Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo…
Educar a los hijos, creo que ha sido siempre una tarea complicada para muchos padres de familia; en la época actual los jóvenes y señoritas ocupan mucho tiempo en redes sociales, en promedio 8 horas diarias. Estas redes sociales que parecen inofensivas controlan el cerebro de las personas, logrando así que los hijos crean que la vida es muy fácil, que no deben esforzarse para lograr algo, que vivirán mejor en un futuro porque pueden llegar a ser como el gran artista que admiran, algunos jóvenes son consumistas, piden ropa de marca y creen que sus papás ganan suficiente dinero para mantenerlos toda la vida.
Carlos Marx, el genio que iluminó al proletariado del mundo explicando científicamente que los dueños de los medios de producción se enriquecen gracias al trabajo que no le pagan al obrero, escribió: “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante…” El capitalismo nos enseña desde que nacemos que este sistema es el mejor, que no hay otro, nos han hecho creer que el socialismo es lo peor, “joven, señorita, no permita que su país se convierta en socialista porque le expropiarán hasta su cepillo de dientes” y así nos tienen bien vacunados para que no aspiremos a otro tipo de sociedad y así no acabemos con esta esclavitud moderna.
La clase dominante, logra que nuestros sueños, aspiraciones, sentimientos y nuestra forma de ser se adapten al sistema de producción actual, pero haciéndonos creer que nosotros decidimos, que nadie nos impuso esas ideas, por ejemplo, algunos estudiantes creen que cuando terminen de estudiar una profesión, serán exitosos porque son muy estudiosos, encontrarán un buen trabajo, ganarán mucho dinero y ascenderán de clase social, dejando así de ser pobres. Desafortunadamente las estadísticas dicen lo contrario, que hay profesionistas con título y cédula que son pobres.
El sistema capitalista para seguir explotando al trabajador (enriquecerse del trabajo no pagado) ha logrado que este crea que así merece vivir, que no hay otra mejor forma y hasta lo hace sentirse agradecido con su patrón porque le da un empleo y un mísero salario. Al capitalismo le conviene un pueblo al que no le guste leer, despolitizado, que no practique deporte ni disfrute de la cultura para que siga manipulando a su antojo.
La ideología de la clase dominante es tan poderosa que ha logrado que exista gente viviendo en la pobreza, sin luz, conforme con su situación y hasta les hacen creer que son felices. La idea es entretener a la gente para que no analice su realidad, para que no reclame pavimentación, escuelas equipadas, agua en sus casas y seguridad, entre muchas otras necesidades.
No hay duda, es posible cambiar este modo de producción inhumano y rapaz que tiene a mucha gente viviendo en las calles, sin empleo, con un mísero salario a los que trabajan, sin atención médica, en un país bañado en sangre, pues diariamente hay desaparecidos y asesinados.
Se necesita un cambio de clase en el poder, los trabajadores deben concientizarse, unirse decidiéndose a cambiar su presente y su futuro, ser los constructores de su destino. Cuando cambie el modo de producción y gobierne verdaderamente el pueblo, habrá mejor educación hacia nuestros hijos, haciéndolos críticos, exigirán lo que les corresponde, ellos podrán vivir en una patria segura, desarrollarán sus habilidades y capacidades.
El Movimiento Antorchista está dispuesto a ser esa antorcha que ilumine el camino de los más desprotegidos de este país y sin engaños, le hable claramente a la gente, haciéndole ver que nadie vendrá a cambiar las cosas mágicamente, que solo la educación y organización de los mexicanos logrará que juntos construyamos esa mejor patria que todos necesitamos y merecemos, los trabajadores son los generadores de las grandes riquezas de las que disfrutan en este país unos cuantos. Vamos a cambiar el modo de producción, eso es posible, nuestra fuerza reside en el número, así podremos dejar a las futuras generaciones mejores condiciones de vida.
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