MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Pablo Neruda, un imprescindible poeta revolucionario

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Pablo Neruda (Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904 - Santiago de Chile, 1973) fue uno de los poetas más fecundos de la literatura chilena, latinoamericana y mundial del siglo XX. La influencia de su vida y obra ha trascendido no sólo en el ámbito literario, sino que ha permeado en todos los campos de la cultura popular y académica, irradiando la historia política y social, y alzándose como un referente indiscutido para la creación artística.

En los 69 años de su vida terrenal, Pablo Neruda recibió honores y ataques, conoció la pobreza y la soledad, amó y fue amado, anduvo exiliado por el mundo derramando poesía, y participó como un poeta, pero sobre todo como un hombre de acción, en muchas batallas políticas y sociales. Asimismo, mantuvo un compromiso político firme con las ideas izquierdistas, con la lucha de lado de las clases más desposeídas.

La poesía de Neruda conmueve los corazones del mundo porque él fue un hombre que se mantuvo absorto en sus pensamientos y preocupaciones por la lucha de un mundo mejor.

Militó en el Partido Comunista de Chile y fue miembro de su Comité Central. Mantuvo una relación estrecha con España, ya que vivió en este país durante diferentes momentos de su vida. Además, conoció y departió con una gran cantidad de literatos, políticos, artistas y personalidades españolas destacadas de la primera mitad del siglo XX, en especial con Federico García Lorca.

Una vez iniciada la guerra civil española (1936-1939), se alineó desde el primer momento con el bando republicano, y mantuvo siempre una posición contraria al fascismo.

La pobreza como fruto y condición del sistema capitalista lleva al pueblo a padecer. Pablo Neruda fue uno de los pocos que encontró en la poesía un arma formidable para despertar conciencias sobre ese tema. 

Su pensamiento revolucionario y sus posturas políticas de izquierda fueron blanco de ataque, hasta que fue asesinado por las fuerzas retrógradas de Chile. Estudios científicos demostraron que no murió por la enfermedad, sino que por órdenes del gobierno fue envenenado doce días después del golpe de Estado que derrocó al presidente socialista Salvador Allende y llevó al poder al dictador Augusto Pinochet.

Pablo Neruda no fue un poeta y ya; no. Fue un poeta revolucionario que aportó a la humanidad su corazón, su inteligencia, su amor, para que a través de sus poemas el pueblo eleve su pensamiento, y sea capaz de conquistar un mundo mejor.

Cito uno de los tantos poemas que reflejan cómo él entendió al pueblo y el pueblo lo entendió a él: Oda a la pobreza, un canto dedicado a la vida ordinaria del pueblo trabajador. En las líneas de este poema, vemos cómo en una sociedad tan desigual la brecha entre las clases sociales, ricos y pobres, se hace cada día más abismal, donde los pobres a pesar del arduo trabajo, a mineros, pescadores, obreros, se les priva de beneficios elementales y no se tiene una calidad de vida.

La pobreza como fruto y condición del sistema capitalista para que este exista, lleva al pueblo a padecer hambres intolerantes, enfermedades, falta de vivienda. Tiene que soportar las inclemencias del tiempo: lluvias, tormentas, goteras, etcétera: todas estas adversidades las tiene que enfrentar el pueblo pobre y trabajador.

Sin embargo, Neruda también nos dice en su poema que a la pobreza se le tiene que desterrar, se le tiene que combatir, así como se dice en el siguiente fragmento:

 


“Donde vayas, pobreza, mi canto está cantando,

mi vida está viviendo, mi sangre está luchando.

Derrotaré tus pálidas banderas en donde se levanten.

Otros poetas, antaño te llamaron santa,

veneraron tu capa, se alimentaron de humo

y desaparecieron.

Yo te desafío, con duros versos

te golpeo el rostro, te embarco y te destierro.

Yo con otros, con otros, con muchos otros,

te vamos expulsando de la tierra a la luna

para que allí te quedes fría y encarcelada

mirando con un ojo el pan y los racimos

que cubrirán la tierra de mañana”

 

Pablo Neruda fue uno de los pocos poetas que encontró en la poesía un arma formidable para despertar conciencias entre sus semejantes y motivarlos a la reflexión y decisión de organizarse y luchar para construir un mejor futuro para la humanidad.

A los antorchistas nos queda claro que la poesía de Pablo Neruda es un arma transformadora que dará libertad al pueblo, y por ello le rendimos un homenaje 50 años después de su muerte.

 

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