Así como lo lee, amigo lector, el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que hasta ahora había venido navegando con su careta popular de "primero los pobres", viola, pisotea y se burla flagrantemente de la Constitución; ahora, por sí y ante sí, prohíbe y amenaza la reunión y organización de los pobres de México que no comulguen con su proyecto fallido de nación.
Como ya es del conocimiento publico de todo el país, los mexicanos que militamos y simpatizamos con el Movimiento Antorchista Nacional, estamos celebrando en este 2019 por ser este nuestro derecho constitucional el 45 aniversario de la fundación de nuestra organización, es decir, casi medio siglo de encabezar a los pobres y luchar contra la pobreza y por la solución de las necesidades más apremiantes de los mexicanos más desamparados.Para celebrar tal acontecimiento histórico, nuestra comisión organizadora programó seis eventos masivos en seis diferentes ciudades, que abarcarían las seis distintas regiones en que dividimos toda nuestra actividad organizativa: San Luis Potosí en la región Norte; Morelia en el Occidente; Tuxtla Gutiérrez en el Sureste; Tijuana en el Noroeste; Puebla en el Centro II; y Ciudad de México en el Centro del país.
El éxito evidente e inobjetable de tales eventos masivos, manifiesto inequívoco no solo de la capacidad de convocatoria de Antorcha, sino también del sentimiento de abandono oficial que sufren millones de mexicanos pobres, que siguen afanosamente buscando un cambio social, se puso de manifiesto desde el 11 de agosto del año que corre, cuando 100 mil antorchistas desbordaron el estadio "Alfonso Lastras" de la ciudad de San Luis; no menos exitoso fue el evento masivo de la ciudad de Morelia del día 24 de agosto, 60 mil antorchistas abarrotaron ese día el estadio "Venustiano Carranza" de esa ciudad.El siguiente e inminente éxito masivo tocaría ahora en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; el día 13 de octubre, 60 mil antorchistas del sureste mexicano, tenían cita en el estadio "Víctor Manuel Reyna", pero el "Leviatán" de la Cuarta Transformación (4T) se opuso terminantemente.El Gobierno morenista de Chiapas, de Rutilio Cruz Escandón Cárdenas, fue el verdugo en turno de AMLO, y el comunicado oficial fue terminante: "no se permite la celebración de dicho evento por órdenes superiores, y si lo hacen habrá consecuencias." He aquí la prohibición y la amenaza de la 4T.¿En qué parte de la Constitución se dice que por "órdenes superiores" de quien sea, se puede coartar el derecho de expresión y de manifestación pública de los mexicanos?, ¿por qué López Obrador y su Morena, temen tanto a la concentración masiva del pueblo organizado en Antorcha? Pero la amenaza fue evidente y por eso este evento masivo de antorchistas del sureste se suspendió.¿Y la amenaza es extensiva para los mexicanos antorchistas convocados en Tijuana, Puebla y la Ciudad de México? Urge organizar y educar al pueblo para parar al monstruo.
En la Constitución se lee lo siguiente: "La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público" (Artículo 6º).Nada de esto ataca, provoca, perturba, viola o lastima nuestro evento de aniversario.Y además, son también muy conocidos ya los llamados derechos de petición, de organización y de manifestación, tutelados estos en los articulo 8º y 9º de nuestra Carta Magna.Entonces no hay, por donde se le vea, ningún ordenamiento legal o constitucional, que le permita al gobierno de la 4T atropellar como lo hace los derechos de miles de mexicanos.Por eso las "órdenes superiores" de AMLO recurren a la amenaza, y por el poder que dice que le otorgaron 30 millones de votos.Faltaba más.
Pero estoy muy seguro que habrá quienes, al saber del golpe que ahora propinan AMLO y su partido a la organización de los pobres, reciban la noticia con cierta sonrisa socarrona y hasta con cierta conmiseración falaz, creyéndose ellos libres, amparados, protegidos y hasta inmunes a los torpes golpes instintivos de la bestia acorralada por el pueblo, que representa hoy el Estado en manos de los "incorruptibles".Pues para ellos y para todos, sería oportuno y prudente recordar y traer a colación ahora, el último de los sucesos que está marcando la ruta del país, una ruta hacia una política de derecha conservadora neoliberal, pero con un taparrabo de pelleja izquierdista, una política donde ahora peligran, no sólo la histórica división de poderes, sino la misma forma de gobierno republicana, representativa, popular y federal, que ha caracterizado a nuestra patria desde la Constitución de 1824.Me refiero a la sospechosa renuncia del ministro Eduardo Medina Mora Icaza, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a cuatro años de su elección y a 11 de que terminara su periodo.No hay, porque no se ha dado hasta ahora a ningún medio, una explicación seria, ni por parte del ministro ni por parte de nadie, de las posibles razones repentinas que pudieran haber motivado tal renuncia.Nada de esto nos ocuparía ahora si no se tratara de un suceso en uno de los tres máximos poderes de la nación: el Poder Judicial.
Se sabe, aunque no por medios oficiales, que la renuncia del ministro Medina Mora sí se debió a una presión del gobierno del presidente López Obrador, a una posible venganza política, motivada por el supuesto apoyo que al ministro le atribuían, contra los amparos promovidos contra el aeropuerto de Santa Lucía.Sostiene el articulista Mario Maldonado, del periódico EL UNIVERSAL, que, según documentos en su poder, se confirma que funcionarios de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), presionaron al ahora exministro para lograr su renuncia a la SCJN; afirma el columnista que el pasado 3 de octubre, de la UIF salió el requerimiento que solicitaba a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, incluir en la lista de sujetos bloqueados a 11 personas físicas y morales relacionadas con Medina Mora; estas mismas 11 cuentas, sostiene el periodista, fueron desbloqueadas, tan luego se confirmó la renuncia del ahora exministro.
Si esto es así, resulta que, renuncia o cárcel fue la amenaza para un ministro de la Suprema Corte.¿Qué podíamos esperar entonces para el pueblo pobre de México? Urge parar al "Leviatán" moderno.
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