Chetumal, Quintana Roo.- El Movimiento Antorchista tiene claro la difícil situación que enfrentan los mexicanos, que ninguno de quienes han tenido el poder de la nación han logrado o querido acabar de raíz con el flagelo de la miseria y la pobreza que afecta a cerca de 80 millones de ciudadanos y cuyo anhelo son salarios justos, acceso a la vivienda, servicios médicos de calidad; en general de oportunidades para todos, para vivir dignamente, aspiraciones que han quedado sólo en eso.
Para el líder antorchista Daniel Osorio García, es claro que en Quintana Roo, “las cosas no andan bien, tal y como el Gobierno del Estado pretende hacernos creer, porque existe mucha pobreza y desigualdad social; miles de personas que viven en colonias populares no tienen acceso al agua potable, la energía eléctrica, a seguridad pública, a calles en buen estado y mucho menos a un trabajo”.
Como consecuencia, las familias enfrentan serios problemas para alimentarse; los padres no tienen, por la ausencia de trabajo, un salario, un ingreso económico suficiente para cubrir los gastos del hogar lo que repercute en su calidad alimentaria, muchos niños hoy padecen desnutrición por la ausencia de alimentos en sus hogares, pero eso no lo ve el gobierno que bien puede paliarlo con el reparto de despensas en las colonias y poblados donde se resiente más la hambruna.
“Como pueblo organizado –dijo--, desde hace 20 años exigimos mejores condiciones de vida, pedimos oportunidades de desarrollo, pagamos por nuestras tierras, elegimos a nuestros gobernantes y por ello les exigimos que cumplan con el mandato del pueblo de gobernar parejo para todos, sin distingos y sin privilegios, pero en Quintana Roo la justicia social no es pareja, no es igual”.
“El Movimiento Antorchista ha recorrido todos los rincones de la entidad y conoce muy bien y de cerca las necesidades que imperan en muchas colonias y comunidades del norte y sur del estado donde no existen servicios de ningún tipo, la gente vive hacinada, apretujada, sobreviviendo diariamente con la esperanza de un mejor futuro, que en Quintana Roo lejos está de cristalizarse pues la pobreza incrementa y el gobierno es incapaz de controlarla”, sentenció.
Y no se diga que los políticos y gobernantes no conocen de esas carencias, pues cada tres años, cuando hay procesos electorales, se aparecen en esos sitios de pobreza ofreciendo cambiar el destino de sus habitantes, ofreciendo las perlas de la virgen con tal de obtener el sufragio popular y después desaparecen como también sus promesas de ayuda, ya basta de eso.
Las más de 35 mil familias antorchistas de Quintana Roo están hartas de promesas incumplidas, de que se les tome el pelo, de que se les quiera dar atole con el dedo, de que se le oferte una y otra vez que serán apoyados, que les darán ayuda alimentaria y fertilizantes, que serán incluidos en los censos de los programas estatales de asistencia, de créditos, de vivienda; que sus calles serán rehabilitadas, que tendrán alumbrado público, agua potable, seguridad pública, y al final todo queda en mentiras.
“Mentiras tras mentira, es la realidad que viven los antorchistas, que a pesar de que han tendido los puentes de diálogo y de entendimiento con el Gobierno del Estado, han sido relegados al olvido de manera incomprensible, pues ante todo han manifestado respeto a la figura gubernamental y en respuesta han recibido dos años de falsas promesas, de compromisos incumplidos”.
Osorio García aseguró que esas son las razones por la que los antorchistas marcharán este 28 de septiembre en Chetumal y Cancún, “es una manifestación pacífica pero a la vez enérgica contra un gobierno que no ha hecho nada contra la pobreza que lacera a miles de familias. Si con diálogo no lo entienden, trataremos por otros medios, incluidas la manifestación y el plantón permanente frente a palacio de gobierno”.
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