegar al 2024 con una oposición débil y quizá muy resquebrajada y con el camino más fácil para Claudia Sheinbaum, que aunque es la preferida de AMLO, todavía falta ver si será la "corcholata" que decida apoyar todo el morenismo.
Morena, la 4T y AMLO enseñan más los dientes como un intento de salvación para recuperar el poder perdido con sus muy malos resultados desde el gobierno federal. La descomposición del partido oficial ahora es más clara con el "sencillo" juego de cambiar piezas por otras que "sirven más". Por el momento, un “porro” será el titular de Gobernación para amedrentar y “golpear” más fuerte a los opositores que saquen los trapitos sucios de la 4T. De mientras, la pugna por la Presidencia en 2024 se vuelve cosa del círculo más cercano al Presidente y es uno de los temas que estaremos viendo lo que resta del 2021 y durante todo el 2022. ¿Quién ganará en esta partida del ajedrez político?, ¿AMLO logrará detener a la oposición teniendo pésimos resultados en su formar de gobernar a México? Muy pronto la realidad se encargará de darnos la respuesta. Por el momento, querido lector, es todo.
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