Termina este año 2022 y, de antemano, deseo que todos los mexicanos, los potosinos en particular, pasen una feliz navidad y un mejor año 2023 en compañía de sus seres queridos, aunque esto suene ya trillado. Lo deseo porque la gente humilde merece eso y más después de un año de esfuerzos y sacrificios inauditos por sacar a su familia adelante en medio de carencias económicas; producto, en última instancia, de un modelo económico llamado neoliberal al que no le interesa el ser humano sino el enriquecimiento desmedido de un puñado de potentados; producto del mal gobierno de la 4T, representante de este modelo, que nos tiene ante una crisis económica, de inseguridad y de salud.
Quisiera decir cosas agradables, que endulcen un poco esta vida dura y difícil del menesteroso. Sin embargo, el propósito es explicar el por qué no se logra un México que le dé a sus hijos un mejor nivel de vida, libre de miedo, de ignorancia y de injusticia, los tres gigantes contra los que luchaba Don Quijote de la Mancha, ese personaje inmortal creado por el memorable Miguel de Cervantes Saavedra.
La terca y cruda realidad, es la de millones de familias en el país, difícilmente podrán llevar una navidad y año nuevo algo distinto de lo ordinario a sus mesas; ellas tendrán que conformarse con seguir laborando día y noche, para solventar sus deudas y el gasto corriente.
No se trata aquí de ser como el Grinch de la Navidad. Se trata sólo de hacer una detenida reflexión sobre algunos de los problemas que privan en nuestro país y en el mismo estado potosino. Y lo es, porque empezaremos el año nuevo, 2023, en una situación más compleja y difícil, que afectará el nivel de vida de nuestras familias. Inseguridad desatada, desempleo e inflación; vemos que la clase política en el poder, Morena y sus aliados, nos encausan hacia una dictadura, queriendo someter y controlar todo. Ahí está el caso del INE. Parece exagerado y, sin embargo, los hechos ahí están, como se dice “tocando a nuestra puerta”.
La inflación anual general no dio tregua y el PACIC de AMLO fracasó: “La inflación general de la primera quincena de noviembre de 2022 fue de 8.14%, menor a lo esperado por el mercado. Sin embargo, la inflación subyacente continua al alza” (https://mexicocomovamos.mx/, 24 de noviembre de 2022) En particular, la inflación de la canasta básica rondó por el 15 o 16%. Con esto el poder adquisitivo de los pobres se vio seriamente afectado: el ama de casa al salir al mercado a comprar huevo, frijol, tortillas, pollo, etc.; vio que su dinero “ya no rinde”, perdió poder adquisitivo; pensar sólo que se tiene que comprar el gas LP, pagar los recibos de agua y luz, hace temblar al trabajador.
¿Y la seguridad de los mexicanos? Mal, muy mal. “Con 137 mil asesinatos cierra el cuarto año del gobierno de AMLO. Esa cifra es 9 por ciento superior a la registrada en el sexenio de Calderón”. “La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en su informe diario, con cifras al 30 de noviembre de 2022, reveló que ese mes cerro con 2mil 71 asesinatos” (El Financiero, 2 de diciembre de 2022) ¡69 asesinatos al día! Buena parte de lo que nos informan los noticiarios se refiere a asesinatos, feminicidios, asaltos a comercios y transeúntes, y secuestros. La realidad es que esta 4T prometió muchas cosas en materia de seguridad, pero, esto sólo ha quedado en eso: en promesas.
Esperar un año venidero más próspero y mejor para todos los mexicanos es nuestro deseo más profundo y sincero. Sin embargo, este bienestar, esa prosperidad, no llegará por arte de magia o porque aparezca Santa Claus en la chimenea, –pues en la casa del pobre no hay chimenea–.
Ese cambio sólo lo llevarán a cabo los que hoy, en la época decembrina, poco o nada podrán compartir algo en sus mesas, los millones de pobres. Y lo harán en el momento en que se decidan a luchar de manera organizada, conscientes de la realidad que vive México.
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