Este 24, 25 y 26 de marzo, y después de una gran espera a causa de la pandemia, el teatro popular vuelve al escenario. En esta ocasión será el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, en Texcoco, Estado de México, la sede de tan importante evento.
Desde el origen de nuestra organización, hemos planteado que el arte sea un arma fundamental para la transformación del hombre, pues lo convierte en un ser con ideas y sentimientos elevados, capaz de sentir en carne propia los problemas de los demás y con la disposición al trabajo en equipo, características fundamentales para quien quiere cambiar las condiciones de pobreza y miseria a la que el sistema nos ha condenado.
Hacer y ver teatro en nuestro país no es un asunto sencillo, pues nos hemos perdido en un mundo de lugares comunes y risa fácil, que no hacen que la gente se eduque, piense y analice su realidad.
Es cierto, en el arte, y en el teatro en particular, el hombre ve reflejados sus sentimientos y puede llorar, reír, enfurecerse… al ver frente a él la problemática cotidiana. Grandes dramaturgos a través de la historia han escrito los problemas sociales y los materializan en personajes por cuyos labios podemos escuchar la voz del pueblo.
Hacer y ver teatro en nuestro país no es un asunto sencillo, pues cada vez más y con mayor intensidad nos hemos perdido en un mundo de lugares comunes y risa fácil, que no hacen que la gente se eduque, mucho menos piense y analice su realidad tomando partido por sus semejantes.
Aunque el teatro ha acompañado al hombre casi desde su origen (ejemplo claro son las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides que, a pesar de haber sido escritas hace tantos siglos aún nos siguen impactando y maravillando), en nuestro país se ha vuelto un privilegio para quienes pueden costear el boleto para presenciar una función teatral.
Por eso se vuelve tan importante la labor artística del Movimiento Antorchista: porque es fundamental para el desarrollo de la conciencia de quienes, como nosotros, buscan construir una patria más justa, aquella en la que el hombre pueda regocijar su espíritu con las obras de los grandes dramaturgos. Este encuentro de teatro nos acerca un poco más a verla construida.
Veinte serán las obras en la categoría amateur y semiprofesional que este fin de semana impactarán a todos los espectadores; compañeros que han integrado sus compañías teatrales con el objetivo de entregarle al pueblo todo su trabajo y esfuerzo físico e intelectual.
Cabe destacar que es el único evento en el país en el que tanto el público como los artistas en escena son de origen humilde, es el pueblo pobre de México que hace arte para sus pares, para los suyos; para sus hermanos de clase.
Este fin de semana, que nadie se pierda la oportunidad de disfrutar de este banquete cultural que el Movimiento Antorchista trae a nosotros, sin costo alguno. Veamos tomar forma a los personajes de las grandes plumas a nivel mundial y cómo, por su labio, brotan los argumentos más enternecedores, los más salvajes y hasta los más irreverentes. Que nadie falte a esta fiesta del pueblo humilde de nuestro país.
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