Es imposible negar la magnitud de la desigualdad y la falta de oportunidades laborales en Texcoco. Los números no mienten: de acuerdo con Inegi, la población económicamente activa del municipio es de 95,861 habitantes; de ellos, 47,000 trabajan fuera, casi 50 de cada 100. La tasa de desempleo pasó de 1.3% a 4.3, es decir, tres puntos porcentuales entre 2000 y 2010, lo que empeoró debido a la pandemia. El 34% de la población económicamente activa, unos 30,000 texcocanos, ganan entre uno y dos salarios mínimos, lo que indica que no viven “tan bien”, como presume el slogan con el que promueven al municipio gobernado por la morenista Sandra Luz Falcón.
Pero no acaba ahí la cosa, prácticamente la mitad de los texcocanos no es derechohabiente de algún servicio médico: el Hospital Materno Infantil que el presidente de la república acaba de inaugurar en Coatlinchan, no tiene ni las camas necesarias ni el personal ni el equipo médico para atender a todas las mujeres de la localidad. Otro poco de realidad: según el Coneval, Texcoco tiene un rezago educativo del 18.2%; además, 2,220 viviendas del municipio tienen piso de tierra, 18,532 cuentan con un solo dormitorio, 7,621 no tienen acceso a agua potable, 1,990 no disponen de drenaje y el municipio no cuenta con las plantas de tratamiento de aguas residuales suficientes. Creo que Sandra Luz no entiende del todo lo que significa “vivir bien”.
Es posible que, a la alcaldesa y su equipo, los niveles de desigualdad no les parezcan tan graves y por ello se aferran al slogan y repiten, con más fe que convicción, que en Texcoco se vive “bien”, aunque no sea verdad. Es posible también que la gente se vaya con la finta. Desde los mandatos de Delfina Gómez e Higinio Martínez, la estrategia de Morena es la misma: algunas obras de relumbrón en el año electoral, ni un día antes ni un día después, y ya. Quizás muchos se conformen con decir que “al menos hicieron algo”, pero los mexicanos y los texcocanos, merecemos más.
En el terreno político no olvidemos analizar algunos elementos “interesantes” tras la reelección de Facón Venegas. En política no hay casualidades. Por un lado, la presencia de Claudia Sheinbaum en el auditorio Elisa Carrillo del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, es un mensaje sencillo pero poderoso. Mario Delgado, presidente nacional de Morena, y ajonjolí de todos los moles, estuvo ahí y claro, el invitado de honor: Higinio Martínez, como parte de su gira de no-proselitismo como no-pre-candidato de Morena a la gubernatura de nuestro estado.
Hubo una gran ausencia, la de Delfina Gómez, expresidenta municipal y excandidata a la gubernatura del Estado de México. Su ausencia se noto más porque Sandra Luz mencionó a otro ausente, compadre de Higinio: Horacio Duarte, pero ni un saludo le mandó a la secretaria de Educación Pública, muy interesante.
El mensaje que más atrapó mi atención durante el discurso de la alcaldesa de Texcoco es el guion de Higinio: “no permitiremos asentamientos irregulares”. De hecho, la presidenta fue muy clara, desde cabildo existe “ese acuerdo” y lo hará cumplir a rajatabla. Es cierto, los texcocanos son muy celosos de su territorio, lo que está bien. Lo que es inhumano es tratar como ciudadanos de segunda a la gente que llegó al municipio recientemente, hace unos 20 años. ¿Cómo logra hacerlo Sandra Luz y su equipo? Sencillo: al no integrar al Plan de Desarrollo Urbano a las colonias más nuevas, las mantiene en el estatus de “irregulares”, como extraños, y eso le gusta mucho al aspirante a la gubernatura del Estado de México: “no son texcocanos” repiten una y otra vez y con ese argumento maltratan a miles de mexicanos.
Lo cierto es que los antorchistas de Texcoco pedimos algo muy simple. Que nos integren al Plan de Desarrollo Urbano para dejar la irregularidad, para pagar impuestos, para recibir obras y servicios, para integrarnos a la sociedad como mexicanos que somos. Es algo muy simple y humanitario. No es posible que en pleno siglo XXI haya mexicanos que tengan que comprar una pipa de agua porque no tienen agua potable. Y tal vez nuestra presidenta se justifique, y diga: “se lo merecen porque nadie los invitó a Texcoco”, pero esa, es la visión de un político inhumano y de miras cortas.
Debemos dejar atrás los tiempos de división en México y unirnos para lograr así el progreso para todos los mexicanos, sin distinción de colores e ideologías. Eso sería lo ideal. Sólo unidos y organizados podremos lograrlo, por eso este 12 de enero, a las 9 de la mañana, iremos a visitar a la presidenta municipal. Es muy probable que “por problemas de agenda” no esté en el edificio, y que tengamos que sentarnos con el secretario de Gobierno, Eric Galicia. Queremos dialogar, queremos llegar a un acuerdo justo, apegado a derecho, que respete lo que dice nuestra Constitución, que permita todos los texcocanos, vivir bien. Que así sea.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario