Una verdadera propuesta de progreso y oportunidades para jóvenes de escasos recursos económicos que viven alejados de la capital, deseosos de poder continuar sus estudios a nivel medio superior y superior, es la que ofrece el albergue estudiantil “Ezequiel A. Chávez” quince años después de haber abierto sus puertas por primera vez.
Su nombre es el de un destacado abogado, maestro y reconocido literato nacido en el estado de Aguascalientes en el año de 1868, Ezequiel Adeodato Chávez Lavista, quien desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la educación en México a fines del siglo XIX e inicios del XX.
Se trató de un hombre de grandes cualidades, que en 1894 propuso una reforma al plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria y participó en la creación de instituciones como la Universidad Nacional de México, la Escuela de Altos Estudios, hoy Facultad de Filosofía y Letras, la Escuela Nacional de Maestros y la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas.
El Movimiento Antorchista de Aguascalientes constituye el albergue estudiantil en el año 2001 teniendo como director fundador a Jesús Rangel Moreno. Así, con el propósito de que jóvenes con intención de continuar sus estudios a nivel medio superior y superior que no contaban con los recursos económicos para pagar la renta de una casa en la capital y, por tanto, no vieran truncada esa oportunidad, se funda el albergue estudiantil “Ezequiel A. Chávez”.
El comienzo fue difícil; los problemas para sostener una casa de estudiantes que ofreciera hospedaje, alimentación e internet para hijos de obreros, jornaleros y campesinos, sin posibilidades económicas para contribuir con el sostenimiento del Albergue, obligó a moradores, directivos, maestros y simpatizantes del proyecto a realizar un sin fin de actividades económicas como colectas públicas, bailes, rifas, kermeses y, por otro lado, a realizar gestiones ante los gobiernos municipal y estatal e instituciones como Cáritas y el DIF, obteniendo gran aceptación de la sociedad y, por otra parte, la desconfianza de las diferentes instancias de Gobierno.
Pocas personas le apostaron al ambicioso proyecto creado por el Movimiento Antorchista de Aguascalientes, pero estudiantes de la capital y de los diferentes municipios de la entidad e, incluso, de los estados vecinos como Jalisco y Michoacán, orillados por la precaria situación económica familiar y el poco apoyo de las autoridades a la educación, llegaron y se integraron al albergue estudiantil “Ezequiel A. Chávez”.
Este importante albergue ha visto pasar numerosas generaciones de moradores que han terminado sus estudios universitarios. Algunos se encuentran retribuyendo ya a la sociedad lo que aprendieron en las aulas; otros continúan estudiando y muchos nuevos educandos se integran por primera vez.
Algunos de los moradores ya graduados como el Pedro Adrián Villa Delgadillo, pasante de Enfermería en la Ciudad de Aguascalientes por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), nos dijo: “…realmente es complicado llegar a la ciudad, más cuando el lugar de donde provienes es más pequeño y sin el tipo de transporte que existe aquí: los semáforos, la gente e infinidad de situaciones a las que tienes que adaptarte. Sí, se dificulta un poco. Pero entonces llegas al albergue estudiantil, conoces las dificultades de tus compañeros para poder continuar con una carrera y es así como aprendes a compartir y a luchar juntos por resolver problemas comunes; a tratar a las personas con un sentido más humano y, lo principal, con humildad”.
Debido a que la demanda del albergue se ha incrementado y los estudiantes demandan mejores condiciones materiales, se gestionó ante el Gobierno municipal de Aguascalientes, encabezado por Juan Antonio Martín del Campo un terreno propio donde construir una casa con capacidad de recibir a un mayor número de estudiantes y con mayores espacios para estudiar, hacer deporte y desarrollar el talento artístico de los moradores.
El camino fue largo y tortuoso; gestiones, comisiones presionadoras, trámites burocráticos y un sinfín de acciones encaminadas a fortalecer este proyecto del que hoy pueden enorgullecerse sus moradores, quienes lucharon hasta lograr la donación de un terreno con una superficie de mil 729 m2 ubicado en la colonia Lomas del Ajedrez.
Jairo Omar Cervantes López, quien estudió en la Escuela Normal Superior Federal del Estado (ENSFA) y que ahora funge como maestro en el Instituto Calpulli en el municipio de Jesús María, expresó: “…es importante la lucha estudiantil, porque muchas veces el estudiante no sabe de lo que es capaz hasta que se organiza y lucha para mejorar sus condiciones.A pesar de que en el albergue estudiantil todos teníamos una meta individual, aprendimos a gestionar por los mismos intereses. Ser parte de esta casa de estudiantes nos ayuda a crecer como persona, a ser gente de bien, de provecho, a no ser individualistas,sino a ver más allá, ver por todos tus compañeros. Esto lo logramos cuando hay alguien que nos impulsa, cuando hay alguien que cree en ti, cuando confían en que puedes llegar más lejos si te lo propones y esto lo hizo conmigo el Albergue Estudiantil ‘Ezequiel A. Chávez’”.
Los legisladores antorchistas del estado de Puebla, Juan Manuel Celis Aguirre, Edith Villa Trujillo y Hersilia Córdova Morán; así como del Estado de México, Maricela Serrano Hernández y Telésforo García Carreón, gestionaron en su administración legislativa y lograron más de cinco millones y medio de pesos para la construcción de la primera etapa de esta obra, que traerá beneficios a un sinnúmero de estudiantes de escasos recursos económicos de Aguascalientes y de los estados vecinos.
Por último, la exmoradora Verónica Wendolyne Méndez González, egresada de la Universidad Villasunción y docente de la escuela primaria “J. Refugio Miranda Aguayo” en Pabellón de Hidalgo, nos compartió lo siguiente:
“Lo que fomenta el Albergue Estudiantil ‘Ezequiel A. Chávez’ es el estudio, el análisis, la lectura, la disciplina, la responsabilidad, el trabajo colectivo y todo ese tipo de hábitos y valores que hacen que cada día seas mejor persona. Además de beneficiarte en muchos sentidos como el económico, porque ahorras mucho dinero que se gastaría en los pasajes, en la comida y en pagar renta; en tiempo, ya que destinarías una gran cantidad de horas en ir y regresar a tu lugar de origen el cual, viviendo en el albergue, puedes aprovechar para estudiar y hacer tareas; en lo académico porque entre todos los moradores, con las cualidades particulares de cada estudiante, apoyándonos y estudiando en grupo, es mucho más fácil aprender. Además de las conferencias estudiantiles que se organizan e imparten constantemente. En lo personal, creo que el hecho de convivir con más jóvenes te ayuda también a la formación del carácter y a tomar decisiones”.
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