A nivel mundial millones de ojos han estado puestos sobre 11 mil 326 deportistas de 205 países que en días recientes han dado pruebas de una gran disciplina, trabajo, esfuerzo e inversión económica para lograr las hazañas atléticas que hemos visto en pantalla, en esta XXXII Olimpiada celebrada en Tokio, Japón.
También un gran número de mexicanos, aunque no la mayoría, porque según una encuesta realizada por el prestigiado diario El Universal, sólo el 21.3 por ciento de los encuestados dijo mostrar mucho interés y un 31.5 por ciento dijo mostrar un poco de interés, verá la participación de nuestros representantes deportivos y la de otros países.
Quizá nuestro poco interés se deba a los gravísimos problemas de salud, económicos y de seguridad que vivimos en estos momentos, pero no sólo ello, en nuestro país la promoción del deporte ha sido muy mala, los gobiernos nunca han pensado en serio en convertir a México en una potencia deportiva, para ello tendrían que masificar la práctica del deporte y eso jamás ha estado en sus prioridades.
Lo anterior, porque crear atletas de alto rendimiento, es decir competitivos para justas como la de los juegos olímpicos o la de los juegos panamericanos, etc., implica desde compra de vestuario, calzado, equipo deportivo, material, complementos, insumos médicos, pago a entrenadores y equipo multidisciplinario, hasta recursos para asistir a las competencias, o las concentraciones, preparación y campamentos para mejorar el rendimiento de un deportista.
En la presente administración federal hemos visto que a pesar de que prometió un cambio, el cambio en torno al deporte se dio pero para arrebatarle los recursos a los atletas de alto rendimiento, el día 2 de abril del año pasado el jefe del Ejecutivo dio la orden de extinguir los fideicomisos y el día 8 de octubre de 2020, después de sesionar 19 horas, los legisladores de Morena en la Cámara de Diputados, fieles seguidores a los mandatos del presidente y olvidándose de que son servidores del pueblo que los eligió, aprobaron la extinción de 109 fideicomisos entre ellos el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) .
Con la supresión de ese fondo se afectó a 299 atletas del deporte convencional, 21 de deportes adaptados, 700 del deporte nacional, 100 medallistas olímpicos y 81 paralímpicos. Para muestra basta un botón, el día 5 de agosto, la revista Proceso publicó que Alexa Moreno, gimnasta que alcanzó el cuarto lugar en la final de salto de caballo, sufragó sus propios gastos previos a los juegos olímpicos. Frida Martínez, quién trabaja en la agencia que representa a la gimnasta bajacaliforniana, declaró que Alexa tuvo que hacer un esfuerzo económico para comprar los instrumentos que le hacían falta y que confirmó que urgía infraestructura para el alto rendimiento.
Ejemplos como estos deben abundar entre los deportistas mexicanos, pero la 4ª, T sigue dando muestras de que jamás ha comprendido la importancia del deporte como si lo hacen naciones tan desarrolladas como China que lleva hasta el día en que escribo estas líneas 37 medallas áureas, Estados Unidos 31, Japón 22, etc., pues de acuerdo con un oficio publicado por “Forbes México”, la mandataria de la Comisión Nacional de Cultura y Física y Deporte, Ana Guevara, solicitó extinguir el fideicomiso usado para pagar mil 97 becas vitalicias a medallistas olímpicos el pasado 26 de junio.
Por esto y otros muchos ejemplos que por razón de espacio no menciono, podemos concluir que quienes nos gobiernan a nivel federal no comprenden o no quieren comprender la importancia que tiene para todo nuestro país la práctica del deporte, no sólo para que una élite participe y haga un buen papel en una justa deportiva como la que se disputa en Tokio, sino para tener un pueblo vigoroso y sano, que tenga las condiciones físicas de enfrentar cualquier reto.
Por otro lado, el deporte además de fomentar la disciplina, el esfuerzo y el trabajo en conjunto, permite a cada individuo dar respuestas rápidas y efectivas en el juego, además de convertir al individuo en un ser orgulloso de su patria y seguro de sus metas. La práctica del deporte nos llevaría también a crear una juventud que se aleje del vicio, la vagancia y la delincuencia, pero no, eso no ocurrirá con un gobierno como el de la 4T y nos conformaremos con unas cuantas medallas que son más producto del esfuerzo individual y familiar de varios atletas que el de un gobierno visionario y con espíritu de triunfo.
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