El modelo de bachillerato a distancia tiene por lo menos catorce años operando en el estado de Colima; son conocidos como Educación Media Superior a Distancia (EMSAD), y junto con los Telebachillerato Comunitario (TBC), atienden a más de dos mil jóvenes de las zonas rurales. En la actualidad, según datos oficiales, son 255 los maestros y trabajadores que laboran en 45 centros, y hasta hace unos meses, además de recibir un salario de hambre, nunca tuvieron prestaciones ni seguridad social. Hace casi tres años que un grupo numeroso de estos maestros se sumó a las filas del Movimiento Antorchista colimense, y su suerte cambió.
Con fecha del mes de mayo del año 2015, un grupo de maestros, educadores en los bachilleratos de EMSAD y TBC, me solicitaron, como dirigente estatal del Movimiento Antorchista de Colima, asesoría y apoyo para frenar -así dijeron-, el atropello de que estaban siendo víctimas, cuya culminación -aseguraron- era el despido injustificado para muchos de ellos. Al comprobar que el temor era justificado y el peligro de despido, inminente, los antorchistas acudimos en auxilio; colonos, campesinos y estudiantes, marchamos como un sólo hombre al Palacio de Gobierno, y logramos, no sólo conjurar el atropello, sino advertir que los maestros, a partir de entonces, ya no estarían sólo. Así nació en Colima, otro sector más de nuestra lucha: Antorcha Magisterial.
Pero esta fue sólo la primera de muchas batallas. Tal como lo advertí en distintos medios de comunicación, los EMSAD y TBC son, cuando menos en Colima, los bachilleratos en los que menos gastan los gobiernos de los tres niveles; pero no sólo eso, cuando menos hasta el año pasado, el mísero salario de los maestros, era pagado sólo con la aportación de la SEP federal, lo que significó siempre, sólo la mitad de lo que los maestros en realidad deberían de ganar. La pregunta obligada es: ¿a manos de quién fue a parar todo el dinero que los gobiernos dejaron de aportar a los salarios de los EMSAD y TBC en los últimos 13 años?
Si cada maestro, por curiosidad quisiera saber, a cuánto ascendió el desvío de dinero de su salario del que hablamos, bastaría que multiplicara, el salario quincenal que recibía hasta antes del mes de mayo del año pasado, por el número de quincenas que ha trabajado; le aseguro que el producto que obtenga de este pequeño ejercicio, le sorprenderá. Pues de este tamaño era, antes de que Antorcha lo denunciara, el desvío de recursos en los EMSAD y TBC. ¿Ahora se entiende por qué los maestros nunca tuvieron prestaciones ni seguridad social ni nada?
Pero la lucha organizada siempre da frutos. En el mes de mayo del año pasado, el Gobernador del Estado anunció lo siguiente: "Mi gobierno destinará desde esta primer quincena de mayo, un total de 13 millones 093 mil 663 pesos para que se les cubran sus salarios completos por lo que resta del presente año" (Diario Avanzada, 5/5/2016), y más adelante dijo: "La totalidad de los trabajadores de este subsistema reciben un salario por debajo del establecido nacionalmente, dado que se aplican únicamente los recursos que destina la federación para ese nivel [el 50 por ciento, aclaro yo], porque el Gobierno del Estado no aportaba la parte correspondiente al no presupuestar recursos." Con esto, los maestros mejoraron su ingreso gracias a la lucha de todos los antorchistas colimenses.
Pero esto no fue todo, el salario era sólo una parte de las demandas, la lucha de los maestros antorchistas siguió, los medios registraron la inconformidad: "Maestros de EMSAD y Telebcachilleratos piden seguridad social" (AFmedios, 28/7/2015). El gobierno del estado respondió a principios del año que corre: "Entrega JIPS a maestros del EMSAD y Telebachilleratos su afiliación al ISSSTE", "[...] dijo que es uno de los tres pasos para regularizar a los maestros [...]. "[...] un tercer paso será dar de alta todas las claves para poder tener acceso al servicio profesional de carrera "y con esto completar este programa de normalización, como se comprometió en campaña y estamos cumpliéndolo", (Colimanoticias, 11/02/2017). Con la seguridad social se conquistaron también las prestaciones, pero como lo declaró el Gobernador, sin las claves presupuestales no hay plazas, y sin las plazas, sigue pendiente su compromiso de campaña.
Aunque no es despreciable lo que la lucha antorchista ha dado a los maestros en estos tres años, es claro que no es suficiente. Todos los maestros de EMSAD y TBC organizados en Antorcha Magisterial, pero sobre todo los que no son antorchistas, deben comprender que la injusticia atropella a todos por igual, que el maltrato, la manipulación y el robo oficial no distingue diferencias políticas ni religiosas cuando se les enfrenta sólo y desorganizado, pero sobre todo alejados del pueblo trabajador. En una magistral obra publicada en 1848 se dice lo siguiente: "la burguesía [entiéndase la clase dominante] ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenían por venerables. Al médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al sabio, los ha convertido en sus servidores asalariados", y yo agrego además, que los ha alejado totalmente de su verdadera madre nutricia, es decir, del pueblo pobre y trabajador.
Compañeros maestros, no hay mejor celebración que la lucha. Reclamaremos la antigüedad laboral hasta donde la batalla nos lo permita; exigiremos la entrega inmediata de las claves para hacer realidad las plazas; haremos realidad las prestaciones exigiendo un programa de créditos y apoyos para la vivienda, y sobre todo, crearemos en Colima la primera colonia magisterial para maestros de EMSAD y TBC. Adelante con Antorcha Magisterial, porque como dijo Sancho Panza, aún la cola falta por desollar.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario