La distribución del dinero de los mexicanos que en unos meses aprobará el Congreso de la Unión para aplicarse en 2022 debe buscar la prosperidad de la población, tanto en lo material como en lo espiritual para que México prospere en todos los aspectos. Para esto se necesita mejorar el nivel de ingresos de la población, con una tendencia general de crecimiento de los grupos de ingresos medios y los ingresos de los grupos de ingresos bajos; gravar impuestos a los de ingresos muy altos y perseguir a los de ingresos ilegales. ¿Con esta visión la administración está orientando el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022?
Hay que partir de la crisis económica, sanitaria, de inseguridad y social en que vivimos, lo que ha llevado a que nuestra economía sea más pequeña que la de 2018. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectó que el PIB per cápita del nivel de 2018 se recuperará hasta el 2029. Esto nos hace transitar por el camino de una década perdida. Pues, ante la Covid-19, el gobierno de México adoptó medidas insuficientes en economía, educación, empleo, salud, género y protección social (Cepal). Lo que contribuyó a que la pobreza en México de 2018 a 2020 creciera con 3.8 millones de personas más pobres y 2.1 millones pasaran a pobreza extrema.
El Gobierno de la 4T no enfrentó bien los males de la pandemia, solo le destinó el 1.9% del PIB. Otros países del continente destinaron más (Perú 19%, Bolivia 16%, Chile 16%, Brasil 15%). Además, en América Latina y el Caribe hubo 21 naciones que implementaron 37 bonos de emergencia nuevos, México no lo hizo. Esto nos llevó al lugar 152 de 182 economías nacionales, muy cerca de Pakistán y Niger. Con el agravante de que hay 131,325 niñas y niños, de marzo 2020-abril 2021, que quedaran en la orfandad por perder a sus padres.
México continua entre los países con un gasto público bajo, en el puesto 111 de 190 países del ranking de gasto público respecto al PIB. En 2020 le destinó el 29.10%, mientras que Dinamarca destinó el 53.90% del PIB, Noruega 58.10%, Suecia 52.90%, naciones que AMLO pregona imitar. En América, varios países están por arriba del nuestro: Venezuela, que destina al gasto público el 37.70% del PIB; Bolivia, 36.07%; Argentina, 38.33%; Ecuador, 36.37% y Brasil, 42.73%.
El Paquete Económico 2022 presentado al Congreso de la Unión para su análisis y aprobación comprende la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022. Los ingresos presupuestados del sector público son 6,172,630 millones de pesos, la deuda a adquirir será por 875,570 mdp y el diferimiento de pagos por 40,050 mdp, para un total de 7,088,250 mdp, que forma la Propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022.
A nivel de dependencias, comparadas con el PEF 2021, las que presentan incremento en el PPEF 2022 son: Secretaría de Bienestar, IMSS, PEMEX, la Secretaría de Salud, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Secretaría de Turismo. Las que tienen reducción son: Secretaría de Economía, Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial, Secretaría de Energía y Secretaría de la Defensa Nacional. Sin embargo, los incrementos en las dependencias no se centran en programas de mayor alcance con la población más vulnerable.
Opiniones de economistas señalan que en este paquete hay supuestos optimistas sobre las variables claves de las finanzas públicas: como precio del petróleo, plataforma de crudo, crecimiento del PIB (4.1%) y se contraerá alta deuda pública. La forma en que se estructuró el Paquete “podría resultar doblemente temerario” (Víctor Gómez Ayala). En salud pública falta inversión, la mayor parte va a pensiones. En educación y ciencia hay un desprecio evidente, pues en la primera de cada 100 pesos del gasto, solo recibirá 16, mientras que a la ciencia solo se le destina 1 peso (Luis Serra, México ¿cómo vamos?).
La Secretaría de Economía es una de las que tuvieron mayor reducción del presupuesto, desaparecen dos programas: Microcréditos para el Bienestar (Tandas para el Bienestar) y el Programa de Apoyo financiero a Microempresas Familiares. En un país donde, según el Censo Económico 2019, el 99.8% de las empresas son MIPYMES; que además fueron las grandes perdedoras de la crisis económica actual y las que generan 4 de cada 10 empleos en México. Así no se relanzará nuestra economía.
A la Secretaría de Salud le aumentan presupuesto, pero hay programas como el de Prevención y Control de Enfermedades y el de Servicios de Guardería que tuvieron poco incremento. Además, no se incluyó la vacunación contra la covid-19 para niños y jóvenes hasta 17 años. En contraparte a PEMEX le aumentan 12.7%, respecto a 2021, con un presupuesto de 685 mil millones de pesos, pero opera con pérdidas y poca productividad. En el 2020 tuvo un subejercicio superior a los 100 mil millones de pesos. Este dinero bien podría utilizarse para educación, salud, vivienda e infraestructura.
El Gobierno morenista en dos años se ha gastado los recursos que gobiernos anteriores formaron en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). A finales del 2018 había 300 mil millones de pesos y según datos de Hacienda, actualmente solo hay 15 mil millones. Además, al país cada año se le endeuda más; a 2018 la deuda pública era el 46% del PIB y al 2020 era del 52.1% (Hacienda). El Coneval sugiere se incluya en el PEF 2022, recursos para crear puestos temporales, seguros de desempleo y fomentar el ingreso de las mujeres al mercado de trabajo con acceso a seguridad social. México ¿cómo vamos?, propone también 4 programas: Ingreso familiar de emergencia, seguro de desempleo, subsidios para cuidados y apoyos financieros a microempresas familiares por un monto de 135,576 millones de pesos, reasignando otras partidas. Los diputados no pueden hacer oídos sordos a tan válidas propuestas y las de miles de estudiantes que piden vacunas para niños y adolescentes contra la covid-19. Que conste.
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