Para quienes hemos visitado la cuna del Movimiento Antorchista Nacional (MAN), allá en la Mixteca Poblana, es evidente y sorprendente el avance en infraestructura que existe en uno de los lugares de los más apartados del estado. Este se encuentra a casi tres horas de distancia de la capital, con un clima caluroso y una vegetación casi escasa; en los cerros que lo rodean se pueden apreciar los cactus.
A quienes somos del norte del país y que no vivimos en un clima igual, nos parece extraordinario ver cómo, a pesar del clima y de las escasas lluvias que se presentan durante el año, Tecomatlán goza de preciosos jardines verdes, con buganvilias de diferentes colores que adornan las principales plazas y un montón de florecillas que decoran el lugar.
También para quienes hemos escuchado los relatos de nuestros compañeros antorchistas de avanzada edad, quienes han militado casi desde la creación del Movimiento Antorchista, hace ya 48 años. Los relatos de la lucha, la persistencia de crear una organización como Antorcha Campesina, que marcó con dolor y sangre sus inicios, nos recuerdan lo difícil que fue, en ese momento, quitarse del yugo opresor de los caciques contra los campesinos más humildes de ese lugar; los enfrentamientos que tuvieron que darse para lograr lo que ahora es Tecomatlán.
Los antorchistas sabemos la importancia que esté municipio tiene para nuestra organización, y la transformación que a través de los años ha logrado, pues es asombroso que a pesar del atraso en el que se encontraba, hace algunos años, hoy es todo tan diferente. Y nos demuestra que, efectivamente, el desarrollo que han realizado los pobladores en torno al Movimiento Antorchista Nacional ha rendido frutos ante las grandes adversidades.
El progreso en el que Antorcha ha insistido seguirá su marcha, porque 48 años se dicen muy fácil, pero existe detrás de todo esto una lucha férrea contra quienes se oponían al progreso, contra quienes sentían que trastocaban sus intereses, aquellos que solo se beneficiaban aun a costa de afectar a la gran mayoría de los tecomatecos. Hoy es con hechos como se demuestra lo que hace años el ingeniero Aquiles Córdova Morán, quiere no solo para este lugar, sino para todo el país.
En Tecomatlán, la gente es valiente porque, a pesar de las muertes que se dieron, precisamente por el desarrollo que hoy vemos, no se rindieron y continuaron su lucha hasta lograr el poder político que ahora goza el pueblo, pues a través de haber luchado conquistaron la presidencia municipal y hasta el momento son ellos los que impulsan desde esta trinchera el desarrollo social de su pueblo.
Esto que aquí decimos no lo podemos ver en cualquier parte, recordemos que en nuestro estado, las colonias son las más olvidadas, la inversión en infraestructura es escasa, por no decir nula y los apoyos para el mejoramiento de los parques recreativos, no existe y si existe no se aplica.
Y es en Tecomatlán donde, precisamente, se impulsa el arte y la cultura, como uno de los frentes más importantes, con la realización de la Espartaqueada Cultural; para el año siguiente la Espartaqueada Deportiva, y este año la Espartaqueada de Matemáticas. El evento más reciente fue la Feria Tecomatlán 2023 conocida como “La feria de la unidad entre los pueblos”, un evento sin igual donde miles de familias se divirtieron, pero además por ser un evento completamente gratuito, organizado por la gente de Tecomatlán.
La diferencia es que la gente trabaja para celebrar un evento como este, mientras en otros lugares donde también se realizan las ferias, las entradas valen entre $30 hasta $50 pesos. Además, hay que agregar que se tiene que pagar el consumo de algún antojito y si llega algún artista de renombre, hay que pagar entradas que valen hasta $3,000 pesos; mientras que en la feria de Tecomatlán bandas como “El Recodo”, tuvieron entradas gratuitas, no hay comparación en la organización y lo que quiere Antorcha para el pueblo de México.
Es necesario que entendamos que es posible una vida mejor, un Tecomatlán en todos los lugares, donde se invierta en obras y servicios para las colonias, donde se invierta recurso para la recreación de las familias, es necesario que se regrese un poco de lo mucho que los mexicanos pagamos en impuestos y que se regrese para el beneficio del pueblo y no de unos cuantos.
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