Quiero referirme a todos aquellos que han elegido a la escuela como su vocación y modo de vida, porque ser docente, hoy, en tiempos de la Cuarta Transformación, es un arrojo para lograr la formación de nuevas generaciones de estudiantes, es jugársela por un futuro mejor, es aportar un granito de arena para que el mundo y la sociedad en que vivimos se desarrolle; en concreto: es ayudar a que niños y jóvenes sean mejores personas cada día.
Ser educador, hoy, es portar una tarea de amor, dar a los alumnos la luz del conocimiento es el mejor regalo que les podemos hacer, que al menos uno de cada grupo que atendemos reciba el mensaje, y haga germinar la semilla que sembramos en él, manteniendo la esperanza de que algo en un tiempo no muy lejano podrá cambiar en nuestro mundo.
Nadie mejor que el docente para cautivarnos. Sí, porque el profesor tiene un valioso recurso en sus manos que necesita ser moldeado, y quien mejor que ellos para trasformar la arcilla en una escultura. Para muestra de esta transformación, en Tecomatlán nos alegramos de tener al mejor maestro que nos ha dado la patria, me refiero Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista, la organización más grande, más noble y mejor estructurada de México.
Los maestros de Tecomatlán deben ser la conciencia del magisterio nacional y, por tanto, del pueblo trabajador al que tenemos que despertar, porque el 15 de mayo que celebramos, además de que fue un día de festejo, de descanso, también fue de lucha, ya que el actual gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador no proporciona condiciones dignas para los profesores y para los hijos de la clase trabajadora que enfrentan condiciones precarias y salarios que sólo le permiten sobrevivir.
El profesor común obedece a la oficialidad ciegamente sin poner peros, es cierto que debemos cumplir las órdenes de nuestros superiores, pero entendiendo muy clara y precisamente, que con esto estamos haciendo gente hábil para producir lo que a los poderosos les conviene y necesitan, y eso no está mal porque es el modo de producir riqueza, pero vamos a producir riqueza sólo para unos cuantos, mientras el resto se debate entre la necesidad y la ignorancia, por eso Antorcha quiere de los maestros dos objetivos claros: educar y organizar.
Los maestros tienen una deuda con la clase a la que pertenecen, un compromiso con el pueblo pobre de México, porque deben formar en las aulas a jóvenes conscientes de su realidad social, a investigadores, futuros profesionistas y técnicos críticos que produzcan riqueza para el país, y al mismo tiempo formar en ellos un espíritu de lucha para que la riqueza sea repartida de manera justa y equitativa entre el pueblo pobre de México.
El profesor, dentro y fuera del aula, nos hace pensar, reflexionar, y poner en práctica nuestras ideas. La enseñanza es una profesión hermosa, quizás la más sublime de todas, requiere dedicación, paciencia, voluntad y una intensa dedicación. La enseñanza es sin lugar a dudas una vocación, pero aprender a ser un maestro antorchista no es una tarea fácil, necesitamos estar abiertos al conocimiento, dispuestos a salir de nuestra zona de confort y aceptar que es posible lograr un nuevo modo de vida.
Queridos maestros, su presencia en la vida de cualquier persona es esencial. No sólo cuando buscamos aprender de ustedes, sino durante toda la vida. Por lo tanto, les pido que ejerzan su profesión con entusiasmo, recuerden que muchos ojos que los miran con atención este día, están dispuestos a ver lo mejor que tienen para ofrecer a la comunidad, al país y porque no, al mundo lo que han construido. Y a donde quiera que vayan no olviden difundir esta idea, compartir con su familia, amigos y sociedad que un profesor antorchista no sólo enseña asignaturas, también educa, inculca disciplina a sus estudiantes, asesora, gestiona actividades, planifica el futuro, les enseña arte, cultura, deporte y es principalmente un creador de opinión crítica.
En conclusión, quiero decir que aprender es un verdadero privilegio, cuando tenemos educadores como los emanados del Movimiento Antorchista de las escuelas de Tecomatlán. Agradezco por la paciencia que tienen al compartir sus conocimientos, por las valiosas enseñanzas de vida que les dejan a nuestros niños tecomatecos desde la Ludoteca “Elucom”, Preescolar “General Gabino Lozano Sánchez” Escuela Primaria “Miguel Hidalgo”, Escuela Secundaria Técnica No. 16, Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No.110, “Profesor. Luis Córdova Reyes” hasta el Instituto Tecnológico de Tecomatlán “Aquiles Córdova Morán”.
Estoy agradecida y honrada por los maestros que tuve, por las enseñanzas que recogí. Por eso, tengo la certeza del arduo aporte de estos profesionales por los cambios significativos y profundos que en la actualidad requiere nuestra sociedad.
Maestros de Tecomatlán trabajando por el presente y el futuro de nuestro país estamos asegurando una patria más justa, más democrática, más popular y soberana para todos, sigamos adelante con la formación del nuevo maestro para la creación del hombre nuevo. A todos los maestros les reconozco su lucha diaria. ¡Feliz día del maestro todos los días
0 Comentarios:
Dejar un Comentario