Como ya es prácticamente de todos conocido, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hasta ahorita no ha querido poner en práctica un plan económico especial para hacerle frente a los estragos causados por la pandemia de COVID-19 y los mismo sucede con los gobernadores de Morena en los estados, como es el caso de Cuitláhuac García Jiménez.Dejando en el total desamparo a la mitad de la población pobre del país, que hasta ahora no ha sido beneficiada con alguno de los programas de transferencia monetaria directa.El mismo presidente sostuvo, en su informe trimestral el pasado 5 de abril en el patio central de Palacio Nacional, que estos programas están beneficiando a 22 millones de mexicanos, pero de acuerdo con los datos que el mismo gobierno proporciona, a través del CONEVAL, el número de pobres en México asciende a 52.4 millones de personas.
Es decir, más de la mitad de la población que está sufriendo los embates de la crisis, al quedarse sin empleos o al perder su fuente de ingresos, caso de los trabajadores informales, no recibirá ningún apoyo gubernamental y tendrá que buscar la forma de sobrevivir por su cuenta, rascándose con sus propias uñas para llevar alimento a sus casas con los riesgos de contagiarse de coronavirus y de padecer por los efectos de la enfermedad.
Organismos no gubernamentales como la Oxfam México, grupos de empresarios, académicos, analistas económicos de la talla de Joseph Stiglitz (quien no se refiere a México pero sí a las economías emergentes), entre otros muchos, han opinado lo incorrecto de la posición del presidente mexicano, quien no escucha a nadie y en cambio afirmó que la pandemia de coronavirus le vino como anillo al dedo al gobierno de la 4T.
Aquellos, le han dicho que está por delante la salud y la vida de millones de mexicanos y que debe posponer los proyectos del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía para utilizar los recursos destinados a estas obras para salvar vidas, evitar la hambruna, salvar las fuentes de empleo formal, que no se salgan los capitales del país y asistir a personas con trabajos informales.
Ante la tozudez del presidente López Obrador se han vertido en los medios de comunicación diversas opiniones, desde aquellas que van en el sentido de que empieza a tener problemas mentales hasta los que sostienen que es enemigo de la iniciativa privada, que con esto pretende que las empresas quiebren para luego expropiarlas y hacer una especie de socialismo a la mexicana.Pero yo me inclino por aquellos que sostienen que, en realidad, López Obrador y el grupo de capitalistas que lo apoya, le apuestan a que con la entrega de dinero en efectivo que están haciendo a la gente a través de diversos programas asegurarán el voto de los mexicanos para los próximos procesos electorales, una compra adelantada de votos, y que con esto sus candidatos ganarán las elecciones y que incluso el mismo presidente pudiera reelegirse, negando en los hechos el principio de "sufragio efectivo, no reelección".Pero está equivocado sí cree que el pueblo no tiene memoria histórica, los trabajadores ya lo empiezan a vomitar.
Ya vimos algunas acciones en este sentido, aprovechando la confusión generada por la pandemia, en la Cámara de Diputados aprobaron en lo oscurito la reelección de los diputados.Hecho que los aleja total y absolutamente de uno de los planteamientos fundamentales de uno de los ideólogos preferidos del presidente López Obrador, de Don Francisco I.Madero.Hay un refrán de la sabiduría popular que dice que "quien teje un cesto, teje cien", y si el presidente y sus seguidores traicionan el principio de la no reelección, son capaces de traicionar todo lo que han afirmado de palabra hasta este momento.Es falso que estén del lado de los pobres, pues ahora que se requieren acciones contundentes que lo demuestren, éstas no se ven por ningún lado, por el contrario, lo vemos muy de la mano, en comelitonas con los hombres más ricos de México, Carlos Slim, Alberto Bailléres y Germán Larrea, al mismo tiempo que haciendo negocios con el ahora segundo hombre más rico del país, su socio Ricardo Salinas Pliego.La 4T está en una encrucijada y la población ya visualiza que no es cierto lo que han afirmado de que para ellos los pobres son primero y es por eso que la imagen del presidente y de los gobernadores de Morena va a la baja.No votemos por los candidatos de Morena.
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