A finales del mes marzo, en el estado de Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro llevó a cabo un “Vacunaton” para recaudar recursos que le permitan continuar con su proyecto de vacuna anti-covid Quivax, mismo que ya se encuentra en su tercera fase de prueba.
En el desarrollo de esta vacuna, el doctor Juan Joel Mosqueda Gualito, director del Laboratorio de Inmunología y Vacunas de la UAQ, afirma que hay seguridad en su eficacia y con resultados positivos que beneficien a los seres humanos; sin embargo, el problema son los altos costos para la conclusión de este proyecto.
La Universidad Autónoma de Querétaro es una escuela pública que se caracteriza por investigar y desarrollar ciencia en beneficio de la población humana, pero uno de los problemas a los que se ha enfrentado es a la falta de recursos para concluir sus investigaciones.
Para la continuación de este proyecto de la vacuna anti-covid Quivax, la rectora del alma mater ha dicho que se requieren 20 millones de pesos para terminar las pruebas preclínicas, ser evaluadas y pasar a la fase tres, anteriormente a esto se ha trabajado con 3.3 millones de pesos que otorgó en 2020 la SRE, dos millones de la UAQ y tres millones por parte de donaciones de empresas, pero no ha sido suficiente. Este año las cosas han dificultado el avance de la investigación y por tal razón la universidad tuvo que realizar este evento de recaudación.
Durante el sábado 27 de marzo logró reunir poco más de cinco millones de pesos, por encima de la meta planteada, destacando la aportación del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (CONCYTEQ) por un millón y medio de pesos.
Creo que el apoyo recibido a la UAQ por parte de la sociedad queretana, de los medios de comunicación y sobre todo de los universitarios, fue fundamental para la realización de este evento; sin embargo, nos enfrentamos a un ejemplo más de lo que se tiene que hacer por la falta de apoyo de los gobiernos mexicanos al desarrollo de ciencia mexicana en nuestro país. Ni los gobierno de antes ni el de ahora han apostado porque México se convierta en una nación que le apuesta a eso y por lo mismo todos los mexicanos pagan caro las consecuencias.
Como dijo el doctor, Joel Mosqueda: “necesitamos pensar que debemos ser autosuficientes y tener nuestra propia industria que genere vacunas para que no esperamos a que alguien más nos la vendan cuando ellos quieran, sino que las usemos cuando las necesitemos”, y está sucediendo todo lo contrario; Marcelo Ebrard, secretario de relaciones exteriores y Hugo López Gatell, subsecretario de salud, a pesar de conocer el proyecto no se han acercado a conocerlo y esto habla de la poca importancia que le da el Estado al desarrollo de vacunas propias.
Desarrollar una vacuna con resultados positivos en su aplicación permitiría evitar que el número de muertes aumente en el país, pero también que la economía pueda avanzar puesto que los trabajadores continuarían con sus actividades de manera más segura dando resultados positivos a la generación de riqueza nuevamente. Pero ni a los empresarios ni al gobierno, parece importarles esto.
Los mexicanos, de forma general, necesitamos hace una profunda reflexión al respecto, ¿por qué si hay una posibilidad de tener nuestra propia vacuna que garantice el abasto suficiente para los mas de 120 millones de mexicanos, no se invierte para seguir desarrollándola? Debemos reconocer a la UAQ por ser parte de un proyecto tan ambicioso, por participar en el desarrollo de ciencia mexicana y preocuparse por la salud de todos los habitantes de nuestro país; mientras el Gobierno de la 4T ignore estos proyectos, los mexicanos nos sumaremos al apoyo y desarrollo de esta importante vacuna. ¡Felicitaciones a la UAQ!
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