San Luis Potosí enfrenta una de las peores sequías de los últimos años, ya que en 40 de sus 58 municipios y la región Huasteca –la más afectada– la escasez de lluvia ha provocado bajos niveles en ríos, presas y lagunas, además de la sobreexplotación y contaminación de sus acuíferos. A estos problemas se suma el bajo presupuesto que el Gobierno federal asignó este año al campo, por lo que están perdiéndose cosechas y ganado.
En 2021, el Gobierno federal creó un programa para bombardear nubes con moléculas de yoduro de plata para provocar lluvias; pero sus resultados fueron ínfimos y, este año, el estiaje se pronostica más desolador. En octubre de 2019, el exgobernador Juan Manuel Carreras López, cuando el desabasto aún afectaba el consumo humano, declaró en emergencia a 13 municipios de la Huasteca potosina por sequía extrema: Ciudad Valles, Tamuín, Aquismón, Ébano, San Vicente Tancuayalab, Tanlajás, Tampamolón, Xilitla y Tanquián de Escobedo.
Es en esta región, la más rica en recursos naturales de la entidad, donde la escasez de lluvia ha mermado drásticamente la producción de cítricos –naranja y mandarina– y ha provocado la muerte de ganado vacuno, obligando a los gobiernos municipales a garantizar el mantenimiento de los equipos que distribuyen agua a las familias sin servicio de agua potable, operativo en el que no ha intervenido el gobierno estatal.
En su reporte del pasado 15 de febrero, el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ubicó a 31 municipios potosinos en el nivel D0, es decir, los que se encuentran anormalmente secos y a otros nueve en el nivel D1, o sea con sequía moderada. Los evaluados en la categoría D0 padecen sequía del principio al fin el estiaje, retrasan sus siembras y sus cultivos; los pastos crecen limitadamente y suelen perderse y sufrir incendios.
En los municipios que se encuentran en la categoría D1 se presentan algunos daños en los cultivos y pastos; existe alto riesgo de incendios, los niveles de agua en ríos, embalses, abrevaderos, arroyos y pozos son bajos y sus habitantes están sujetos a restricciones voluntarias en el uso del agua.
Las regiones Media y Huasteca son las que hoy enfrentan los mayores riesgos generados por el estiaje; y las autoridades de los tres órdenes de gobierno han advertido a sus pobladores que la situación puede empeorar en las próximas semanas; además de que los mantos acuíferos están sobreexplotados y contaminados.
En el mismo nivel de “sequía anormal” se encuentran la ciudad de San Luis Potosí y el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, que depende del 92 por ciento de agua subterránea y el ocho por ciento restantes de las presas de San José y El Peaje. Un tercio de los habitantes de la zona metropolitana de SLP-capital se provee con agua de la presa El Realito, que, desde su entrada en servicio, en 2015 ha presentado diversas fallas, simplemente en lo que va del año 2022, se han registrado nueve fallas en los ductos de abastecimiento y perjudicado el suministro de las familias.
La versión de que los acuíferos subterráneos de SLP están sobreexplotados y contaminados, procede de las conclusiones de un Foro Informativo que organizó la Comisión del Agua del Congreso del Estado en el que participaron técnicos e investigadores de la Conagua, la Comisión Estatal del Agua (CEA) y el Colegio de San Luis.
La contaminación es causada por descargas sanitarias del drenaje urbano y los desechos químicos de la zona industrial de SLP sobre ríos y arroyos, además de las prolongadas sequías originadas por el cambio climático y su extracción desmedida por cuenta de personas, empresas y autoridades públicas.
La Huasteca sin agua
La oficina estatal de la Conagua en SLP reportó que en los dos últimos años las lluvias han sido menores a la media anual; y que es la causa principal de la fuerte crisis que agobia a la Huasteca Potosina, como es el caso de Ciudad Valles, donde el abastecimiento de consumo humano se ha reducido al mínimo; cuya única fuente es el río Valles, cuyos parajes y cascadas lucen secos.
“El río desciende su nivel a razón de un centímetro por día en esta crisis de falta de lluvias. En la Huasteca Centro hay un problema grave de abastecimiento hídrico, porque en varios lugares como Tanlajás y Xilitla dependen de manantiales o arroyos que son más susceptibles de secarse”, se quejó un habitante de Valles, quien denunció que las autoridades distribuyen el agua en pipas a destiempo y encima cobran por este servicio.
“En Ciudad Valles, el río bajó a 26 centímetros de profundidad, cuando el mínimo son 40 centímetros en la escala de la Conagua. Esto está provocando que los operarios de la Dirección de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento tengan que implementar acciones de excavación para hacer más profundo el punto de donde el cárcamo extrae el agua”, revela un informe de la Conagua.
A este problema del bajo nivel en agua del río Valles, se suma el de la contaminación porque, como lo han denunciado en varias ocasiones las comunidades indígenas de la región, se agregan los incendios y todo lo que éstos provocan en las áreas afectadas. “En este momento, el río Valles se encuentra lleno de basura y animales muertos. Es imposible tomar agua de ahí, además de que se está secando.
“Cuando los servicios básicos de las familias ya no están cubiertos, como en este caso el agua, pueden desatarse brotes de violencia muy serios. Hoy en día las personas están dispuestas a agredir, incluso a matar irracionalmente a otro ser humano con tal de conseguir agua. Estamos enfrentándonos a una crisis grave por el recurso básico. Nosotros tenemos 15 días sin agua, a toda la familia le hace falta, los niños y los adultos mayores son quienes más padecen esta situación, que en los últimos días ha empeorado debido a los incendios que se han suscitado por las altas temperaturas, y sin agua es un riesgo aún mayor. Los pozos están secos en su totalidad y el Ayuntamiento muchas veces no nos abastece del líquido a través de pipas, la situación es crítica”, afirmó Rodrigo Ávila, uno de los habitantes afectados.
La reducción de los acuíferos de San Luis Potosí es de 2.5 metros por año; y en algunos pozos hay incluso grietas generadas por la sequedad y el uso de fluoruros aplicados en las excavaciones cada vez a mayor profundidad. Hay 17 municipios donde esta sustancia se halla por encima de la Norma Oficial Mexicana (NOM), mientras que, en otros 11 municipios, lo que abunda es el arsénico.
En la entidad existen 328 presas que la Conagua opera y supervisa para evitar riesgos. Actualmente, esta institución federal elabora un reglamento que permita monitorear, controlar y recuperar el manejo adecuado de los acuíferos, evitando su sobreexplotación y contaminación.
El titular de la CEA, Benjamín Pérez Álvarez, indicó que la estrategia para recuperar los recursos hídricos, incluida en el Plan Estatal de Desarrollo (PED), incluye tres acciones: incrementar la infraestructura mediante la construcción de presas, pozos y mejorar las redes de agua potable y alcantarillado; incrementar el saneamiento de aguas residuales y finalmente brindar servicios para el mejoramiento y uso eficiente de los recursos hídricos.
En San Luis Potosí, el 65 por ciento del agua que se consume proviene de aguas superficiales como ríos, arroyos y lagos; y el 35 por ciento de acuíferos. Ocho de los 19 acuíferos están sobreexplotados y dos salinizados. En la región huasteca urge tecnificar el uso del agua para evitar su desperdicio, recuperar caudales y construir presas destinadas a potabilizar aguas de superficie, explicó Pérez Álvarez.
La sequía devastará al campo
La diputada local Liliana Flores Almazán, vicepresidenta de la Comisión del Agua del Congreso del Estado, indicó que se aproxima una temporada difícil para el campo y la ganadería en SLP, debido a la temporada de estiaje.
Durante una reunión en el Congreso de la Unión, que se sostuvo con la presidenta de la Comisión de Ganadería, María del Refugio Camarena Jáuregui, donde revisaron la situación de los ganaderos de la región Huasteca, comentó a ésta que, desafortunadamente, los apoyos de 2022 del Gobierno Federal a los estados con problemas de sequía son insuficientes para enfrentar la crisis hídrica.
