Chiautla de Tapia, Puebla. Quetzotla es una pequeña comunidad del municipio de Chiautla de Tapia ubicada al sur, en los límites del municipio. No tiene más de cincuenta casas y escasamente ochenta habitantes. Carecen prácticamente de todo: agua y drenaje, caminos pavimentados, vivienda. Su condición de marginación y aislamiento le provocó ser presa fácil de la pandemia de la covid-19 que azota al país: prácticamente todas las casas y gran parte de sus habitantes sufren los efectos de dicha enfermedad. ¿Cómo fue que se contagiaron? ni sus propios habitantes pueden decirlo. Simple y sencillamente un, campesino, luego otro, sus familiares, sus amigos, de repente se vieron envueltos en los contagios hasta que casi todos los habitantes se vieron contagiados y empezaron a requerir medicamentos, a batallar por oxígeno y, lamentablemente, a ver cómo uno tras otro, hasta sumar ocho, fueron muriendo algunos ciudadanos. La noticia corrió como el viento en toda la zona, no en balde se dice que “las malas notas vuelan”. Y las consecuencias no se hicieron esperar. Ante el riesgo de contagio seguro, los “piperos” dejaron de llevar agua, los proveedores ya no entran al pequeño poblado, los taxis y mototaxis no quieren entrar ahí, y los “combieros” la piensan dos o tres veces antes de admitir un pasajero oriundo de esa pequeña comunidad.
El confinamiento es casi total. Todos condenados a ver pasas los días dentro de los límites de sus hogares. Se comunican entre ellos mediante los jóvenes y/o niños que han podido resistir el contagio, o la presencia de la muerte. Los habitantes sólo salen en pequeños grupos de cuatro o cinco gentes en alguna de las camionetas que existen en Quetzotla y hacen la compra de todo y para todos. El abarrote, las medicinas y, sobre todo, el oxígeno para tratar de mantener con vida a la población. ¿Las autoridades? Nada, prácticamente nada. Alguna que otra despensa y párele de contar. Ninguna visita oficial del personal del ayuntamiento, o personal de salud. Nada…
En estas circunstancias fue como el grupo antorchista de Quetzotla estableció contacto solicitó ayuda a su organización. El equipo de activistas de Chiautla de tapia, encabezados por la maestra Friné Rivera san Juan, puso manos a la obra y buscó apoyos para la población. En días pasado hizo entrega de cientos cubre-boca, gel, guantes, y solución desinfectante con una bomba para su aplicación. Han brindado consultas médicas y conseguido medicamentos y oxígeno. No es todo lo que se necesita para abatir el problema, pero es mucho más de lo que las autoridades municipales y sanitarias han hecho. Cabe señalar que algunos candidatos han brindado varias despensas y una asociación humanitaria a desinfectado las calles y las casas. ¿Las autoridades? Brillan por su ausencia.
En estas circunstancias la líder social, Friné Rivera destacó que la fraternidad entre los miembros de la organización se muestra con hechos. “Pero la solución de fondo está en que la población haga conciencia de que debe luchar organizados contra su marginación. No es casual que la covid-19 haga estragos sobre todo en los más pobres. Sin agua, sin condiciones higiénicas, es de esperarse que los parias sean víctimas fatales de esta enfermedad. Y, entonces, hay que luchar contra esa condición de miseria a la que condena este modelo económico tan injusto”, sentenció.
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