En San Luis Potosí prácticamente hemos llegado al punto del colapso del sistema de salud, y lo peor se enfila hacia un criminal retroceso que no se veía en muchos años. La cancelación del programa Seguro Popular por el Insabi ha sido un desastre. Un ejemplo palpable es el abandono en que se encuentra el Hospital Central, falta de equipo, medicamentos, y más; tanto así, que en días recientes el actual gobernador electo, Ricardo Gallardo Cardona, en su visita descubrió las deplorables condiciones en que se encuentra nosocomio y que no estaba equipado el nuevo edificio de este hospital –llamado La Torre-, que “es un Elefante Blanco”, y dijo que se encontraba molesto por esta situación; nada más que se le olvidó que ahora la administración del Hospital, está bajo el sistema del Insabi.
En efecto, a raíz de que el gobierno federal desapareció el Programa del Seguro Popular, el servicio del Hospital Central se volvió más deficiente y con muchos problemas financieros para atender la creciente demanda de los enfermos, sobre todo ahora que sufrimos los terribles efectos de la pandemia del Covid-19.
Este es el caso del Hospital Central, pero ni hablar del Hospital General de Valles, de Rioverde y Matehuala, que están en peores condiciones.
Los sistemas de salud del IMSS e ISSTE, ya hace muchos meses que se encuentran en estado de shock, por la creciente demanda de atención y la falta de equipo médico y medicinas y más. Total, que en nuestra entidad hemos llegado al punto del colapso de los sistemas de salud.
¡Sálvese quien pueda! Y muérase quien tenga que morir. Pudiéramos decir que es la consigna del gobierno federal para atender los problemas de salud en todo el país, porque en tres años consecutivos redujo de manera criminal el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) destinados para obras de agua potable, drenaje, energía eléctrica y apoyo al campo, igual, se redujo el apoyo a la educación, al deporte, a la cultura, a la ciencia y a la salud, todo para destinar miles de millones de pesos a la construcción del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto de San Lucía.
-¡Un doctor por aquí, ayuda!
Fueron las últimas palabras de desesperación de la joven mujer Armanda Rivera Tovar, quien pidió auxilio por la noche el pasado 12 de septiembre a una expendedora de alimentos sobre la calle en el fraccionamiento URBI. De repente cayó y se desvaneció en la suelo, tuvo varias convulsiones y le dio un fuerte derrame cerebral. Los vecinos del lugar se aprestaron a darle auxilio, a darle masajes e intentar revivirla y pidieron el apoyo con una ambulancia, desafortunadamente el auxilio de los paramédicos fue demasiado tarde, tardaron en llegar 40 minutos. La señora fue trasladada a un centro hospitalario ya sin signos vitales.
-¡40 minutos! Hasta eso llegaron rápido los de la ambulancia, a veces tardan de una hora a dos, y ya para qué, cuando ya están muertos. Comentó una señora que atestiguaba el incidente.
Las causas del fatal desenlace de la joven mujer fueron debido a sus problemas de epilepsia, falta de atención médica y medicamentos; y se sumó la falta de auxilio oportuno de paramédicos.
Una historia más.
En ese mismo fraccionamiento vive una pobre anciana, Leandra Mondragón, que tiene problemas de traumatismo óseo y severa desnutrición, su única hija quien la atiende, no está en posibilidades de dar a tiempo sus alimentos y ver por la salud de su mamá, debido a que tiene que ir a trabajar para llevar el sustento para ambas. La salud de doña Leandra se agravó debido a que desde el año pasado se le dejó de atender en el Hospital Central, no contaba con medicamentos para curar su enfermedad y la falta de comida. Los vecinos preocupados por la salud de la señora ante la falta de apoyo oficial para atender la salud de la señora se dispusieron ayudar a la anciana, en primer lugar, se logró el apoyo de una doctora que vive en la colonia que la atiende y le da medicamento gratuito en forma solidaria, otras vecinas, le ayudaron asear su casa y le brindan sus alimentos de manera oportuna. Como siempre la intervención ciudadana en favor de las familias en desgracia. ¿Y dónde está el apoyo de las autoridades para atender a los enfermos? Nada.
Viene un cambio en el Gobierno del estado hay la creencia de que la situación de muchos potosinos, sobre todo, los más vulnerables, de que podrán atender su salud de manera más oportuna y que el estado destinará más recursos para curarlos y medicamentos. Esperemos que así sea.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario