Con un semblante de preocupación, la señora Ana Laura Hernández Valenzuela, habitante de predios irregulares en la colonia Emiliano Zapata III al sur de Mérida, denunció que lleva cinco años viviendo en malas condiciones.
Sin embargo, en temporadas de calor y sobre todo de lluvias, su situación le recuerda que viven con un Gobierno indiferente que sólo los ha ignorado.
A unos meses de que concluya la actual administración del panista Mauricio Vila Dosal, las familias que se acercaron al mandatario para que les diera alternativas fueron rechazadas en más de una ocasión, sin recibir soluciones, a pesar de acudir al Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY), que también los mantuvo con promesas vacías.
En entrevista, Hernández nos platica cómo ha tenido que sortear junto con su familia las inclemencias del tiempo en una casa de madera y lámina hecha por sus propias manos.
Estos tiempos, donde el clima ha sido muy adverso, primero con intensos calores y ahora con fuertes lluvias, han sido algo traumático para ella:
¿Cuánto tiempo lleva viviendo en esta situación?
Ya tenemos casi cinco años viviendo así. La mayoría de mis vecinos nos pasamos a este predio irregular en tiempo de pandemia. En el caso de mi esposo, era músico y se quedó sin trabajo, lo que nos orilló a venir aquí.
¿Cuáles son las dificultades con las que se han enfrentado?
En temporadas de calor no lo aguantamos; se siente mucho. Y ahorita, en temporadas de lluvias, hay filtración de agua en la casa; mi casita es de lámina y de cartón con tarimas alrededor. Pero aunque uno cambie y ponga lonas o lo que sea, se filtra. Es demasiada la humedad, sobre todo en las noches, cuando se siente más el frío. Aunque en el día haga calor, en la noche se siente la frialdad. En mi casa tengo dos niñas de 6 y 2 años y se me enferman demasiado.
¿Qué es lo que pide a las autoridades?
Llevamos mucho tiempo esperando y luchando para que nos puedan regularizar y para que cada uno de nosotros tengamos una vivienda digna. Es lo que pedimos, no estamos exigiendo nada más. Sólo que nos apoyen y que nos volteen a ver un poquito aquí en el sur.
¿Qué otras carencias tienen aquí en el sur?
Nos hace falta alumbrado; no tenemos agua. Queremos que el Gobierno nos voltee a ver un poco, que no se olvide y que nos dé una solución a esto porque la estamos pasando mal. Ahorita que son las temporadas de lluvias y los vientos fuertes, es traumático estar en esa situación.
Como la señora Hernández Valenzuela, más de cien familias viven en esta situación. De la mano con el Movimiento Antorchista, han ido haciendo que su vida sea menos precaria, luchando para que el Gobierno atienda su situación.
Ya son cinco años de indiferencia gubernamental, mientras caminan por caminos polvorientos o, en tiempos de lluvia, de lodo. El agua se encharca y provoca criaderos de mosquitos que pueden contagiar de dengue.
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