El estado de Nuevo León, su población mayoritariamente se encuentra en la zona metropolitana de Monterrey, es una zona industrial que por un lado a traído desarrollo y por otro, también a generado problemas, como el tema en boga de la contaminación del aire.
Existen varios problemas en esta gran ciudad que cuando no hay otra salida, se buscan otras medidas. Cuando el pueblo se inconforma por alguna injusticia, alza la voz, reclama, exige resultados de las autoridades, busca las formas, pero casi siempre busca respuestas a los problemas que ocurren en la realidad.
En recientes años, ha habido protestas feministas, por los desaparecidos y el año pasado se agudizaron por la falta de agua que hubo y hay aun en la zona metropolitana principalmente. Recientemente ha habido protestas, por ejemplo, los comerciantes que protestaron por avenida Zaragoza en el centro de Monterrey, acusando al gobierno municipal de dar permisos de palabra, y después enviar a la policía a retirar mercancía y quitarlos de sus lugares de venta. Otro ejemplo fueron los transportistas que protestaron cerrando uno de los carriles de la carretera a Laredo, esta medida, de acuerdo a los trabajadores del volante, es por la ola de violencia en contra de las personas que se dedican a este noble empleo. La inseguridad está desbordada, exigieron al gobierno federal brindar las condiciones para poder realizar su labor.
Los problemas ahí están, el pueblo quiere soluciones, busca que lo escuchen y le resuelvan, sin embargo, lo hace de manera aislada como grupo. Los comerciantes, los transportistas, los estudiantes, los campesinos, cada uno por separado, será difícil cambiar la situación en la que se vive actualmente.
Y es precisamente explicar al pueblo, que la raíz de los problemas, que el origen es el sistema. Podremos conseguir algunas mejoras en nuestro trabajo, podremos conseguir un poco de más seguridad, o algún descuento en algún insumo del campo, pero el problema continuará.
Para solucionar estos y otros problemas, es necesario ir a la raíz del problema, y el origen está en la injusta distribución de la riqueza. Se necesita cambiar este sistema por otro más justo y equitativo que en realidad priorice la existencia humana.
Para ello es condición necesaria que el pueblo se organice, se concientice y tenga la firme convicción de un cambio es posible. El Movimiento Antorchista lo está haciendo con trabajo duro, tesonero tratando de cundir en las masas la idea de una nueva sociedad para todos.
La inconformidad y las protestas aquí, en todo el país y en el mundo entero, tendrían más fuerza si fueran de un pueblo organizado,disciplinado y conseguir el poder político y desde ahí cambiar las cosas n beneficio de todos.
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