Todavía con el dulce sabor de boca que nos dejó aquel 26 de octubre de 2014, cuando 120 mil antorchistas poblanos llenamos dos estadios de manera simultánea en nuestro 40 aniversario, el año 2015 inició para nosotros con grandes retos y tareas que, hoy podemos decir, hemos cumplido. Y en honor a todos los antorchistas que trabajaron tan intensa, decidida y desinteresadamente, es mi deseo hacer un repaso breve de nuestros logros más importantes.
A fines de enero y principios de febrero de 2015, con eventos masivos en Puebla y Ajalpan, nuestros entonces diputados federales, doctora Soraya Córdova Morán y licenciado Lisandro Campos Córdova, informaron de la aplicación de 2 mil 200 millones de pesos en obras para los poblanos, cifra histórica lograda por dos legisladores federales. Miles de campesinos, obreros, estudiantes pobres, maestros y colonos se vieron beneficiados con obras que mejoran de forma directa su vida.
Esta intensa labor de gestión en la Cámara de Diputados y el arduo trabajo realizado en pueblos y colonias por ambos diputados fue reconocido por los beneficiarios y, además, por los funcionarios de gobierno y organismos públicos como el Instituto Mexicano de Evaluación, instituto que, en Washington, Estados Unidos, entregó al licenciado Lisandro Campos el premio al mejor diputado de México. Este reconocimiento -y el logrado por el Ing. Telésforo García como mejor alcalde en el Estado de México- nos demuestra que Antorcha sí sabe gobernar.
En febrero, muy joviales acudimos a la fiesta fraterna de los artistas: la Espartaqueada Cultural Nacional edición 2015, realizada en nuestro municipio emblema: Tecomatlán. Ahí, los cantantes, músicos, bailarines, declamadores y oradores poblanos, todos ellos hijos del pueblo humilde, se coronaron con el primer lugar de la tabla general de posiciones. El brillante despliegue de talento mostrado por todos los artistas del país y la gran convocatoria que ha logrado esta competencia, nos demuestra que somos la única organización que impulsa en serio la cultura popular.
En febrero, y como resultado de la amplia labor cultural que desplegamos, el Ballet Infantil de Antorcha, formado por los niños del Plenito Infantil de Tecomatlán, fue invitado a Berlín, Alemania, para participar en el Concurso Internacional Tanzolymp, en el que lograron un muy loable tercer lugar, compitiendo contra 40 ballets de 28 países. ¡Antorcha tiene con qué responderle al futuro! La nueva generación ya comienza a dar sus frutos.
En marzo alistábamos ya la lucha por las diputaciones federales, que arrancaron el domingo 5 de abril y en las que competimos con tres candidatos: el Ing. Juan Manuel Celis Aguirre por el distrito 13 de Puebla, con sede en Atlixco; la Ing. Edith Villa Trujillo por el Distrito 16, con sede en Ajalpan, y la Profra. Hersilia Córdova Morán como candidata plurinominal por la cuarta circunscripción del país. Activistas, estudiantes, artistas y plenistas poblanos -con el apoyo decidido de toda la organización-, nos abocamos a ganar las elecciones en 54 municipios poblanos, la cuarta parte del total del estado. La tarea no fue fácil. Anunciando una campaña dura y complicada, se desató el lodazal mediático en la prensa poblana. Y apenas comenzada la lucha electoral, el atentado en Ajalpan contra nuestros compañeros. No hubo descanso. A cada paso nuestro, los viejos enemigos del antorchismo se hacían presentes para tratar de desbaratar lo construido: atentados, ataques en la prensa, toneladas de volantes con propaganda negra, agresiones en las calles, secuestros y tortura debimos sufrir en nuestra lucha. Sin embargo, ni uno solo de los activistas se arredró, ni uno solo dio muestras de cansancio y temor, por el contrario, de cada ataque nos levantamos más fuertes, más decididos y más entusiastas.
Así, la noche del 7 de junio de 2015, en Ajalpan y Atlixco celebrábamos las contundentes victorias de nuestros candidatos, Ing. Juan Celis e Ing. Edith Villa. En total, más de 90 mil votos para los candidatos antorchistas en los distritos electorales XIII y XVI, en una lucha frontal contra todas las fuerzas políticas del estado, incluidas algunas del propio PRI. Con ello demostramos que, a pesar de las calumnias, el discurso de nuestra organización le agrada a la ciudadanía y lo acepta como el más consecuente con la realidad nacional. Además, esta lucha nos consolidó, sin lugar a dudas, como la organización social más importante del estado. Gracias a ello, hoy tenemos tres legisladores antorchistas, que harán un buen papel en la Cámara de Diputados.
