Sahara es una palabra que en árabe significa "el desierto", por lo que decir, "desierto de Sahara" es redundante. Este desierto se localiza al norte del continente africano y abarca 11 países: Argelia, Chad, Egipto, Libia, Marruecos, Mauritania, Malí, Níger, República árabe Saharaui Democrática, Sudan y Túnez. Su extensión territorial es de más de 9, 000,000 de kilómetros cuadrados, es el desierto cálido más grande del mundo y solo es superado por los desiertos fríos de la Antártida y del ártico. Se consideran desiertos aquellos lugares de la tierra que reciben menos de 250 milímetros de precipitación al año.
Según estudios elaborados por científicos de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, los cuales fueron publicados en 2018 en el Journal of Climate, el gran desierto africano se ha expandido alrededor de un 10% desde el año 1920 y llegaron a la conclusión que los desiertos del mundo se expanden, este crecimiento se debe al clima más cálido que experimenta el planeta debido a las actividades humanas. Las márgenes de los desiertos tienden a expandirse y contraerse con la llegada de la estación húmeda y seca a lo largo del año. A medida que la superficie de los límites del Sahara se va secando, los cambios de temperatura y humedad entorno a esa zona modifican el clima de la región. Muchos de los cambios observados están relacionados con los ciclos climáticos conducidos por las anomalías de la temperatura del mar. Estos cambios cíclicos a su vez afectan las temperaturas y precipitación sobre el continente y sus impactos pueden durar décadas.
Cuando el viento pasa por encima de un suelo o una superficie cubierta de polvo o arena, las partículas sueltas se mueven cerca de la superficie del suelo. La intensidad del viento puede ser de tan solo 14.5 kilómetros por hora como para levantar partículas finas. Conforme la fuerza del viento aumenta, las partículas comienzan a vibrar y luego experimentan un fenómeno conocido como saltación (en geología, es un tipo específico de transporte de partículas a través de fluidos, ya sean el viento o líquidos densos como el agua) que se produce cuando son removidas del suelo, transportadas y después regresan a la superficie. A medida que golpean contra el suelo, se fragmentan en trozos más pequeños, lo que aumenta la cantidad de polvo o arena y las partículas más finas quedan suspendidas y entonces empiezan a viajar con el viento. La saltación crea un campo eléctrico estático por fricción pues las partículas al chocar entre sí y contra el suelo, adquieren una carga negativa mientras que la superficie gana una carga positiva. Si logra ser transportada, la arena se mueve a través del viento y viaja con este. (GeoEnciclopedia)
Las tormentas de arena están compuestas por partículas de arena procedentes de zonas áridas. Estas tormentas son un fenómeno meteorológico que se caracterizan por vientos fuertes cargados de polvo y arena, que, en ocasiones, pueden llegar a impedir completamente la visión. Para la formación de estas tormentas es necesario que haya un contraste térmico entre el suelo, las capas medias y altas de la atmósfera. Como la superficie de la tierra está más cálida, las masas de aire junto con el polvo que arrastran de la misma, pueden llegar hasta niveles altos de la tropósfera (estrato más bajo de la atmósfera, tiene entre 8 y 14 kilómetros de espesor dependiendo del lugar en la Tierra. Es más delgada en el Polo Norte y Polo Sur y más gruesa en el ecuador). Pero esto no termina ahí, puesto que necesita que este aire choque contra algo más frío para que pueda elevarse aún más y de esto se encarga el aire frío de las capas más altas de la atmósfera
El polvo del desierto se diferencia de la arena por la medida de las partículas en suspensión. En este caso son de menos de 100 micras, es decir, de 0.01000000cm, el polvo es microscópico, sin embargo, lo vemos en imágenes de satélite, esto se debe a que el polvo está reflejando la luz solar y eso permite que sea observado. Su pequeñez le permite estar suspendida en el aire por mucho tiempo, pudiéndonos hacernos sentir que el ambiente está contaminado, además, debido a sus características, impiden la formación de nubes, por lo que las precipitaciones en las zonas donde está presente el polvo son muy escasas. Esta masa de aire seco y cargado de partículas de arena se forma al final de la primavera, el verano y principios de otoño. Generalmente se mueven hacia el oeste sobre el océano Atlántico, la presencia de los vientos alisios los empuja a que crucen la mar, recorra 8,851 kilómetros y llegar hasta el Golfo de México, América Central, Amazonia y Mar Caribe, para lo cual le toma entre 3 y 5 días. Técnicamente estas lenguas de aire turbio, polvoriento y seco son conocidas como Capa de Aire Sahariano, SAL por su sigla en inglés (Saharan Air Layer).
De esta manera toneladas de nutrientes, pero también elementos tóxicos viajan con las corrientes de viento e impactan desde la salud hasta la fertilidad del suelo. Durante el recorrido de este polvo del Sahara, puede tener un efecto negativo sobre la intensidad de los ciclones tropicales y su formación debido a que el polvo absorbe energía solar y esa esa energía no está llegando al océano y por lo tanto este no se calienta y hay menos evaporación de agua y esta agua es lo que alimenta a los huracanes. Además de eso, fertiliza el océano pudiendo generar floración del fitoplancton y algas. Al llegar a una isla o continente abonar el suelo, de igual manera provoca también mala calidad del aire, agravando con esto el problema de las grandes ciudades.
El geofísico y experto de la NASA Santiago Gassó, explica que el polvo del Sahara es básicamente roca triturada, muy fina y está compuesta de diferentes elementos químicos, muchos de esos elementos son nutrientes que son utilizados por las plantas como el fósforo, el nitrógeno, entre otros que son depositados por la lluvia o porque simplemente caen.
Pueden afectar la calidad del aire, esto de acuerdo a la alerta emitida recientemente en Costa Rica, donde el Instituto Meteorológico Nacional indicó que la concentración de polvo está en el rango de entre 30 a 50 microgramos por metro cúbico, un número muy alto comparable al de las grandes metrópolis con alta contaminación atmosférica y agrega que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud el peligro que genera radica en el contenido de bacterias, esporas de hongo, hierro, mercurio y pesticidas, esto puede provocar en algunas personas la aparición de alergias y crisis asmáticas, sobre todo de aquellos que padecen problemas respiratorios.
El científico concluyó que el polvo puede afectar a los corales porque, así como puede haber elementos químicos útiles para el crecimiento de las plantas también hay elementos tóxicos, uno de ellos es el cobre, el cual por su peso se sedimenta y alcanza los corales que asimilan ese elemento que las hace enfermar. Se ha observado que los corales también pueden ser atacados por hongos que están en el polvo y provocarles enfermedades. Además, es nocivo para ciertas bacterias y otros microorganismos importantes en la base de la pirámide ecológica marina.
A medida que progresa el saber acerca de un objeto, se descubren del mismo nuevas facetas, que se convierten en objeto del conocimiento. Distintas ciencias sobre un mismo objeto poseen diferentes objetos de conocimiento. El objeto de conocimiento es objetivo en sentido de que su contenido es independiente de cada hombre y de la humanidad. En cada caso particular, la elección que hace el hombre de los conocimientos aparentemente puede ser arbitraria y subjetiva, más en último término dicha elección está determinada por las necesidades y el nivel de desarrollo de la práctica social.
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