Sin duda un problema de los más preocupantes que enfrenta actualmente nuestra sociedad y que aqueja de forma principal a nuestro futuro económico y laboral, es la educación, ya que cada vez aumentan las demandas y bajan las oportunidades de miles de estudiantes de desarrollarse correctamente.
Un ejemplo muy claro son las escuelas de nivel superior de las cuales no logran cubrir el número de absorción necesario de egresados del nivel medio superior, muchos estudiantes terminan dejando para después sus estudios superiores y dejando de lado una oportunidad de profesionalización.
Problemas comunes en las familias mexicanas, los bajos ingresos económicos, los pocos o nulos estudios de los padres, las escasas oportunidades de ingreso de los estudiantes a educación superior, tanto en universidades como en tecnológicos, determinan un futuro incierto para nuestra juventud.
Los gobiernos, tanto federal como estatal, no apuestan a la inversión en educación, dejando con esto una deuda pendiente para nuestra sociedad. La propuesta de Paquete Económico de la Federación (PEF), deja de lado el bienestar de jóvenes y las nuevas generaciones al destinar una mayor proporción de recursos del presupuesto público a pensiones, frente a recursos para niñez y juventud.
El año que se avecina, tendiente a una campaña política que seguramente mantendrá en el poder a los mismos personajes que hasta hoy han dejado de lado las necesidades básicas para la población, también asoma una continuidad en la desprotección a las necesidades educativas, ni en infraestructura, ni escuelas nuevas, tampoco apoyos a escuelas profesionales, mucho menos alguna inversión a tecnología o ciencia.
El PEF estima que el gasto neto programable para 2024 ascenderá a casi diez billones de pesos. Este techo presupuestal implica un incremento de 4.3 por ciento, en términos reales, en comparación con 2023, lo que hace notar que la inversión federal en el ramo educativo es significativamente menor a la que destina el gobierno en otras obras y actividades.
Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) el gasto educativo se incrementará 4.5% con respecto al 2023, durante el próximo año. Y estos aumentos se centran en los programas federales tales como La Escuela es Nuestra, así como apoyo a los centros y organizaciones vinculadas al nivel de Educación Media Superior y Superior. Por lo que se estima que para la Educación Superior el presupuesto del Paquete Económico 2024 es de 102 mil 184.5 millones de pesos.
El aumento presupuestario para estos sectores tiene el objetivo de contribuir a la recuperación del aprendizaje y evitar la deserción escolar. Sin embargo, la Educación Básica, la cual conforma 73.1% de la matrícula escolar, no cuenta con el presupuesto necesario para combatir los efectos por COVID-19. Así, se estima que solo el 0.25% del gasto público se destinará a la atención de las primeras infancias.
Con este paquete fiscal se sigue ratificando que para el gobierno la educación no es prioridad, el gasto mayor, va destinado para programas asistenciales que son los que le representan votos para las próximas elecciones. Frente a este problema, tenemos las necesidades y limitantes de todas las escuelas y el sector educativo, tanto en educación básica, a las cuales el gobierno se ha encargado de descobijar cada vez más; la desaparición de programas, el constante “no hay maestros” o más bien no hay recursos para apoyar cualquier tipo de gestión que implique “gasto”, así como la poca, baja o nula inversión en programas educativos de profesionalización a nuestra juventud y la poca disposición a que nuestros estudiantes cuenten con mejores oportunidades de desarrollo.
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