Aunque no todo lo viral merece ser comentado, me parece que es necesario pronunciarse al respecto por el revuelo que causó la frase “compañere”, que se pronunció en una clase virtual del Tecnológico de Monterrey. El lenguaje como parte de la superestructura de una sociedad, también puede ser usado y manipulado por las clases dominantes para lograr los objetivos que quieren; la fuerza represiva por sí sola no siempre puede contener la rebelión de las clases oprimidas.
Y si bien los trabajadores deberían aprender del pasado, ellos también han aprendido y mejorado su forma de dominio. Y es así, que logran a través de sus poderosos medios de comunicación que los trabajadores, enemigos naturales de su sistema se conviertan en sus aliados en contra de sus hermanos de clase. Por eso, en Estados Unidos casi no vemos protestas de las clases trabajadoras, lo mismo que en el imperio romano, la explotación de otros países, permite a la clase poderosa de ese país darle mejores migajas y eso los mantiene contentos.
Para ello usan las películas, las telenovelas, libros y ahora las redes sociales, para moldear un individuo consumista y egoísta. En otras épocas era la religión que ocupaba ese lugar, haciendo creer a los siervos (no confundir con los ciervos de la nación), que, así como estaba organizado el cielo y como castigo del pecado original, estaban condenados a ganarse el pan con el sudor de la frente; esto se ha ido modificando en parte, ya que se han creado nuevas religiones y han encontrado nuevas formas de control. En las empresas internacionales, a los trabajadores ya no se les denomina empleados, sino “socios”, para que el trabajador se sienta parte de la empresa.
Ahora la campaña se ha vuelto cada más agresiva, usando la paridad de género, la comunidad lésbico-gay, entre otros. Es tan poderosa la campaña que algunos medios “de izquierda” y “progresistas” usan los colores del arcoíris en su empresa o su compañía de noticias, pensando que con eso contribuyen a la liberación de la humanidad. Aunque no es cierto, porque si revisamos la lista de los que fueron postulados a los distintos puestos, fueron pocos los representantes de las clases populares y/o usando ese pretexto eliminaron a uno que pudiera darles batalla.
Los medios progresistas no se dan cuenta, que al final lo que busca esa campaña es desviar la atención sobre los principales problemas que están afectando al país. La lucha entre los opresores y los oprimidos se torna complicada, porque se complica hablar de pobreza o explotación. Hay que ver como el lenguaje, se tergiversa en la mano de los políticos que actualmente detentan el poder. Cuando unos protestan se les llama “chantajistas” sin explicar si la demanda está fundada y motivada por la realidad. Hay que ver cómo cambia el lenguaje cuando se está en la “oposición” y ahora que es el encargado de darle soluciones a los problemas de la gente.
Un ejemplo, de cómo se usan los poderosos medios de comunicación para moldear a las personas, sucede por ejemplo con la palabra p… que se usa en el futbol mexicano, como eso hiere algunas mentes sensibles se usan sanciones y castigos por parte de la Federación Internacional del fútbol, para que el público no use esa palabra, que está muy arraigada en la cultura mexicana.
La lucha feminista, es otro frente de batalla, que aparentemente busca la liberación de las mujeres, pero lleva el veneno dentro; esa lucha empezó antes, pero en un contexto más amplio y la solución de dicho problema es más amplia que la simple libertad de la mujer. Para que la mujer goce de los plenos derechos, tiene que cambiar el modelo económico, tiene que haber un triunfo de la clase trabajadora, sobre la clase capitalista. Porque, en esencia, lo que buscan ahora, con la benevolencia del capital, es que la mujer sea una mujer libe, pero libre para ser explotada por el sistema.
Hay un video donde se plantea el caso de una maestra de Matemáticas que reprobó a un niño por haber puesto 5 en la suma de 2+2, aunque parezca irreal eso sucede, y como resultado tenemos a ese movimiento antivacunas y esa alumna que se aferra a que le llamen compañere, aunque lo real es que debe ser compañera o compañera, porque es lo que actualmente se usa; y si en un futuro eso se generaliza será como todas las palabras que se han incluido en el vocabulario, forzadas.
El lenguaje, por supuesto que se va modificando a lo largo de los años, muchas palabras nuevas que se vienen agregando del inglés, como “sándwich” y “ticket”, que poco a poco vamos usando, y es resultado de la mezcla de las distintas culturas que se van mezclando. Pero debemos tener cuidado con las campañas que emprenden los imperialistas para no caer en su juego y explicarle a la gente que eso es parte de una campaña internacional que busca que la gente olvide que esto es una lucha de clases y a los trabajadores les conviene un lenguaje directo y sencillo, para entendernos mejor.
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