“Aida”, ópera compuesta por Giuseppe Verdi y con un libreto de Antonio Ghislanzoni, estrenada el 24 de diciembre del año 1871 en el Teatro de Ópera del Jedive del Cairo.
Ha sido una de las óperas que más ha abrillantado mi sentido emocional y sobre todo a saciado mis necesidades visuales y auditivas, le he puesto ese título ya que a mi parecer es la escena simbólica que engloba esta ópera.
La música de esta famosa composición musical de la “Entrada triunfal” actualmente es usada para bailar el vals en graduaciones escolares o entradas nupciales y aún así desconocemos el verdadero origen de esta música, aclarando que no es un vals ya que no cumple con los requisitos en tiempos y estructura de un vals.
Siguiendo con la ópera de “Aida”, haré una breve introducción de esta; es una obra que se remonta en los años del antiguo Egipto, donde existen rivalidades entre los gobernantes y un amor imposible para la princesa. La acción tiene lugar en Menfis y en Tebas en tiempo del poder de los faraones del Imperio Nuevo de la dinastía XIX o XX.
-Aída, una cautiva etíope, es esclava de Amneris, la hija del Faraón. Entra Amneris, y al ver la alegría de Radamés, sospecha que ésta no viene motivada únicamente por sus sueños de gloria militar. Sus temores –porque está enamorada de Radamés–. En el trío que se produce entonces, Amneris se da cuenta de los sentimientos que unen a Radamés y a Aída.
Dentro del desarrollo de los cuatro actos que componen esta representación, los principales cantaores e intérpretes salen a relucir voces finas y con notas de difícil precisión.
Cabe destacar que la “Entrada triunfal” es una de las escenas más completas, ya que está compuesta de orquesta sinfónica, danza clásica, escenografía y actos completamente teatrales una combinación de excelencia en una puesta de escena, pero lo que resulta importante en esta escena es el poder político y cultural que sale a relucir el pueblo, insisto que toda obra artística a parte de caracterizarse por su belleza y perfección al momento de la ejecución, nacen de un sentido político e histórico, pero sobre todo recordemos que las óperas nacen de la necesidad de educar al pueblo.
La ópera “Aida” fue meramente un encargo, Giuseppe Fortunino Francesco Verdi (Bussetto, 1813 – Milán, 1901) recibió del Jedive de Egipto, Ismail Pachá, el encargo de componer una ópera, de ambiente egipcio, para que su estreno coincidiera con los fastos de la inauguración del Canal de Suéz.
Pero, ¿qué tiene que ver la ópera “Aida” y la famosa entrada triunfal con el concurso de voces de nuestra organización?...
Lo es todo, una buena voz no te asegura una representación artística de calidad, detrás de los buenos intérpretes de voz, debe de haber una historia, técnica y sobre todo una buena interpretación que logre transmitir, pero al mismo tiempo enseñar a nuestro pueblo, he ahí donde se justifica nuestra organización mencionando que el arte educa, enseña y nos hace hombres más humanos.
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