La foto de Ernesto Guevara ha sido convertida por el capitalismo en una marca. La vemos en llaveros, playeras, tazas y un sinfín de productos que tratan de hacer de la rebeldía una mercancía. Pero la juventud actual no puede dejarse llevar por esta imagen solamente, es necesario preguntarse quién es este personaje y por qué es comercializado con tanta insistencia. Por eso, con motivo del Día del Guerrillero Heroico, que se celebra en toda Latinoamérica, recordamos a este revolucionario.
Ernesto “Che” Guevara fue un guerrillero argentino-cubano,marxista, escritor y médico que se unió a Fidel Castro y otros jóvenes revolucionarios para luchar contra el régimen de Fulgencio Batista en Cuba. Tuvo un papel crucial en la Revolución Cubana, que se alzó con la victoria en 1959. M
No conforme con esto, se involucró también en otros movimientos revolucionarios como en El Congo (1965) y en Bolivia (1967) donde el ocho de octubre cayó herido y fue capturado por los soldados. Ahí fue que, después de torturarlo, lo fusilaron a sangre fría.
Murió el hombre, pero no sus ideales. Y es que es posible acercarnos a su pensamiento mediante sus discursos y, más aún, de sus escritos. Es aquí donde, a través de una crítica introspección, nos da cuenta de una profunda sensibilidad y sentido del deber, así como de su visión profunda y humanista. Siempre pensando en cómo ir mejorando la realidad, analizando los problemas concretos y cambiantes del momento, pero combatiendo con tesón la opresión y la injusticia en todo el mundo.
Al grito de “estudio, trabajo y fusil” llamaba a los cubanos a participar y consolidarse como pilares en la construcción de una nueva vida para su país.
Él puso su profesión al servicio del pueblo y luchó hasta el último aliento con valentía y decisión para construir un mundo donde el trabajo sea la máxima dignidad del hombre.
El Che tenía conocimiento del papel tan fundamental que tenía la juventud para transformar la sociedad. Al grito de “estudio, trabajo y fusil” llamaba a los cubanos a participar y consolidarse como pilares en la construcción de una nueva vida para su país. “La juventud tiene que crear”: esa es su principal batalla.
En esta tarea tan titánica nos sostendrá el honor de ser revolucionarios, que es la tarea más noble del ser humano; el deber hacia la sociedad; la sensibilidad frente la injusticia, donde sintamos como propio el dolor ajeno; la preparación constante e interminable en el estudio de las ciencias, que es el único camino para comprender nuestro presente; la disciplina y congruencia con nuestra lucha y el espíritu de sacrificio para trabajar lo que sea necesario para lograr nuestra meta: una sociedad más equitativa para todos.
En un momento histórico donde personajes superficiales y frívolos llenan los medios de comunicación como ejemplo y referencia de la juventud actual; es nuestra tarea cuestionarnos quiénes son nuestros héroes y para qué.
La imagen del Che Guevara, pese a los intentos imperialistas, sigue siendo un sinónimo de congruencia y revolución. Por eso debemos seguir acudiendo a su llamado. Soñar con un mundo de luces es necesario, porque es posible. Luchemos por la suma de voluntades.
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