Se acabó la campaña. Por fin, se vieron reflejados los resultados de los esfuerzos realizados por los equipos de campaña; si funcionaron las frases bonitas y bien elaboradas; de las caminatas, cabalgatas y abrazos; se pudo ver la cara sonriente de los ganadores, por un lado y la tristeza y depresión de lado de los perdedores. Se acabó el tiempo de las promesas; ahora los ganadores tienen que dar resultados y no sólo para los que votaron por ellos.
Ya las aguas van retornando a su cauce después de las elecciones del 6 de junio. Ya se puede ir viendo las caras detrás de los proyectos ganadores, que nos son tan nuevos como dijeron algunos. Pero que difícil es que la verdad se abra el paso en medio de tanta mentira. Fueron unas elecciones marcadas por el abstencionismo, cientos de incidentes en las casillas, miles de personas no pudieron votar, robo de urnas, compra masiva de votos, solo por mencionar algunos incidentes.
Los antorchistas elegimos un proyecto y realizamos nuestro máximo esfuerzo para lograr la victoria, porque estamos convencidos de que si el pueblo no participa en la política no tiene derecho a exigir y, por eso, a pesar de que los resultados no favorecieron a los candidatos que apoyamos, continuaremos nuestra lucha. Expusimos nuestras razones y por eso, continuaremos nuestra lucha por los medios legales que aún quedan en nuestro Estado y país.
Buscamos solucionar problemas de vivienda digna, becas, educación, calles bien pavimentadas, colonias regularizadas, oportunidades de empleo, capacitación, abasto suficiente y de calidad, servicios públicos eficientes, por eso luchamos y seguiremos luchando y le haremos llegar nuestra petición y nuestra lucha a los que resultaron ganadores en la contienda. La lucha política es y seguirá siendo necesaria para la solución de los problemas de la gente y con el apoyo de la gente,
Lo que pudimos apreciar con mayor detenimiento es que el pueblo no participa activamente en las elecciones, el promedio de participación fue del 51% y en las secciones en donde viven los trabajadores la participación fue del 30 al 35%, por lo que la estadística demuestra que el trabajador no se siente contemplado en las decisiones y, por tanto, no participa. A pesar de tener calles con baches y falta de alumbrado, con los problemas de drenaje, a pesar de los cientos de llamadas a las dependencias, acuden cuando se les da la gana o simplemente no acuden.
Pero también, demostró que sólo el pueblo organizado y consciente puede hacer que los problemas se resuelvan. Y en eso reside el miedo que le tienen a Antorcha, porque hablan de que se apagó la Antorcha, ¿por qué le tienen tanto miedo a los muertos?, precisamente porque Antorcha sigue viva y actuante, saben perfectamente los enemigos del pueblo, que cuando se entienda el mensaje de Antorcha nada ni nadie podrá detenernos.
El Movimiento Antorchista no depende de una elección, porque su trabajo lo realiza todo el año y el hecho de no ganar una elección no significa una derrota completa, sólo es una batalla más por conseguir la justicia social que buscamos, y mientras no se consiga, no podrán, así como el presidente no pudo acabar con la Antorcha mundial. Y no sucederá por el simple hecho de que los problemas están a la orden del día y los antorchistas estamos listos para dar la lucha con todas las herramientas legales a nuestro alcance para que dichos problemas se resuelvan.
Lo dijimos durante la campaña: muchos de los que los visitaron una vez que concluya el conteo y se declaren los vencedores y perdedores. La mayoría de ellos desaparecerán como por arte de magia y antorcha no, porque Antorcha es la organización del pueblo, una organización que busca darle conciencia y voz a los que siempre han estado olvidados por cientos y miles de años.
Por tanto, compañero colono, ama de casa, trabajador, recuerda la Antorcha aumentará su llama y su exigencia de un Nuevo León más justo y equitativo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario