Resulta alarmante e indignante el imparable incremento de la violencia política en todo el país a medida que se acerca el 6 de junio, fecha decisiva para saber quiénes nos representarán en el Congreso de la Unión y quienes gobernarán los estados y municipios que renuevan autoridades.
Es por demás sospechoso e intolerable, la violencia que está sucediendo en pleno desarrollo de campaña política de los candidatos, precisamente, cuando estos, necesitan de la máxima seguridad y libertad de movimiento para tratar de convencer a los electores y ganarse su apoyo, más aún, que el descontrol de la violencia ocurra a ciencia y paciencia de las autoridades responsables de la seguridad de los candidatos.
La opinión de la mayoría de los analistas de los diferentes medios de comunicación coincide en que estas elecciones, se perfilan a ser las más violentas de los últimos 20 años. Durante el tiempo que se han desarrollado las campañas electorales, estas, se ven enmarcadas trágicamente por un escalamiento de las agresiones a candidatos y una inexistente estrategia gubernamental para contenerlo. Según la consultora Etellekt, en lo que va de la presente campaña electoral han sufrido ataques 563 personajes de la política; de este total, han sido asesinados 83, es decir, el 15% en cifras redondas; de estos 83 asesinados, 32 de ellos, el 38.6%, eran candidatos. Este es el saldo rojo de la campaña, hasta hoy.
Tras el asesinato de Abel Murrieta, candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cajeme, Sonora, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, criticó la falta de seguridad en el país, dijo que el clima de violencia política que prevalece, ha sido impulsado por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena. “Crímenes como el asesinato del candidato Abel Murrieta en ciudad Obregón demuestra el fracaso de la estrategia federal de “abrazos y no balazos”, así como, la consecuencia de la violencia política contra los opositores de parte de Morena, impulsada por el propio Presidente de la República”. Critica con la que yo coincido plenamente.
Hay alarma dentro y fuera de México por el clima de terror y de violencia que se respira en todo el país en estas elecciones y, por la ineficacia y displicente respuesta oficial al grave problema. Los antorchistas, no estamos en condiciones de asegurar que la violencia generalizada en todo el país sea parte integrante de la política del presidente López Obrador y sus operadores para inhibir el voto ciudadano por no contar con pruebas suficientes y fehacientes de ello, pero nos preocupa seriamente, en cambio, y es nuestro derecho manifestarlo, la inacción de las autoridades para impartir justicia y la impunidad a la que hacen alarde los delincuentes.
También nos preocupa e indigna, la abierta intromisión del Presidente en el proceso electoral en curso y, más aún, la arrogancia desafiante con que confiesa estar violando la ley electoral y la propia Constitución General de la República con tal de apoyar a sus candidatos. Se trata evidentemente, de una burla abierta y desafiante a la opinión pública del país y a las autoridades electorales que, por ley, son las encargadas de conducir el proceso electoral. Tampoco estamos de acuerdo y lo rechazamos enérgicamente por considerarlo un grave riesgo para todos los ciudadanos, el uso político de la ley y los órganos de justicia para abrir investigaciones judiciales contra personas, grupos u organizaciones; promover desafuero, amenazar con cárcel a candidatos ya formalizados por el INE, remover gobernadores violando el pacto federal, entre otras lindezas. Todo esto, en plena campaña electoral.
Esto abona a la sospecha de que Morena y el Presidente López Obrador que, al sentirse perdidos por su mal trabajo en el gobierno de la auto denominada “Cuarta Transformación” y el evidente fracaso de los gobernadores, diputados y presidentes municipales emanados del partido marrón, le están apostando todo a inhibir por cualquier medio el voto ciudadano para ganar la próxima elección. ¿Esto incluye también la violencia y los asesinatos políticos? ¡No lo sabemos! Pero de lo que sí estamos seguros es que nuestra tarea es derrotar a los promotores del abstencionismo y de la inhibición del voto ciudadano. Si queremos acabar con los atropellos de Morena y la destrucción de nuestro país, debemos salir a votar en masa el 6 de junio para salvar a nuestra patria de las garras de los opresores.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario