¿Vas a buscar espacios y horizontes
y dejas tu vergel?
¿Vas a quemarte al sol de extraño clima
ave canora? Ve...Ve... Y si un día de dolor
te acuerdas de tu pasado bien,
piensa en el nido que sin ti se queda,
no dejes de volver...
Ya sé que vas henchida de ilusiones
que sueñas un edén,
que miras triste la enramada verde
que tu palacio fué;
que te parece lóbrega, siniestra
su agreste sencillez;
que ya no cantas como tú solías cantar,
todo lo sé...
Pero si acaso un día te arrepientes ave canora, ven
aquí está el lecho de esmeralda y oro
que te miró nacer,
aquí están el estanque, la hortaliza,
la ruinosa pared,
y el cercado cocal donde volaste por primera vez.
Aquí está todo cuanto tú querías,
aquí mi amor también;
yo no te olvido nunca, si padeces...
¡no dejes de volver!...