La deserción escolar, llamada también abandono escolar, consiste en el hecho de que un porcentaje de niños y jóvenes que van a la escuela dejan sus estudios. Lo hacen en un periodo en el que la enseñanza es todavía obligatoria y deberían permanecer en las aulas. La palabra deserción proviene del verbo desertar que significa abandonar o dejar de hacer algo que se venía realizando en algún plano o contexto.
Para las autoridades educativas, el abandono escolar se visualiza a través de números, de esta manera el fenómeno toma forma y es visible, pero para los maestros que son los que se encuentran en contacto con los estudiantes, el abandono escolar no son simples números, son personas, esencias, caras, que ya no ven y voces que ya no escuchan. Cada alumno que trunca su educación deja un vacío y una sensación de tristeza e impotencia, al mismo tiempo genera la reflexión sobre el papel importante que desempeñan los padres de familia, docentes pero sobre todo la responsabilidad del Estado en este tema de que los niños y jóvenes ejerzan su derecho a la educación. Los estudiantes de las comunidades rurales de nuestro país son más vulnerables al abandono escolar, ya que en muchos casos no cuentan con recursos digitales, internet o dispositivos móviles, esto hace que la brecha educativa sea más profunda.
Un estudio realizado por México Evalúa y el tecnológico de Monterrey reveló que tras el cierre de escuelas provocado por la pandemia causada por Covid-19, más de medio millón de estudiantes abandonó la escuela. La mayor deserción escolar se presentó en el nivel preescolar, cuya matrícula disminuyó 13 por ciento; le sigue el nivel medio superior con un 7 por ciento en la reducción de su matrícula. Las escuelas privadas enfrentaron la mayor reducción de su matrícula, -26 por ciento, con una pérdida de más de 250 mil estudiantes, de acuerdo a datos del estudio. Los alumnos más afectados fueron los que ya presentaban problemas escolares previos a la pandemia, además de los estudiantes más pobres.
La 4T anda a ciegas en el tema educativo ya que no existen diagnósticos de las afectaciones que la pandemia ha provocado en el aprendizaje de alumnos. Las cifras emitidas por la organización y el Tecnológico de Monterrey destacan que tras el cierre de escuelas, México perdió año y medio en aprendizaje.
Antes del cierre de escuelas, la deserción escolar era de 366,954 estudiantes de 2018 a 2021. El 8 por ciento de los jóvenes que terminaban la secundaria no continuaba su preparatoria, este problema no fue ocasionado por la pandemia, en la administración de López Obrador se observó una caída en la matrícula de educación media superior a pesar de las Becas Benito Juárez. Los datos arrojados por el estudio revelan que el abandono escolar es el doble en hombres que en mujeres. Hoy se tiene un 10 por ciento menos de alumnos hombres y un 5 por ciento menos de mujeres en las aulas que al inicio del gobierno de la 4T. Las entidades que tuvieron las caídas más drásticas son Colima con 15 por ciento y Jalisco 14.5 por ciento.
Los datos que arroja el estudio son escalofriantes, sin embargo a pesar de la situación desoladora por la que nos está llevando la gestión de la 4T, Delfina Gómez, titular de la SEP ha sido indolente ante la situación de emergencia que enfrenta la educación pública en México y no ha sido capaz de implementar un plan donde se atiendan las afectaciones del aprendizaje, deserción y rezago escolar, así como la enorme desigualdad y pobreza que afecta a los estudiantes del país, asimismo, no existe información que precise las afectaciones que la pandemia ha causado en la educación. La titular de la SEP está más preocupada en atender su campaña como candidata a gobernadora que velar por la educación de millones de niños y jóvenes.
En China sucede lo contrario, ya que desde 2012 y hasta el año pasado, el número de deserciones en familias empobrecidas registradas han llegado a cero, con esto han resuelto el problema histórico de la deserción escolar, especialmente en zonas pobres, así lo afirmó Lyu Yugang, director del Departamento de Educación Básica del Ministerio de Educación en China, el director señaló que en la prefectura de Liangshan Yi, de la provincia de Sichuan, más de 60,000 estudiantes que habían abandonado la escuela regresaron. El gasto por estudiante en la escuela primaria y secundaria aumentó de 7,447 yuanes a 14,458 yuanes (de 1,112 dólares a 2, 159 dólares) por estudiante de escuela primaria y de 10,218 yuanes a 20,717 yuanes por estudiante de secundaria. El incremento a la inversión por alumno que el país asiático realiza es algo que las autoridades educativas mexicanas deberían implementar, sin embargo le apuestan más a los programas clientelares donde entregan dinero de manera personal a los estudiantes, asegurando de esta manera que los alumnos con mayoría de edad voten por ellos, pero los funcionarios no autorizan un incremento al monto del presupuesto destinado a la educación de todos los mexicanos. Esta es una razón más por la que estudiantes y maestros debemos organizarnos y en conjunto exigir a las autoridades mexicanas aumenten el gasto en educación, implementen programas de becas donde se asigne recurso suficiente a todos los estudiantes del país y no solo a unos pocos, inviertan en infraestructura escolar, generen empleo bien remunerados para que los padres de los alumnos puedan dar una buena alimentación a sus hijos y de esta manera lograr reducir la deserción y rezago escolar, flagelos que afectan a millones de estudiantes.
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