La fiebre del chapulín ha afectado duramente en Nuevo León; diputados y alcaldes se han sumado a los cítricos, el partido que reparte el queso en el Estado. La creación de un nuevo, Nuevo León, está ahora sumando a todo aquel que acepte la invitación, no importa que haya formado parte de la vieja política y que ahora gustosamente se quita la camisa y se pone la playera de ocasión.
El caso más llamativo, a pesar de todo, es el de una señora que en su momento se opuso a los aumentos del transporte y ahora que aumentó, ni pío dijo porque esta recibiendo maíz del actual gobierno.
Este fenómeno no es nuevo, sólo que lo habitual es que se cambien de partido antes de ser candidatos; ejemplo de ello es Víctor Fuentes, de Partido Acción Nacional, que se cambió a guinda, pero después, al no obtener la candidatura a la gubernatura, se regresó nuevamente a su partido, por el cual es senador y ahora es uno de los primeros quejosos de que el actual alcalde de Santa Catarina se pinte de naranjo, y cuyo primer acto fue cambiar un letrero en el centro del citado municipio de blanco a naranja.
El argumento esgrimido por tales individuos es que, desde esa nueva trinchera, seguirán defendiendo mejor los intereses de la gente que los eligió y que desde ese nuevo lugar las demandas de la ciudadanía que el representa serán mejor atendidas. Siempre se justifican por cualquier cosa, como, por ejemplo, que el dirigente del partido que sea, los miró feo y que es un dictador y que no admite replicas ante nuevas ideas y que, por tanto, se irán a un lugar mejor desde donde sí les dejarán poner en práctica sus ideas. Si hubiera congruencia, dijera un profesor, mínimo deberían terminar su cargo por el cual fueron elegidos y una vez que terminen, pueden irse a donde gusten. ¡La palabra se acabó!
El partido, por definición, es la vanguardia de una clase que lucha por sus intereses. La historia de los partidos políticos, al menos en lo que se refiere a México, es relativamente moderna, recordemos que, en los tiempos de Juárez, había dos sectores de la sociedad que luchaban frontalmente, aunque no se dijeron partidos, representaban ciertos intereses, sino liberales y conservadores. Los primeros, representaban a la burguesía o empresarios que buscaban el desarrollo capitalista de México y los segundos, buscaban mantener el sistema feudal predominante en México. Como se sabe, los conservadores, fueron derrotados en 1867 (aunque no definitivamente), con el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo.
Porfirio Díaz continúo defendiendo los intereses de esa misma burguesía triunfante y eso le permitió mantener el poder durante más de 30 años, pero la burguesía mexicana quería mucho más de lo que ya tenía; los campesinos, que iniciaron la lucha, debido a que no estaban organizados y educados, fueron derrotados, la burguesía finalmente venció en 1917.
Con el triunfo de Venustiano Carranza, los intereses de los empresarios estaban asegurados, pero debemos tener claro que los ricos de este país también están divididos y por eso dentro de los ganadores hubo diferencias, lo que obligó en un momento dado es que ellos se organizaran en un partido para poder controlar a todos y de esa manera repartir el poder de manera interna. Es así como nace el Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929 y que, en 1938, se transformó en Partido Revolucionario Institucional PRI.
El primer partido que se registró en México, fue el Partido Comunista Mexicano, que se fundó en 1919, pero que desapareció y que algunos de sus miembros se pasaron al PRD. El cual se autodenomina demócrata, pero que de un tiempo acá se ha convertido en un apéndice de los que en un momento juró combatir.
En 1939, surge el Partido Acción Nacional (PAN), es un partido político cristiano, de doctrina política conservadora y liberal, afín a las ideas de la democracia cristiana. Sus estatutos establecen que su posición ideológica es el humanismo cristiano. Diversos analistas lo definen como un partido de derecha, que surge precisamente de los herederos de los conservadores y que también representan un importante sector empresarial.
Este y muchos otros partidos más son los que actualmente existen en nuestro país para dar una idea de que en este país funciona la democracia, cuando la mayoría de estos partidos representan a ciertos sectores de la clase rica y poderosa de este país y que mientras así suceda, seguirán intercambiándose cuadros entre ellos para tener un mejor control de la ciudadanía y que ellos sigan enriqueciéndose a manos llenas.
Hasta el momento, urge la necesidad de crear un nuevo partido político, pero que realmente represente los intereses de las clases trabajadoras: la gente que forme ese partido tiene que ser gente nueva, gente que represente que nunca haya estado en otro partido al menos, en las altas esferas.
Nos debe quedar claro que hay un partido detrás de todos esos cambios, es decir hay alguien que necesita que estos hombres puedan servir a sus intereses. No debemos recordar que los ricos de este país, no les interesa mucho si el hombre en cuestión se autodenomina independiente o cambie de un partido a otro, lo importante para ellos es que siga haciendo lo que ellos necesitan no importa que si con sus acciones conducen a más pobreza y miseria para las clases populares. En fin, como sucedió con el anterior partido omnipotente, los cambios y movimientos siguen ciertos intereses para los ricos y por supuesto, porque los intereses que dicen defender en realidad son pantalla para defender los intereses que a ellos les conviene.
Un hombre por sí solo, por más que sus ideas estén avanzadas, no podrá cambiar las cosas. Ocupa la fuerza de todo un partido, entendiendo este, como el que cristaliza sus ideas más avanzadas, así la perdida de un hombre, sólo será sustituido por otro, y la obra continuará, tu puedes aportar una estrofa, dice el poema. Desde que se dividió la sociedad en clases, cada clase debe tener sus propios dirigentes y jefes y la clase obrera no puede ser la excepción. Quizá uno se vista de color diferente, pero siempre representando a la clase trabajadora en el corto, mediano y largo plazo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario