La educación en México vive una catástrofe silenciosa en el contexto de la pandemia, que se traduce en un proceso veloz de desinstitucionalización y que se enraíza en distintos componentes de la vida social y económica. A cinco meses del inicio del ciclo escolar, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha publicado la estadística sobre los alumnos que aún siguen inscritos en el país, información que serviría para calcular la deserción escolar durante la pandemia. Dicha información no se encuentra de manera pública en el Sistema de Información y Gestión Educativa (Siged) y la dependencia tampoco la ha entregado a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
La estadística del sector federal y de los gobiernos estatales sirve de base para llevar a cabo los procesos de "planeación, programación, presupuesto y asignación de recursos, estimación y rendición de cuentas del sector, entre otras actividades.", según Marco Fernández, investigador de la Escuela de Gobierno del Tec y México Evalúa. Esta información serviría para conocer el impacto de la pandemia en el sector educativo y saber cuántos y quiénes dejaron o permanecen en este ciclo escolar.
ésta es la primera vez en cinco meses que la información no esté en el sistema. Tampoco hay una estrategia para evitar la deserción escolar. La falta de transparencia, retrata a un Gobierno federal que no tiene como prioridad la educación, la cual la ha dejado en el olvido, con ello en perjuicio de los que menos tienen. Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calculan que 628 mil niños y jóvenes de 6 a 17 años de edad abandonarán los estudios en México, debido a la crisis económica generada por la pandemia y que disminuye los ingresos de las familia, así como la falta de condiciones para el aprendizaje a través de la educación no presencial.
La pandemia por covid-19 no sólo ha generado problemas económicos, también una crisis en la educación que afecta en todos los niveles educativos y por ende la deserción escolar, pues 16 por ciento de quien deje la escuela lo hará por motivos económicos, mientras que 9 por ciento lo hará por razones académicas. "En el caso de México la influencia de la caída del Producto Interno Bruto (PIB) es determinante&rdquo, dice el estudio del BID.
En cuanto a las clases virtuales, el 45.3 por ciento de los estudiantes usó casi siempre la plataforma de Google for Education, el 43.3 por ciento los recursos de Aprender en Casa por Internet, mientras que el 40.8 por ciento utilizaron los programas transmitidos por televisión. Es lógico pensar que los resultados no son los óptimos, pues el aprovechamiento no es igual a las presenciales. Esto orilla a que cada familia se las ingenie para que sus hijos tengan internet para poder recibir clases, provocando que se desestabilice en su economía, pues lo que usaba para las necesidades elementales para su vida cotidiana; ahora lo tiene que utilizar para pagar el internet. Muchas familias por no contar con un sueldo seguro y suficiente, se ven obligadas a permitir que sus hijos abandonen sus estudios para ponerse a trabajar y ayudar económicamente en el ingreso familiar.
Con este horizonte, la situación se vislumbra aterradora y preocupante, pues las generaciones de estudiantes que deberían estar preparándose para llevar las riendas del país el día de mañana, se están viendo obligadas a dejar sus estudios. Por otro lado, la insensibilidad del Gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, sale a relucir en estos momentos de crisis y de angustia para millones de familias; en los discursos se habla de apoyos incondicionales a los sectores más vulnerables, pero ya el pueblo no se puede pasar toda la vida viviendo de engaños y manipulación.
No podemos seguir creyendo que todo está bien, porque la realidad nos está diciendo otra cosa; basta con recordar los recortes significativos a la educación, 13 programas educativos desaparecieron del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2021, mismos que estaban destinados principalmente a sectores vulnerables, entre el el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, formación y certificación para el trabajo, fortalecimiento a la excelencia educativa y las becas "Benito Juárez&rdquo, que han sido una de las principales banderas de este sexenio. Las becas de "Jóvenes Escribiendo el Futuro” no han llegado a todos los estudiantes que las necesitan; estos apoyos parecen ser más el preámbulo de una campaña electorera que estrategias bien planeadas para combatir la deserción escolar. Los datos nos indican que las acciones que ha hecho el Gobierno federal no son las indicadas, pues el problema del abandono escolar sigue aumentando, la pandemia ha develado todas las debilidades de los programas educativos.
Es realmente preocupante, nuestras autoridades parecieran no apostarle nada al tema educativo, aún sabiendo que la educación puede convertirse en la palanca de cambio de una sociedad como la nuestra, resulta verdaderamente complicado entender la negativa o la falta de interés de los gobiernos para crear políticas públicas que permitan el acceso a la educación y que se logre consolidar como un derecho para todos los jóvenes.
Afortunadamente la juventud en el mundo se está dando cuenta que el modelo económico está fallando y eso Antorcha lo aplaude. Pero eso no es suficiente, hace falta que la juventud mexicana tome conciencia, a través de destacadas organizaciones estudiantiles que han brotado para denunciar la desigualdad en la educación como la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR). Es a través del estudio de la ciencia de la política, como lo ha dicho Federico Engels, que la juventud entiende el papel que debe de jugar en nuestra sociedad. Los jóvenes deben estudiar las leyes que gobiernan el desarrollo de la sociedad, para comprender cuáles son las trabas, los problemas, las causas que impiden que tengan una mejor educación y cómo se puede alcanzar una mejor vida para nuestro pueblo.
Las ciencias sociales estudian la economía, la filosofía, la política, si la juventud estudia todo esto y se hacen de este conocimiento, se permitirá tener una explicación científica de lo que acontece en su entorno y, sobre todo, de la importancia de que los estudiantes, como miembros de la sociedad en que viven, se integren y participen en los problemas que están impidiendo no sólo una mejor educación para el sino un bienestar para el pueblo que vive una difícil situación por la falta de empleo, de buenos salarios, de una buena infraestructura, que carecen de salud, cultura, deporte, y de lo indispensable en obras y servicios básicos.
Antorcha tiene una política definida para los jóvenes, el estudio, excelencia académica, la cultura, el deporte y múltiples actividades para todo aquel que realmente se quiera preparar y desenvolver en cualquier ámbito que se le presente, teniendo una educación de calidad y conciencia política. La suma de estas actividades y saberes les permitirá tener claro la importancia de su participación política en las próximas elecciones, para impulsar el desarrollo y también la urgente necesidad de que se organicen y luchen.
No podemos seguir permitiendo que la sociedad siga avanzando con tantos problemas encima, el desarrollo del país está estancado, es por ello que la juventud, junto al pueblo organizado, deben ser la punta de lanza de una transformación verdadera a favor del pueblo. Por ello, hago un llamado fraterno a los jóvenes para que se sean más analíticos y no se dejen envolver por las personas que critican mucho y no hacen nada bueno; para que se interesen en conocernos y estén interesados en tener un país mejor, a que conozcan más de cerca al Movimiento Antorchista Nacional, que con una visión distinta, busca fomentar y hacer a jóvenes más críticos, busca motivarlos para que se eduquen, se cultiven y practiquen música danza, poesía o cualquier deporte y puedan emplearlo como un estilo de vida.
México debe aprender de los países que en la actualidad tienen un mayor desarrollo y una mayor estabilidad; porque han puesto a la educación como un pilar fundamental para lograr un amplio bienestar social, lo que llega a reflejarse en un sólido crecimiento económico. De ahí la importancia de luchar para cambiar el modelo económico y a la vez el modelo educativo, para poder crear una sociedad donde los más favorecidos sean los que producen la riqueza del mundo.
La juventud por naturaleza es rebelde, pero esa rebeldía bien encausada puede proyectar mejor su vida y actuar maduramente, darse cuenta que el presente y el futuro están en sus manos; esto los convertirá en hombres y mujeres capaces de modificar su realidad. ésa es la misión transformadora de la juventud, ésa es la tarea de las generaciones actuales. Ya lo dijo el poeta español Miguel Hernández: "La juventud siempre empuja, la juventud siempre vence”. Y la salvación del México futuro, de su juventud depende.
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