En Chiapas, durante la pandemia y postpandemia, más del 45 por ciento de los niños de comunidades pobres han abandonado su formación académica debido a la falta de recursos económicos de su familia y al rezago tecnológico en el que se encuentran porque carecen de internet para estudiar en casa, donde, en algunos casos, ni siquiera tienen luz eléctrica.
Este mismo problema, se repitió en los jóvenes, pues aquí, el INEGI reveló que más de 16 millones de hogares no tenían conexión a internet, mientras que un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), publicado en 2018, mostró que de las más de 226 mil escuelas públicas del país el 66.1 por ciento tiene energía eléctrica, mientras que el internet solo llega al 22.7 por ciento de ellas, un total de 51.387.
Lamentablemente los problemas para la educación no han parado, en la entidad, los pobladores no solo se enfrentan a problemas de infraestructura o de conexión, sino también a problemas políticos; por ejemplo, el pasado 11 de marzo de 2022 circuló en redes sociales la denuncia de que padres de familia de las escuelas preparatorias exigieron al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, la inmediata destitución del impuesto director de ese nivel, que ha causado inestabilidad y presuntamente es responsable de aparentes actos de corrupción.
Los padres, desde Tapachula, acusaron que la educación ha sido manipulada a su antojo para imponer a sus incondicionales que, en su mayor parte, están ligados a la política; lo que ha causado mucha indignación.
Asimismo, existe una lucha en la zona bosques de la entidad, allá han sido alumnos y exalumnos del CECyT 10 los que han evidenciado que en Simojovel se pagan favores políticos desde las altas esferas del poder.
Ya se cumplió un mes de que la institución se encuentra en lucha, en primer lugar, por la defensa del derecho a que las familias más humildes reciban una educación de calidad y que esté al alcance económico de todos; y, en segundo lugar, porque éste, que en algún momento fue un sueño y hoy una realidad, el Cecyt 10 fue guiado desde sus inicios por Daniel Gutiérrez Cortés, a quien, desde el pasado 21 de febrero, se le han violado los derechos laborales.
Este acto, denuncian, fue cometido desde la Dirección General del CecyteCh, encabezado por Sandro Hernández Piñón, quién lo destituyó injustificadamente de su cargo, para imponer a alguien ajeno al sistema educativo. El único delito de Gutiérrez Cortés es brindar educación de calidad desde hace 31 años a la gente más necesitada.
Por ello han llamado a los habitantes de Simojovel a unirse a su lucha, pues argumentan que el Cecyt 10 es producto de una lucha del pueblo organizado que se creó con la intención de educar sin dificultades de pago.
Estos ejemplos claros de las malas y equivocas políticas debieran despertar a las autoridades y cesar la represión en contra de la educación, pues se deja en evidencia que a lo único que les interesa es tener dinero, poder y hacer lo que se les antoje con tal de satisfacer sus necesidades, mientras el pueblo sufre y sobrevive ante sus atropellos de tanta corrupción.
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