En julio, cientos de campesinos, estudiantes y obreros, fueron testigos de la presentación en Tecomatlán de Elisa Carrillo, primera bailarina de la Casa ópera de Berlín, y 12 estrellas mundiales del ballet clásico. La presentación de esta gala de estrellas, también es un reflejo fiel de nuestro avance en el terreno cultural.
A inicios de septiembre, una noticia triste ensombreció nuestros corazones: falleció el Doctor Juan Manuel Celis Ponce, el hombre nuevo antorchista. El Doctor Celis Ponce no sólo fue el padre de uno de los pilares de la organización, sino que fue, además, un hombre culto, un médico excepcional y doctor de cabecera de muchos de nosotros, un hombre fiel a los ideales antorchistas, músico, pintor, deportista en sus mejores años y el autor del hermoso himno de nuestra organización. La luz que irradiaba el Doctor Celis alumbrará por siempre el camino de los pobres en su búsqueda de una sociedad mejor.
En noviembre participamos en el Encuentro Nacional de Teatro en SLP con las puestas en escena "Los Bandidos", presentada por los Grupos Nacionales de Antorcha, que ganó el primer lugar de la categoría semiprofesional, y con "El Papa y la bruja", presentada por la Compañía de Teatro Doctor Juan Manuel Celis Ponce, que logró el tercer lugar de la misma categoría. Además, ganamos premios a la mejor escenografía, mejor actriz y actor secundario. También asistimos al Concurso Nacional de Voces, realizado en Pachuca, Hidalgo, en el que los cantantes de la delegación poblana lograron el primer lugar de la tabla general de resultados.
Hemos trabajado muy duro; no hay duda de eso. Y los resultados de un año de trabajo son alentadores. Nos indican que somos capaces de completar exitosamente cualquier tarea que nos propongamos, siempre y cuando trabajemos arduamente para cumplir.
A pesar de los obstáculos que nos plantan los enemigos del progreso, a pesar de los ataques en la prensa, hemos avanzado considerablemente en nuestro camino, porque, además, tenemos la fortuna de contar con una dirección precisa y clara. Queremos agradecer públicamente al Maestro Aquiles Córdova Morán, un hombre brillante y valiente, porque en los momentos más complicados de la lucha nos ha marcado el derrotero a seguir y nos ha dado ánimos para salir triunfantes. ¡Gracias, Maestro Aquiles!
Sin embargo, compañeros, la realidad nos impone una nueva tarea. El Movimiento Antorchista cumple, este 2016, 42 años de lucha ininterrumpida a favor de la clases más desprotegidas de México; mucho hemos construido, mucho hemos avanzado y, sin embargo, la pobreza sigue galopando y a su paso va destrozando la vida de millones de mexicanos. Hemos llegado, en el país, al umbral de los 100 millones de pobres. Tan sólo en Puebla, más de 65 por ciento de los ciudadanos vive en condiciones miserables; existen municipios de la Sierra Negra o de la Sierra Norte en los que la pobreza lacera a más del 93 por ciento de la población y la capital del estado se ha convertido en la fábrica de pobres más productiva de todo el país, según las estadísticas oficiales. Esto no puede seguir así.
Es necesario impulsar un cambio profundo en México, un cambio que erradique la injusta distribución de la riqueza nacional y que termine con la insultante desigualdad económica que padecemos. Este sueño será realidad cuando tomemos el poder político. Y para ello, es necesario que antes de una década seamos 10 millones de antorchistas, politizados, educados, aguerridos, capaces de dar una batalla democrática con posibilidades reales de éxito. Por tanto, la tarea ahora es crecer, crecer y crecer, en cantidad y en calidad. Vamos por el "uno por uno por uno"; es decir, que cada antorchista se comprometa a organizar a otro mexicano, y así sucesivamente. Enfoquemos nuestros esfuerzos e inteligencias a ello. La realidad así lo demanda y nosotros no tenemos otro camino que demostrar que podemos cumplir.
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