José Alfredo Pérez Ortiz, titular estatal de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (Sedarh), advirtió que la sequía afecta prácticamente a toda la entidad, principalmente al sector agropecuario y que las uniones ganaderas ya solicitaron apoyo al gobierno estatal para sobrellevar el periodo de estiaje.
“Esperamos contar con el apoyo del gobernador Ricardo Gallardo Cardona con este sector tan desprotegido. Los últimos dos años han sido muy difíciles, ya que, por un lado, la pandemia afectó nuestra actividad con la baja en las ventas de nuestros productos y animales y el aumento en los insumos, pero sobre todo la sequía. No hay agua para darle de beber a las reses y mueren, las cosechas son muy bajas”, lamentó uno de los productores afectados.
Del agua que se consume en SLP, el sector agropecuario ocupa el 67 por ciento; el sector público, el 29 por ciento; y el cuatro por ciento restantes se destina a las industrias y termoeléctricas. Cerca de la mitad del consumo total se desperdicia debido a fugas por las deficientes condiciones de las tuberías.
Según los últimos reportes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en San Luis Potosí, el 25 por ciento de las viviendas carece de algún servicio básico; solo el 55.8 por ciento de los hogares cuenta con servicio diario y los graves problemas hídricos de la entidad se deben a la falta de un proyecto de desarrollo de infraestructura hidráulica adecuado.
Entre las acciones implementadas por la autoridad local destacan el fortalecimiento de las cuencas y programas para evitar la sobreexplotación del agua, revalorizar su uso, mejorar y ampliar los sistemas para potabilizar la corriente y la residual, captar el agua pluvial y promover las redes de abastecimiento y distribución.
Otra de las acciones previstas es el bombardeo de nubes con moléculas de yoduro de plata para estimular las lluvias en San Luis Potosí en el ciclo de siembra primavera-verano 2022. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), anunció que este año continuará con este programa en este ciclo productivo 2021-2022 en Baja California, Sonora, Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y Sinaloa; y en el ciclo primavera-verano 2022 en Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, así como en la Región Lagunera.
El programa beneficiará al menos a 8.5 millones de hectáreas, lo que contribuirá a mitigar los efectos de la sequía en zonas áridas y semiáridas; y proveerá de agua a las poblaciones campesinas. La planeación y programación de estos vuelos se efectúa mediante el análisis de las condiciones meteorológicas, sustentadas en información obtenida con aplicaciones móviles e imágenes satelitales, según las autoridades. Sin embargo, hasta ahora sus resultados son inciertos.
Déficit hídrico
• Briseida López Álvarez, investigadora del Colegio de San Luis, aclaró que según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tres de cada 10 personas carecen de acceso seguro a servicios de agua potable; las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectar agua en el 80 por ciento de los hogares, y más del 80 por ciento de las aguas residuales vierten sin ningún tratamiento en ríos y mares.
• San Luis Potosí padece un severo déficit de precipitaciones pluviales desde 2010; y a este hecho se debe que los 19 acuíferos que hay en la entidad no se hallan recargado lo necesario y 10 reporten un déficit importante.
• El Sistema Nacional de Información del Agua (SNIA), que monitorea las principales presas de México, informó que la presa El Peaje, ubicada en San Luis Potosí, se encuentra en peores condiciones; ya que solo tiene el dos por ciento de su capacidad de almacenaje.
• Sonora cumple siete meses seguidos con los mayores valores de sequía extrema a excepcional. Actualmente, el 47 por ciento de su territorio reporta estos grados de sequía.
• Chihuahua lleva ocho meses con altos valores de sequía extrema a excepcional. A la fecha mantiene esa condición en 16.6 por ciento de su territorio. Desde febrero, Sinaloa está afectada completamente por sequía severa a extrema. Tamaulipas inició el año con sequía extrema en la zona norte.
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