Para muchos ciudadanos en el país y en el estado, el tema de la elección de nuevos gobernantes y representantes políticos es algo que no está en su mente, de forma constante, sino hasta la llegada de las campañas electorales, cuando los candidatos salen a la calle a visitarlos. Por eso es que, en México, aún hace falta mayor participación política en la vida democrática del país, y así se elijan verdaderos líderes y representantes de los mexicanos.
En Querétaro ocurre algo de esto, cada tres años, previo a las elecciones, surgen candidatos que llaman a votar por ellos, porque, a su decir, son personas sensibles con las demandas de la población o porque toda su vida la han dedicado apoyar a las masas; y más bien, sólo sus ratos libres son los que usan para promocionarse entre la población.
La actual coyuntura por la que atraviesa el estado ha permitido que el actual partido en el gobierno, pueda posicionarse en la mayoría de los puestos de elección popular (diputados locales, federales, senadores, presidentes municipales y gubernatura) desde algunos años; algunos partidos, por viejos, no han entendido que su estrategia debe cambiar y enderezar su barco, mientras que otros por su condición de nuevos y ávidos de poder, intentan hacer lo que sea para llegar. Mientras que la política de los que gobiernan, peca por llevar una desmesurada confianza de ser siempre los primeros.
¿Y qué resultados se han obtenido? A pesar de escuchar las mismas palabras: discriminación, inseguridad, derechos de las mujeres, derechos de los niños, niñas y adolescentes, acceso a la salud, mejor educación, la situación no cambia; las familias de Querétaro que han decidido organizarse en el Movimiento Antorchista Nacional y que lo hacen con la firme convicción de que es la única manera en que las autoridades las puedan escuchar, en sus intentonas por mejorar sus condiciones de vida han visto cómo sus gobernantes simplemente las ignoran y no las escuchan.
Se nota, por ejemplo, que ahora los programas sociales están sujetos, primero la afinidad al partido en el poder y luego a la dependencia de un registro electrónico, mismo que los más humildes no puedan o no saben usar por falta de capacitación; y aquí el más abusado es el que gana y no el que más necesita.
A pesar de ejercer los derechos a la organización, a la petición y a la libre organización, los antorchistas han sido ignorados en la solución a sus demandas, sienten (los que ostentan el poder) que no tienen porque atender a los queretanos así, y en el mejor de los casos maniobran con supuestas mesas de trabajo que no tienen nada de productivo.
Y como dije líneas arriba, se confían de que son los números uno, pero las cosas tarde o temprano llegan a su fin, y los queretanos deben recordar todos esos momentos de desaire de los políticos, esas promesas incumplidas y los cambios que nunca llegan y al contrario empeoran la vida de las familias. Ahí están las familias ignoradas de Corregidora y Cadereyta de Montes, y de otros municipios más.
Los informes legislativos federales y locales de algunos políticos, por ejemplo, en los que aparentan rendición de cuentas de su trabajo, a la población, son intentos de promoción del voto para las próximas elecciones, aunque lo nieguen; ¿en qué han beneficiado realmente sus trabajos a los queretanos? ¿qué han aportado para disminuir la brecha de la desigualdad social? ¿cuántos jóvenes estudiantes han logrado que no dejen sus estudios o que tengan escuelas mejor equipadas y más cercanas a sus domicilios? ¿o siquiera más servicios como el agua potable o la salud?, vamos de mal en peor.
Por eso la única esperanza que tienen los queretanos y el pueblo de México en general, es la lucha organizada. Y no se dude del triunfo, la historia nos lo ha demostrado y nos lo va a volver a demostrar.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario