Luego de posponerse en dos ocasiones su entrega, finalmente el pasado 29 de julio, el Órgano de Fiscalización Superior del estado de Veracruz (Orfis), entidad autónoma dependiente del Congreso Local, entrego los resultados del análisis de la Cuenta Pública 2019, primer año de gobierno del morenista Cuitláhuac García Jiménez, en donde concluyó que existe un presunto daño patrimonial a las finanzas del estado, por más de 2 mil 645 millones de pesos, es decir, no se pudo comprobar correctamente en qué se gastó ese dinero, con lo que se podría suponer que se desvió para fines distintos a los legalmente establecidos u otras prácticas de corrupción.
Es cierto que, la mayor parte de ese dinero, cerca de 2 mil 100 millones de pesos, corresponde a malas prácticas de 210 ayuntamientos; sin embargo, más de 46 entidades pertenecientes al gobierno estatal presentaron irregularidades por un monto de 566 millones de pesos. Con lo que solamente se comprobó lo que ya era un secreto a voces: la administración estatal está muy corrompida, a pesar de todos los golpes de pecho que se da Cuitláhuac García y de que el presidente López Obrador adule su falsa honestidad cada que se presentan en público. Sería muy extenso analizar cada uno de los desfalcos que se practicaron, sin embargo, se pueden señalar algunos casos bastante ilustrativos.
La dependencia que presentó más observaciones fue la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), que encabeza Elio Hernández Gutiérrez, en donde se detectaron desfalcos por hasta 13 millones 443 mil pesos. Sobre esta dependencia existen acusaciones desde hace dos años, muchos constructores han denunciado que se les obliga a entregar un cuota de hasta el 30% del valor total de las obras que les son asignadas para que puedan seguir participando en las licitaciones públicas, en diversas ocasiones se han quejado de la sistemática extorsión de que son objeto, sin que el gobernador o los órganos de procuración de justicia hayan tomado cartas en el asunto.
Dentro de las diversas observaciones que le realizó el Orfis, destaca el presunto desvío de 2 millones 233 mil pesos para la construcción del parque principal de la col. 13 de diciembre en el municipio de San Rafael. Es un caso que los antorchistas conocemos muy bien, pues precisamente a finales de 2019 estuvimos denunciando y exigiendo a la SIOP que se aplicarán todos los recursos que se habían designado para la construcción de esta obra desde la tesorería federal, pues arbitrariamente se le realizaron cambios al proyecto original de construcción y se eliminaron diversos complementos recreativos, entre ellos una fuente danzarina, que los habitantes de la colonia habían solicitado para embellecer su comunidad. La estrategia fue precisamente abaratar lo más posible esa obra, para que parte del dinero destinado a su edificación se desviara para provecho personal de los morenistas que gobiernan Veracruz. Así lo señalamos en su momento y ahora el propio Orfis nos da la razón.
Veamos otro caso. También en la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), en donde despacha el favorito del gobernador, Zenyazen Escobar García, se encontraron diversas irregularidades financieras. El Orfis encontró que 26 millones de pesos destinados a becas, mantenimiento de escuelas de tiempo completo e incentivos para el magisterio, no se ejercieron y “presuntamente” se devolvieron a la tesorería de la Federación, sin embargo, existe el tufo de corrupción, pues fue hasta el último trimestre del año y al verse en aprietos, que la dependencia justificó la falta de ejercicio de ese recurso que tampoco se encontraba disponible entre sus fondos.
Por otro lado, en el Instituto de Espacios Educativos, entidad dependiente de esta secretaría se encontró un daño patrimonial por más de 8 millones 759 mil pesos, pues existen diversas obras realizadas con materiales de mala calidad y reportadas con sobre costo, además de aulas concluidas que no fueron equipadas con sus correspondientes mesas, pizarras y pupitres y que, por tanto, no son viables para ser utilizadas.
“Una irregularidad está en la escuela Telesecundaria Miguel Hidalgo y Costilla con clave 30DTV0791R ubicada en la localidad de Calentadores, municipio de Pánuco, donde derivado de la visita domiciliaria a las obras de la muestra que se revisa, en la que el auditor técnico y el representante del ente fiscalizable se constituyeron en el sitio, con la finalidad de verificar la situación física de la obra y llevar a cabo las mediciones de los trabajos realizados, encontrándola a la vista obra de mala calidad por deficiencias técnicas” (https://alcalorpolitico.com/informacion/-chafean-obras-de-instituto-de-espacios-educativos-exhibe-orfis-349911.html#.YQ6yQVNKg_U).
Además, en la SEV se gastaron 12 millones de pesos en 2019 para diversos festejos, siendo los más onerosos las pachangas por el fin de año y el inicio de año (más de 7 mdp) que celebraron los directivos de las oficinas centrales de la SEV con sendos banquetes costeados por los contribuyentes.
Y, la cereza del pastel, el Orfis encontró que el Sistema Estatal Anticorrupción, solo “está de adorno y desviando dinero”, pues en dicho sistema se desviaron más de un millón 600 mil pesos, a través del rubro “Servicios Generales”, en donde no se pudieron justificar de qué manera el ejercicio de ese recurso ayudó en el combate a la corrupción.
Debemos recordar que la Cuenta Pública debió presentarse en noviembre de 2020, sin embargo, por diversas situaciones, como que no se encontraba completa se pospuso para el 31 de enero de 2021; sin embargo, antes de llegar esa fecha los diputados morenistas presionaron en el Congreso local para que el Orfis presentará los resultados de sus auditorías hasta el último día de julio de 2021, tal como ocurrió. El Gobierno estatal persiguió dos objetivos principales: 1) no tener que enfrentar acusaciones probadas de corrupción antes del proceso electoral y 2) utilizar la revisión de las cuentas de los ayuntamientos como instrumentos de presión para que los alcaldes disidentes o de partidos de oposición se vieran en la necesidad de colaborar y aportar recursos a las campañas de los candidatos morenistas. Ambos propósitos fueron logrados.
Sin embargo, la realidad no se puede eludir para siempre, aunque se le eche por la puerta siempre regresa por la ventana. Y, sobre el gobierno de Veracruz, han pesado diversas acusaciones de corrupción, prácticamente desde el inicio de su gestión y a pesar de toda la palabrería con la que intenten justificarse y todas las maniobras a las que recurren, los veracruzanos no debemos dejarnos engañar. Morena y sus adeptos han fracasado en la que fue su principal estandarte: acabar con la corrupción. A la postre han resultado igual o incluso más corruptos que sus predecesores. Quienes luchamos por una sociedad mejor, por una transformación profunda en beneficio de los sectores más pobres de Veracruz y del país, debemos ver en estos hechos innegables, una prueba irrefutable de que nuestra lucha representa la esperanza de la Nación entera.
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